Mi pequeña historia de Almendralejo

sábado, marzo 29, 2014

SI ME COPIAS DIME LO, NO ME IMPORTA PERO SE HONRADO ES UN TRABAJO QUE OS OFREZCO.



EL DÍA DE LOS CARAMELOS EN ALMENDRALEJO

El día de los caramelos fue una fiesta que un buen día, sin saber el por qué, dejó de funcionar como tal. Durante generaciones había estado presente esta festividad en Almendralejo, muy arraigada en sus habitantes, que generosamente en un tiempo en que un caramelo no era tan accesible como lo es ahora, los vecinos unos a otros en esta festividad se regalaban esta golosina como un gesto cariñoso y de cortesía, además era un día simpático pues todas las personas  tenían  el moflete engordado por el caramelo.
En las fábricas de caramelos, que había en el pueblo, se hacían grandes colas para su adquisición, que daba más trabajo y ganancias a las encargadas de envolver los caramelos.
 Al ser la demanda mayor en estos días había más trabajo, pagados a razón de los caramelos que envolvían, oficio realizado en sus casas, allí se los llevaban metidos en jarras de aluminio, sin envolver, y los recogían cuando estaba envueltos.
La fiesta de los Caramelos se festejaba en el pasado el día de Jueves Santo, sobre todo en la calle real que se llenaba de gentes y de puestos vendiéndolos a lo largo de ella, sobre todo alrededor  del parque o plaza de Espronceda.
Todos  con el caramelo en la boca y obsequiando a los conocidos, los mozos para conversar con las mozas les regalaban tan gustosa golosina y las más osadas se los pedían, siendo los más  apreciados los caramelos de Velasco y lo de Toribio Fernández, ambos igual de gordos, cuando te entrabas uno en la boca te duraba toda la noche.
Era costumbre entonces que los novios regalaran a su pareja un kilo de caramelos y un obsequio y también recibía igual regalo la hermana de la novia. Era tanta la cantidad que se consumía que al día siguiente el pueblo estaba alfombrado de envolturas, que los niños coleccionaban pasándose el día buscándolas por las calles, para luego con ellas poder realizar el juego llamado “Las piedras”; se realizaba con los niños que estuvieran presentes, todos con una piedra en la mano que días antes habían buscado y seleccionado,  pues las preferidas eran de cantos rodados, que no eran fáciles de conseguir. Al que le tocaba ser burro lanzaba la piedra todo lo más lejos que podía, el hacerlo así era para no ser alcanzado por las de los participantes, que con las suyas tenían que intentar darle a la que hacía de testigo, si fallaban  le pagaban, si le daban era el dueño de la piedra el que pagaba.
 El  pago se hacía con  puntos que eran las figuras que tuvieran las envolturas. De este modo se iba recorriendo la calle y dando la vuelta a la manzana, surgiendo accidentes al ponerse el chiquillo en la línea donde iba la piedra lanzada, dándole y haciéndole  al contrarío una “pitera” (brecha) en la cabeza, era raro el que no tenía alguna , o vendada la cabeza,  producto de alguna pedrada al ser la forma de juegos de donde surgían peleas, que llegaban por ellas haber broncas entre los padres, mientras los niños al rato ya estaban juntos.
Los envoltorios que más gustaban y por los que llegaban las riñas, eran los de los caramelos Velasco, constaban de seis medallas que habían sido conseguidas en los certámenes de distintas ferias donde habían participado los Caramelos, premios otorgados por su buena calidad, que le había dado notoriedad y fama  en toda España.
Después del día de los Caramelos venía el de las Bollas, que era el domingo de Pascua y  mayores y niños iban a la era con su cestas y cestitas de mimbre llenas sobre todo de bollas.
Había un dulce característico que se hacía para tan señalado día y era una bolla con un huevo en el medio, cocidos juntos en el horno.
Para la Fiesta de Semana Santa se hacían gran cantidad de dulces variados, muchos llevaban en sus condimentos manteca del cerdo de la matanza y los huevos del corral de las gallinas ponedoras, las tahonas se llenaban de mujeres haciendo dulces que se ponían a cocer en latas con una seña de identificación.
 Los niños la mar de divertidos con el trocito de masa que daban las madres para colaborar.
 Los dulces una vez cocidos eran puestos, según la clase, en baños para llevarlos a casa, muchas veces en varios viajes, según el poder adquisitivo. También para la chiquillería el ir a la tahona era una diversión que les llevaba hasta hacer novillos, (no ir a la escuela).
 Para el día de las Bollas también hacían negocio los Cesteros, llamados a los que realizaban con el mimbre cestas, muy solicitadas cuando llegaba este día, procurando el artesano hacer modelos diferentes cada año para llamar la atención al cliente.  Las tiendas de cesterías que había en Almendralejo eran dos, una enfrente de la otra, en la calle el Molino.
Cuando ya tenías la cesta y bien provista de dulces en su interior, se iba a la era más cercana a comerse “merendilla” (merienda de media tarde).
Como el día de las Bollas coincidía con el domingo de pascua, llamado “ de la Aleluya”, en el cual se iba a la plaza o plazoleta la Hierba con los padres, era costumbre que en este día se comprara un borreguito o “chivina” a los niños, siendo ellos durante todo el año los encargados de cuidar al animal y pase arlo por la era hasta que los criaban, entonces aparecía la tragedia, pues había que sacrificar al animal, pronto el llanto y sofocón  pasaba al se repuesto por otro animalito recién nacido y volver a empezar..
Toda esta tradición el tiempo las ha ido borrando del diario de nuestro pueblo, los niños hoy en día tienen otras distracciones que han ido apareciendo con el poder adquisitivo y la evolución de los tiempos. 

ISABEL CORONADO  




4 Comments:

  • Descubrí esta festividad por casualidad y me resultó muy curiosa.

    Sirvió para probar por primera vez los caramelos de Toribio Fernandez, que por cierto me han encantado.

    Llevo algo más de un año viviendo en Almendralejo, es un pueblo maravilloso con gente encantadora y donde espero seguir viviendo muchos más años.

    Un abrazo.

    By Blogger Nacho, at 12:34 p. m.  

  • Los caramelos de Toribio son ricos los de Velasco quedaron gravado en los paladares su sabor y esencia a todos los que degustamos tan rica golosina.
    Gracias por pararte y leer mis escritos.

    By Blogger Isabel, at 12:08 a. m.  

  • Almendralejo es una ciudad dentro de un pueblo, lleno de vida y animación.

    By Blogger Isabel, at 12:09 a. m.  

  • Me gusta mucho los comentarios que me dejáis, me da fuerza para seguir investigando y escribiendo.

    By Blogger Isabel, at 1:06 a. m.  

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