Atardecer en el pantano de Alange,  los espíritus aparecen, el ser se encuentra con ese presente y pasado, cuando el sol se va.

Sintiendo un encuentro donde las vistas se van dentro de tu mirada. 

Nunca se puede comprender, como la sencillez de un atardecer, puede llegar a ver las imágenes en el agua, que la suave penumbra deja caer en las orillas, llegando al encuentro de las miradas que buscan esa paz, que la mente en un ir y venir va depositando sobre hombros vencidos deseosos de soporta sobre ellos manos que orienten sus miras.

Bello lugar lleno de palpito sintiendo, viendo imágenes, que se proyectan sobre la suave brisa que navega rumbo a un destino que ninguno puede ver ni sentir, esta en nosotros grabado en una escalera que nos hace subir hacia rellanos llenos de sorpresas que nunca se podrían evitar.

Alange, legendario conquistas de romanos, árabes, tantas razas que han ido dejado sobre sus pobladores señales,  jenes que dejan al descubierto que estuvieron poblado tan bellos parajes, de los que quedaron embrujados para nunca  mas separarse de ellos.

ISABEL CORONADO.