PIEDRA RESVALIZA
¿Que fue de la “Piedra Resbaliza”?, me preguntan mis hijos, la repuesta inmediata
es en San Marcos en lo más alto.
Fue la atracción de la romería, era obligado
para todos los romeros deslizarse por aquella enorme piedra que según la edad y
tu tamaño, te parecía enorme.
Estaba lisa de tanto resbalarse a lo largo de
años las gentes.
El deslizarte por
ella, era rápido a penas te dabas cuentas ya estabas abajo, donde al final
había un hueco enorme que se había ido haciendo a lo largo de los años y donde
te quedabas clavada.
Cuando llegaba el
turno había que subir arriba de la piedra y siempre había un gracioso que te empujabas
sin estar situada y salías rodando o dando brincos hacia abajo, terminando con
las rodilla ensangrentadas, que te limpiabas de una forma que llevamos en los
genes y lo pasamos de generación en generación.
Que es mojándote los dedos de saliva para
limpiar la herida.
Aunque te doliera el golpe nada de ir en busca de tus padres,
pues te obligarían dejar la piedra.
A sí que te
pegabas el día con las rodillas como decimos en Almendralejo” hechadas por
tierra” o “barronda” otra expresión de mi zona, para decir que te has hecho una herida.
La Piedra Resbaliza,
enorme roca de dimensiones en mis
recuerdos, que ha terminada se mi
engullida, por el terreno, al ser rellenado el lugar.
Piedra resbaliza,
es decir que nunca se debe olvidar un recuerdo que debe continuar siendo
recordado.
En esta fotografías
que veis, hay personas que ya
emprendieron caminos espaciales donde las estrellas le dan alojamientos
a almas buenas.
Aquel día el que veis en la foto no era San Marcos era
otro que antaño fue muy celebrado en Almendralejo, “el día de San Blas o del
Chorizo” .
La carretera de
Badajoz, contentas y sorteando los árboles centenarios que alineados uno detrás
a lo largo de esta vía.
No había arcenes,
cunetas y barrancas que ha veces provocaban resbalones. Cuanta alegría llevábamos
todas coches había pocos, si carros y remolques tirados por burros y yuntas de
mulas y bestias que tiraban del “Chisme” ( llamado al arado en mi tierra
antaño).
El camino fue
animado y alegre igual que el resto del día los más pequeños mientras esperábamos
el turno jugábamos al “Toro el esconder” y
usábamos la “Cueva del Moro para que no nos encontraran.
La cueva del moro
si se puede ver hoy en día desde la carrera
se puede ver aunque tapada por un árbol que impide ser divisadas.
ISABEL CORONADO
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