Sendero de Almendralejo

Senderos de vida que colman de   regocijo, la siembra de semillas llenas de sabiduría, de unos campos donde el crecer de la planta se va uniendo a la tierra, que atrapa el mundo que domina la vida, de los que formamos una comarca que se siente poderosa sobre nosotros.

 Nos atrapa nos quiere y nos da vida,.

La lluvia que cae y nos empapa, llenándonos, el alma encerrada en terruño que se derrama sobre los cruces de caminos que  nos llevan a cualquier paisaje donde el atardecer se llena de una leve luz Me gusta mi tierra, me siento feliz en cada caminar, por senderos, veredas y al troche. Viendo los cambios de las estaciones que van sembrando el paisaje de diversidades que hacen  de la visión el sentido mas necesario para disfrute de las tonalidades de la campiña sembrada de los mejores colores que llenan de sorpresa al caminante al contemplar  la belleza de los campos. cada estación se encarga de ser diferente.Es asombroso como aparecido esta libreta de pronto encima de una mesa sin mas, como queriendo ser leída y estar un ratino con nosotros.

Son escritos sencillos de letra irregular, trazada por manos ásperas por el duro trabajo, a sin eran las suyas, pero a la vec tiernas,  llenas de amor. Ansiaba la libertad por la que lucho toda su existencia.

Disfrutaba de  las buenas avenencias, que en todos reina la paz y armonía.

A  José le gustaba trasmitir, contar  sus vivencias, las historia sencilla de un pueblo que amaba. Se sentía feliz de ser de él  y quedar  escrito con faltas sin puntos, comas ni separaciones  la formas de vida de Almendralejo.

Le gustaba contar  de todo lo vivido, con sus palabras, ansiaba saber y conocer la cultura la cual amaba, buscaba la forma. Largas noches de charlas, cuentos y quedadas en el recuerdo para todos los que los conocimos. Decía que no había nada mejor que vivir en paz,  no valía  para nada creerse  distintos.

Que, todos caminamos hacia la misma vereda , la eternidad. A si terminaba siempre sus relatos, dando por terminada la velada.