DIA DE REYES
Lejos quedaron aquellos reyes magos, con cartas escritas que desaparecían de la mesas y nunca las volvía a ver.
y el día soñado corría a ver los zapatos llenos de caramelos y al lado su muñeca “JISELA” fue la única que tuvo en toda la niñez.
Cada REYES se volvía distinta , era magia , con ella jugaba sin cesar cada día del año pero a finales del verano el juguete desaparecía.
Haciendo presencia el día SEIS DE ENERO, pero irreconocible, la madre cada año la bestia según la muñeca que pedía la niña.
Una vecez era: de Sevillana, de comunión, un año le dijo que la quería como “Marisol” artista de la época y fue la que más le costo y la que descubrió la niña, al darse cuenta que era la del año anterior.
Pues su cara poco tenía que ver con la de la artista y con la muñeca que havia visto en el escaparate de la tienda.
Pero la ilusión era grande y de ello se encargaban sus padres, para sentir más los reyes, llenaron el suelo de la cocina de tantos huesos de aceitunas, que eran la que los majestades habían comido.
La hermana, había quedado, un cubo enorme lleno de agua para los camellos.
Un año deseo tener un peso eran tiempos malos y se preveían que a los reyes magos, no les iban a dar tiempo de entrar en algunas casas.
Los padres con sus pocos haberes salieron a comprar, al bazar de “Fernadez” el ansiado peso que una de sus hijas querían y forzando se al máximo el pesino del escaparte que tanto ansiaba el día seis estaba en los zapatos acompañado de una mandarina de caramelo comprado en la dulcería de “DELGADO”.
La hermana cuando despertó, ayo un muñeco muy cabezorro y algo deforme que el padre bautizo con el nombre de “Perico” ella le tomo tanto cariño que se acostaba con él y en cuanto volvía de la escuela ya estaba con el juguete.
La vestimenta del muñeco era de marinero, ropa realizada por la madre, pues para que costara más barato, los vendían sin vestimenta y le hacían, las composiciones que ideaban con restos de telas de los vestidos realizados.
Aquel año tuvo suerte la hermana, pues se recibió un gran paquete de la familia de Madrid, con otro muñeco, pero este precioso y muy bien vestido y a ese el padre le puso de nombre Mateo, con los dos se acostaba y como las hermanas, dormían juntas, reñían, pues los muñeco estaban fríos, hasta que lo calentaban, pero la pequeña tenia que acostarse con ellos todos los día.
ISABEL CORONADO ZAMORA
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