CAMPEONES
Son campeones estupendos, se esfuerzan. Luchan por un deporte de caballeros, Los Gladiadores de Mérida.
Como me emociono de que veo jugar a los hermanos Calero, son dos murallas infranqueables que no toquen a uno ni otro, salen a defender son campeones gustan de luchar, vibrar, respetuoso de linaje de educación.
Nunca se fue ni se pensó, si eran dos estupendos olmos, son de las orillas, navegaban con un deporte de lucha, que infringen al navegar.
Que paso ni que vino tan estupendo sentimiento, como fue si el camiar, siempre les llevaba a ese punto donde el cariño engendrado se encuentra.
Pasaran, batallas, navegaran contra corriente, pero el amor engendrado los ara fuerte y el juego de la vida, les aran en el campo del cespe que se embarrara y se pegar a su piel sobre sus caras que se llenaran de sonrisas y cariño hacia una vida plena, llena de dificultades.
El deporte, despejara y alivia de tensiones de malestades de un día a día.
Son los clásicos, muchachotes de la tierra, de linaje de sabiduría, de raza de honestidad, de respeto y amor, que las generaciones pasadas que se entran en la sangre y se ponen sobre la piel en la piel.
Isabel Coronado
Son campeones estupendos, se esfuerzan. Luchan por un deporte de caballeros, Los Gladiadores de Mérida.
Como me emociono de que veo jugar a los hermanos Calero, son dos murallas infranqueables que no toquen a uno ni otro, salen a defender son campeones gustan de luchar, vibrar, respetuoso de linaje de educación.
Nunca se fue ni se pensó, si eran dos estupendos olmos, son de las orillas, navegaban con un deporte de lucha, que infringen al navegar.
Que paso ni que vino tan estupendo sentimiento, como fue si el camiar, siempre les llevaba a ese punto donde el cariño engendrado se encuentra.
Pasaran, batallas, navegaran contra corriente, pero el amor engendrado los ara fuerte y el juego de la vida, les aran en el campo del cespe que se embarrara y se pegar a su piel sobre sus caras que se llenaran de sonrisas y cariño hacia una vida plena, llena de dificultades.
El deporte, despejara y alivia de tensiones de malestades de un día a día.
Son los clásicos, muchachotes de la tierra, de linaje de sabiduría, de raza de honestidad, de respeto y amor, que las generaciones pasadas que se entran en la sangre y se ponen sobre la piel en la piel.
Isabel Coronado
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