Mi pequeña historia de Almendralejo

sábado, abril 25, 2015


Campos de Barros

El campo de la comarca de Barros, cautiva, me llena de vida, me hace ver el reloj de las estaciones, depositando el amor que vuelve con cada caída de estación, que se va dejando la en próxima, sobre recuerdos infantiles en un abril marchito que los otoñes vuelven floridos.

Tierra roja llena de sentimiento que deja su tristeza, con ojos brillantes  que emocionan, ver campos tan bellos, donde el caminante riega su voz, encontrando en su verdor amor, en cada semilla que ve brotar reflejo de sueños que se ven en los ojos de la cara de la tierra, que se quedo esperando el sol sobre el marrón de la piel curtida de manos labriegas .

Sol al amanecer que cubre la tierra fértil,  la mas bellas historias, pasando por los "Posios" olvidados de las entrañas del campo.

No hay nada mas lindo que amar sin saber lo que se fue , sobre la tierra en las noches de luna llena.

Si alguna vez pase y no vi fue por ceguera, pero la belleza me despertó, me guió por la sabiduría, fui a la `paz que caminaba descubriendo sabiduría y maldades .

No  fue lo que el recuerdo dejo, si no los días que se posan en la dulzura de la azúcar morena que se deslizo en los terrones de la visión de los puntos que se extienden hacia el horizonte.

No es impresionable,  ni enanos que nos persiguen a lo largo de un mundo interior que despierta  ante la naturaleza que sale y camina sobre una hoja de una  vic.

Niño que se quedo dentro prisionero, olvidado  en nuestro alrededor lleno de  murmuro  que te hacen despertar de sueños, que se fueron depositando en torres navegantes, que la pelota de un niño hace caer,.
Isabel Coronado

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