Pequeño tesoro.

Pequeño jarrón,  apenas mide 5  centímetros.

Pequeños tesoro, con una historia bonita, de un niño de apenas 7 años o quizás menos hacia su mama.

No tendría Isaac mas de 7 años o menos.

 En el colegio decidieron hacer una excursión a Mérida.

 Una aventura y disfrute, para sus gastos no se si le di mucho o poco para su edad y momento  fueron 100 pesetas (,60 céntimos de euro).

Para que se comprara cualquier golosina como entonces se le decían a las "chuches".

La visita la realizaron por la tarde.

A la vuelta las madres estábamos esperando la llegada del autobús.

 Sus caritas por los cristales sonrientes, felices divertidos por la aventura  que era para ellos.

Al bajar estaba jubiloso, contento y entre sus manos traía un pequeño envoltorio, con tanto amor,  que me sorprendió.

 Mas cuando sonriente me dijo-- te traigo un regalo--, me  dijo- no te la doy hasta que lleguemos a casa-.

Tengo que contarte tantas cosas me decía, -he visto un rió enorme, pasado por un puente que hicieron los romanos, de su boca salían frases y palabras a borbotonetan, rápidas para contar todo lo que la vida empezaba a sorprender, con emociones para él

  Al llegar a casa deposito sobre la mesa el envoltorio y me dijo -a ábrelo-, al abrirlo salio este pequeñito jarrón, que me lleno de tanto amor, no había una música ni la palabra exacta, para decirle a mi hijo, que me llenaba el corazón de colores, que mis ojos, devolvía  miradas convertidas en arcoires de emoción.

Lo mejor fue es que me dijo que el dinero que le había dado, lo empleo en este jarroncito y sacrifico comprar pipas,  como otros lo hicniero,

La luz ilumino el regalo y las sonrisas, lleno el espacio y nos sentiomos contentos.

Mientras continuaba contandome su aventura.

Han pasado los años y cuando lo miro siempre recuerdo aquel momento y como los años han pasado.

ISABEL CORONADO