Mi pequeña historia de Almendralejo

jueves, febrero 02, 2012




ARDER LA LEÑA


He visto arder la leña y las llamas lanzar bocanadas al cielo y como sus brazos derramaban calor, e hipnotizaban  y pasaban una  película desigual, que iba pasando secuencias de otras candelas, con palabras conversadas al calor de candelas ya quemadas en la que se comentaba- No hay trabajo estamos en paro no se hacer otra cosa que la fuerza de mis manos y de mi cuerpo-  - hay si tuviera estudios me comía el mundo..

Estas palabras se hablaban en conversaciones, de los años 1960, y los padres se dieron cuenta que para que sus hijos no fueran emigrantes entierras lejanas había que prepararlos desde el momento que naciera el niño-ña.
Que nada más empezar andar, debía ir ala mejor guardería, luego al instituto,  practicar deporte en polideportivos, e ir a la “Universidad” y hacer una buena carrera, y terminada; un master.
Y para saber más, obligaba la comunidad Europea  hacer  un Pros-grado, que costeaba  el joven en paro.
 Todo sacrificio era poco para estar bien, preparado y actor para iniciar se en el mercado laboral.
De seguro que  su abuelo volvería a dejar la tierra si regresado de su viaje astral y viera que sus nietos también preparados eran emigrante como lo fue.

Y volvería a recordar cuando fue a Madrid en 1970 y vio una pancarta en un puente, protestando por haber 800000, parados, cosa que era muy malo.
Y de seguro que pensaría en sus luchas obreras por que sus nietos conocieran una vida mejor.
 Donde el saber y preparación le diera a sus nietos, bienestar, nunca paro.

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