Mi pequeña historia de Almendralejo

lunes, septiembre 24, 2012

OTOÑO

OTOÑO MI BIEN SEÑOR QUE ENTRAS SIN LLAMAR, DESPINTADO, ARRANCANDO HOJAS QUE SECAS CON TU MIRADA, TERMINANDO DE MADURAR FRUTAS QUE AUN SE NIEGAN A SER DESPOJADA DEL LUGAR DONDE VIERON PASAR LOS SOFOCOS DEL VERANO.

OTOÑO, CON CHAQUETA Y SOMBRERO, TOMA CAMINOS POLVORIENTOS EN BUSCA DE LLUVIAS, OTOÑADAS EMPAPADAS, QUE DARÁN LLANTO A LA TIERRA QUE ÁRIDA BUSCA HUMEDAD EN LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA.

OTOÑO, QUE SE SIENTA EN DÍAS SOLEADOS ESPERANDO VER PASAR LA DAMA QUE ARRASTRA EL FRIÓ CON SU SOLA QUE PRENDIDA LLEVA, VIENTOS Y HELADAS QUE ORGULLOSO SE NIEGA AnDAR, PREFIRIENDO LOS DÍAS SOLEADOS DONDE LAS VISTAS SE NEGREAR SOBRE EL DORADO DE LOS CAMPOS, DEPOSITANDO EN LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES SU MANO QUE DARÁ UN FUERTE SOPOR A LAS HOJAS, QUE SE DESPEDIRÁN DE LAS RAMAS Y CON Tristezas, caerán lentamente, para CONVERTIRSE en hojarasca, que abonaran lo BOSQUES SEDIENTOS DE VITAMINAS PARA HACER GERMINAR LA TIERRA QUE ESTA LISTA PAR LA PRÓXIMA ESTACIÓN

ISABEL CORONado.

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