REFLEXION

Los años dan experiencia y sobre todo vivencias.
Os voy a contar una historia que como todas, cuando pasan los años se suele olvidar y sobre todo lo más grabe no escuchar la experiencia.
Era se una vez una tierra prospera donde el cereal, viñedo, olivos ect crecían.

REFLEXIÓN 

Se vivía con las herencias y carencias que como siempre mandaba y hacia el poder.
Un día alguien paso por estas tierras tan prosperas y pensó, vamos hacer grandes presas para tener agua, le dijeron si las hacemos anegaremos estos campos tan prósperos, las aguas engullirán los pueblos y sus habitantes tendrán que emigrar.
Sí, es verdad, pero necesitamos electricidad para que Madrid, Barcelona Bilbao ect, prospere, además esta prosperidad necesitara mano de obra.
A si sucedió, que en la década de los años 60 del siglo pasado, las grandes presas anegaron PUEBLOS Y TIERRAS PROSPERA, e hicieron que la emigración se desplazara en busca de sustento, mientras los ricos como decimos por mi tierra se hacían más ricos y repartían migajas que pronto se consumían y se quedaban sin nada, solo irse de sus lugares, familias y querencia.
Hoy en día los agricultores nos están dando una lección saliendo a las carreteras, defendiendo su sustento que nuestro alimento del día de mañana.
No nos dejemos engañar con tantas placas solares, es pan para hoy posiblemente mucha hambre para mañana.
Nuestra, tierra nos necesita y agricultores, apoyemos agricultores, ganadero, los de las colmenas a NUESTRAS GENTE.
Una vez nos unimos cuando quisimos un hospital que hoy tenemos, mejor o peor pero hay esta.
Hoy como madre y abuela tengo miedo por mi familia, que lo que se ha ido logrando con años de sacrificios, nos lo destruyan.
Que el paro nos inunde como en su día lo hicieron las presas para las eléctrica.

No volver aquello que conocí, como dejaban el pueblo familiar par nunca más volver solo de visitas.

Tenemos las mejores tierras, el sol y agua que también nos la quieren negar, para darnos el progreso.

Lo veo a si, tal vec alguien me diga exagerada.

ISABEL CORONADO