Mi pequeña historia de Almendralejo

lunes, enero 30, 2012





LA LUNA

La luna es un astro que durante toda nuestra vida nos acompaña, es una amiga que siempre esta hay, a la cual podemos recurrir.

Cuando hemos estado triste, su luz nos acompaña en la noche y orienta en momentos de desesperación y contempla en otros felices.

 En una noche de verano su centelleo  reflejado en el mar haciendo estela, por donde vemos pasar un barquito que navega hacia el horizonte lleno de ilusiones imaginativas que navegan hacia la inmensidad de los sueños .

Lugar donde nos refugiamos y viajamos usando la fantasías que van arrastrando los rayos de la Luna que brillas en las noches oscuras, haciendo ver campos y praderas, señalando un camino incierto que pasa delante de nuestros ojos.

 Y vemos como se sumerge en las aguas de un lago mientras tomamos y mojamos las manos queriendo atraparla entre los dedos y ella se escapa y avanza y volvemos a intentarlo sin lograrlo.

Que bonita es verla reflejada en la inmensidad del mar y dentro del circulo de un cubo de agua, que como un queso, vemos reflejada y queremos conseguirla y poder montarnos en ella y que nos suba a lo más alto del firmamento, para columpiarnos.

 Y Junto a la Luna, poder viajar por el espacio y que ella se olvide de mareas y de gobernar el espacio, que los astros se vuelvan locos.

Sin gobierno que las estrellas se sientan libres y viajen y se unan con constelaciones olvidadas y cansadas de ser admiradas por astrólogos, y por potentes telescopios.

Y de pronto el universo lo vemos, diferente donde los planetas giran al revés y los anillos al hacer círculos derramando felicidad que en forma de lluvias cae sobre la tierra regando amor y bienestar.

 Logrando hacer un ser humano diferente. Borrando de ellos: envidias, egoísmo , maldad y a los políticos ambiciosos los arrastren a los agujeros negros donde serán devorados .

Los seres humanos volverían a nacer sin genes de maldad y todo en bienestar.
Luna lunera haz esta noche ese milagro y un universo llenos de seres que nos amemos aunque sea unos minutos.

ISABEL CORONADO ZAMORA

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