Son días

 Son días que no tienen hojas en el calendario, están marchitos por la incertidumbre, del tiempo que marca las manecillas del viejo reloj despertador, que cada día hay que darle cuerda para que no se pare y quede su hora en un punto junto a su minutero y segundero.

Son días de café de media tarde, ha acompañado de dulces, realizados por nosotros  y saboreados en el balcón, escuchando los gorriones, viendo volar las golondrinas, oyendo el castañeteo de las cigüeñas, en su nido.

Oliendo el azar del naranjo, que ha florecido y despojado sus flores, sin darnos cuenta.

El naranjo de hojas limpias por la lluvia y de verdor de charol.

Isabel Coronado