NAVIDAD
La noche llego y caminamos por callejuelas que conducian a un lugar desconocido paramo, al ser la oscuridad intensa me aferraba al abrigo de alguien a la lejania se veia la claridad solo un resplandor que la oscuridad se iba comiendo.
Me angustiaba el circulo donde mis pasos hacia suyo cada tramo que andábamos . mis pequeños pies iban pisando barro y sentía en mi calzado de charol negro la humedad que se iba entrando dentro de ellos y mojando mis calcetines de nailon blanco.
El filo se juntaba con el miedo, me hacia tirita y con una mano tiraba del gorrito de vivos colores que cubría mi cabeza, tiraba de el hacia abajo para que tapara mis ojos, no quería ver ni sentí nada.
las manos que me llevaban abrazada por los hombros me apretaban y me daban calor y hacia que me refugiara contra ella y me trasmitiera calor que mi menudo cuerpo adsorbía.
De pronto hicimos una parada los mayores sentían el barro blando debajo de sus pies y se daba cuenta en la noche que era imposible caminar por aquel camino que se hacia pesado incongruente, llenos de peligros y de miedos para una persona tan menuda.
Alguien me tomo en sus brazos y me abrazo junto a él a donde vamos- pregunte- no recivi respuesta solo unas suave manos que tiro mas del gorrito y me tapo la cara y a brazo .
Un ruido a lo lejos, todos pararon era un motor que se iba acercando, las luces de sus faros temblaban y se desplazaban, empezaron hacer señales y se paro aquel camión grande, lleno de ganado que iba  ala estación.  Nos pusimos detrás de él, para poder ver con sus luces, pero sus ruedas salpicaban barro y agua que se iba impregnando en nuestras ropas.
Cuando se diviso aquel apeadero, nos dio alegría pero era siniestro, una sola farolilla en el anden que no dejaba de moverse y desplazar la luz de un lado hacia otro, no había refugio para aliviar el frió solo un techado y un banco de madera con una pata rota.
 Teníamos sed, y vimos una fuente, el grifo solo goteaba y esa era toda su agua, nos pusimos debajo de él y fuimos pasando de uno en otro tomando cinco gotas que te llegaba ala legua no pasaba para dentro, a si nos íbamos pasando y saciando una sed que se revelaba y pedía su agua correspondiente.
De pronto en la lejanía un vimos una cosa blanca que nos asorvio y nos monto sobre unos camellos que por  un camino que nos hacia un cometa, nos puso delante de un niño recién nacido que lloraba y se lamentaba todas las navidades de un mundo que no a prende y se vuelve cada vez mas malo y avar,o donde se tira y malgastan semoillas y comida necesarias para otras personas ¡los banqueros no se hartan de dienero y los políticos se hacen trabajadores del poder donde se refugia y se apoderan del bienestar ageno --ay señor.
 señor.
Este mundo se hizo para que nadie pasara escasead  pues nunca la persona apura lo que necesita, se va antes, pero su anbición no le deja ver que su paso puesta tierra nuestra es pasajera.
isabel coronado