FUE COSTUMBRE HACE AÑOS ILUMINAR LA TORRE DE ALMENDRALEJO.

 CUENTA QUE DESDÉS MUY LEJOS SE DIVISABA EN LA OSCURIDAD COMO SI FUERA UN FARO.

OCURRIÓ QUE UNA FAMILIA QUE VENIA DEL CORTIJO PARA LA FERIA, AL LLEGAR LA NOCHE SE LIÓ EL PADRE CON LOS CAMINOS, PERDIDOS VEÍAN RESIGNADO DEBAJO DE UN OLIVO QUE EL PADRE NO CONSEGUÍA ORIENTARSE.

 LA SED PRONTO APARECIÓ, AL IR A BEBER EL CÁNTARO ESTABA VACIÓ Y LA COMIDA  ESCASA.

 NO PREVINIERON BIEN PARA EL CAMINO COMIDA SUFICIENTE. 

EN AGOSTO SE DICE EN ALAMENDRALEJO "QUE ENFRÍA EL ROSTRO" Y A SI OCURRIÓ,  LA BRISA DEL ATARDECER SE FUE LEVANTADO, ATRAYENDO LA HUMEDAD DEL VERDOD DE CEPAS Y OLIVARES, QUE DESPRENDÍAN RESENCIO QUE SE IBAN DEPOSITANDO EN SUS HOJAS.

COMO EL DÍA HABÍA SIDO CALUROSO IBAN ESCASO DE ROPA, SE HABÍAN PREOCUPADO DE PONERSE EL VESTIDO NUEVO A ESTRENAR PARA LA FERIA DE LA PIEDAD Y UNA REBEQUITA, DE HILO REALIZADA POR LA ABUELA.

LLOROSOS Y EL POBRE PADRE SIN ACLARASE DECIDIERON ACOMODARSE DEBAJO DE UN OLIVO Y PONER EL CARRO COMO ÚNICO LUGAR PARA PASAR LA NOCHE. 

CUANDO DE PRONTO A LO LEJOS VIERON COMO SE IBAN ENCENDIENDO PAULATINAMENTE LUCES QUE LE SERVÍAN DE ORIENTACIÓN.

 RÁPIDOS MONTARON EN EL CARRO Y TOMARON EL CAMINO QUE EN LA NOCHE ILUMINADO POR LA LUNA LLENA LES LLEVABA GRACIAS A LAS LUCES DE LA TORRE QUE EN LA LEJANÍA LES ORIENTABA, QUE LES INDICABA EN SU PERDIDO CAMINAR EL SENDERO QUE IBA AL PUEBLO.

 LLEGARON, FESTEJARON, VAILARON Y FUERON FELICES COMO ESTA MANDADO.

ISABEL CORONADO