Mi pequeña historia de Almendralejo

jueves, diciembre 22, 2011

NUNCA SER INVISIBLE

COMO VOLVER DIJO CUANDO SALIO, PENSÓ QUE ERA UN MOMENTO, ESTABA LLOVIENDO SUS PASOS CAMINABAN, MAS QUE ANDABAN.

SE RESISTÍA AL FRIÓ CON SU SUABE REBECA, SOBRE UNA FINA BLUSA, QUE NO LE IMPEDÍA ENTRAR EL VIENTO, QUE LE LLEGABA A LA CARNE.

EL SENDERO ERA DE TIERRA Y SUS PIES SE UNDIAN EN UN BARRO BLANDO Y SUAVE QUE PENETRABA POR LA PIEL DE LOS ZAPATOS.

NO SABIA HACIA DONDE IBA, SOLO LLEGAR A UN LUGAR.

LA SALIDA DEL PUEBLO IBA A UN PINAR QUE CAÍA SOBRE UNA LADERA SIN PRISA EMPEZÓ A BAJARLO Y SE ENCONTRÓ DELANTE DE UNA CASA, ERA BONITA, LIMPIA Y DE LA CHIMENEA SALIA HUMO.

CUANDO ESTUVO DELANTE DE LA VERJA LA MOVIÓ Y CEDIÓ EN UN PUNTO, ERA UNA PUERTA, DONDE EMPEZABA UN SENDERO DE PIEDRITAS, QUE CONDUCÍA A UNA CASA.

LLAMA Y LA PUERTA SE ABRIÓ Y ALGUIEN APARECIÓ, DETRÁS DE ÉL UNA CHIMENEA LANZABA LLAMITAS Y DABA CALOR CITO A LA CASA.

SE QUITO LOS ZAPATOS Y ENTRO EN UN SALÓN LLENO DE LUZ Y DE CALOR.

QUE BIEN SE ESTABA Y LA TOMO Y UNA SUAVE MÚSICA EMPEZÓ A SONAR.

Y EL SON LES FUE INVITANDO A DAR UNOS PASOS LUEGO CON RITMO Y LA MÚSICA LES UNIÓ LES HACIA VOLAR Y VIAJAR, DONDE FUE COMPUESTO EL VALS QUE LES HIZO VIVIR LOS MINUTOS MEJORES DE SUS VIDAS.

ISABEL CORONADO ZAMORA

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