MEMORIA HISTORICA DE INÉS ZÁNCHEZ TORRE
VIVENCIAS DE INÉS
La historia que vais a leer es dura pero oída por el personaje es escalofriante, es una memoria histórica narrada en primera persona.
Inés Sánchez Torres, mujer decidida y luchadora de ojo claros que al sonreír iluminan su rostro con un rictus de tristeza, por ausencia que en el camino de la vida se han ido quedando, como su hijo, nieto y marido, revés duros que da la vida.
Su vida, comienza cuando nace en la calle Zorrilla, en una familia de cuatro hermanos. Su padre Antonio Sánchez, conocido por Marino, era camionero y dueño de dos camiones y solía reunirse, con su gremio a tomar unos chatos de vinos en la taberna de la señora Tulipa, los amigos le animan a que la compren y haga un bar en condiciones que le puede dar beneficios, lo convencen lo adquiere derribando la tasca y construye un bar bien hecho poniéndole de nombre “Bar las Flores” conocido más por el bar de Marino, al frente puso aun cuñado, y pasado un tiempo lo traspasa a Andrés Ramo, que le llamaría“ Bar Zara, esquina carretera de Alange, con Sevilla antes de llegar al paso a nivel
Inés, memoria histórica de la época que le toco vivir, dice que en 1936 tenia cinco años y no ha podido olvidar los horrores de una guerra que nunca más debiera repetirse. Recuerda que su padre el seis de agosto del año mencionado, era el encargado de vigilar los vehículos requisados en la Parroquia que era utilizada como garaje. Como todas las tardes, salio de su casa y se encamino al lugar y estar al tanto también de sus camiones, cuando en el camino empieza un atronado y terrible bombardeó y las gentes del pueblo aterrada empezaron acorrer sin rumbo buscando refugio, otros como un joven de 19 años que venia del campo, en la calle Arnina un proyectil le dio de lleno matando le junto a la mula donde venía montado.
Su padre con las personas despavoridas busca refugio en la iglesia de la Purificación. Allí permanecen cuando le prenden fuego a las paredes con paja mojada en gasolina, que los encerrados apagan con sus propias manos, buscando refugio suben hacía la arriba de la torre que empieza a ser bombardeada con un cañón que ponen en la calle la fuente, ante tal asedio, les .piden que se rindan y salgan que no se les va hacer nada, poniendo por testigo a la Virgen de la Piedad, el hambre y la sed les convence y a salen las cuarenta y tres personas, solo le perdonan la vida Antonio Sánchez que según su hija fue la voluntad de las personas del pueblo que estaban allí que piden que sea Marino el que se salve, los demás son llevados a la cárcel que había en la plaza de Espronceda, su padre lograría que dos personas uno llamado Frasquito y el otro Ramón, se les perdonara la vida, los cuarenta restantes son llevados al cementerio y fusilados.
Cuenta que la represión terminada la guerra fue grande y dura, que le toco ver pasar por la puerta de su casa los cadáveres de las personas que estaba presos en un almacén de cereales que hubo en la carretera Santa Marta esquina a León XIII y Condesa La Oliva, utilizada de cárcel, donde encerraban a personas del pueblo y alrededores, que en este lugar morían de hambre y en carros eran llevados a enterrar en fosas comunes en el campo santo. Sabe que esto que cuenta es tocar la herida que aun no se a cerrado por una contienda que nunca debió haber ocurrido, pero quiere que los jóvenes sepan la crueldad del ser humano sea del color que se procese y una guerra solo lleva a la destrucción.
Si cierra los ojos le parece ver a los soldados lavando la ropa con el agua del pozo que estaba en la carretera Sevilla, hoy bodegas Botes, entonces una zona abrupta, llena de rocas: Las tropas estaban en la estación Enología y el rancho que sobraba lo repartían a alas personas que hacían cola con unas latitas para un poco de comida.
Cuando termina la guerra su padre compra una casa en la calle la Cruz, dice que todos los entierros de esa zona del pueblo pasaban por ella. Recuerda que en la esquina de esta calle estaban la bodega de Manolo y Paquino Nieto, en Francisco Pizarro solo había pajares, puertas falsas y la fabrica de harina de Sánchez Grande industria importa de la época de Almendralejo, Talleres Bote y algunas más, en Plazoleta la Hierba la Taberna del Navajero, que hacia navajas para el injerto (mi padre tiene a una de ellas). Tan solitaria era esta plazuela que de noche si un conocido de la familia estaba en esta tasca la pasaba hasta la calle la Cruz, daba miedo por lo oscuro y solitario del lugar. Cuenta que al final de la calle mayorazgo estuvo el baile llamado de los labradores y en la calle San José en la parte baja una fabrica de tocas, en la calle Palacio el pajar de Cándido criador de ganado en él.
La guerra y la década de 1940 estaria llena de penalidades, hambre y enfermedades. Como las calenturas maltas que la hermana de Inés el catorce de agosto de 1947 caería enferma que era mortal, su padre intenta a través de Juan Navía adquirir penicilina que consigue en Portugal, no sirve para nada, la criatura con dieciséis años muere el día 23 del mismo mes. Ella y su madre sufren el mismo mal, que para sanarlas su apdre vende parte de sus bienes para salvarlas. Cuando logran recuperarse el doctor Don Santiago Tobar les da como medicina, que se vallan al campo, alquilando una casita, en San Marco en el llamado Cerro de los Ángeles, donde Isidro el Músico tenia unas casitas que alquilaba para pasar en ella temporadas, como familia de Castillo el fotógrafo, cadenas con su tío Enrique ect.
Cuando se caso fue de viaje de novios a Badajoz a cobrar las tres mil pesetas que daba Franco a los recién casados.
La historia de un pueblo la hacen las personas que vivieron de forma y maneras diferentes, cada uno la cuenta como le fue, versiones diferentes a saber.
ISABEL CORONADO ZAMORA. Si alguien la lee puede mandarme un mensague como que lo ha hecho a –coronadozamora@yahoo.es
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