Mi pequeña historia de Almendralejo

sábado, agosto 03, 2013



QUE FUE Y DONDE ESTUVO

Cuando miro esta fotografiar es sentir las palabras unidas una detrás de otra formando narraciones, que cada noche eran las únicas distracciones antes de irnos a la cama.
Ver esta fotografía es sentir el empeño que ponía en describir como fue la purificación,  fue a vil en describir este lugar.

Ponía pasión con gestos, palabras que te iban envolviendo, haciéndote ver cada imagen, lamparas que ella explicaba, se afanaba en sus explicaciones.

Era la sensación de sentir el tintineo del cristal de las lamparas, el reflejo de la luz sobre el vidrio de las lagrimas que colgaban de los brazos de cristal de la lampara.

Era suave su voz en los momentos que mas le interesaba que lo que contaba se quedara en un punto de nuestro cerebro agarrado para siempre, de pronto su tono subía, nuestros ojos se habrían expectante a la palabra siguiente, queriendo sentir ser sorprendido.

Era alucinante como veíamos lo que nos comentaba, caminábamos por esta nave donde nunca habíamos estado ni visto.

 Era una habilidad, cuando se recreaba en los altares, nos describía cada santo e imagen con tanta exactitud que hasta sentíamos necesidad de arrodillarnos por la forma que lo hacia.

De pronto se entristecía, nos decía que esta maravilla fue quemada y dentro de ella perecieron personas que la barbarie del ser humano no tiene formas ni maneras, que el rencor es el cheque peor pagado que un ser humano puede cobrar.

 Su sentir pronto nos hacia ver los horrores de una barbarie, crecimos con relatos que nos atenazaba el corazón , los mayores querían contarnos cosas bonitas de su vida pero siempre había dos partes, como si se hubieran divididos en dos, un antes  y un después.

 Y en el  medio un telón, que tapaban escenas que querían olvidar, sentían  necesidad, que lo vivido no quedara oculto sin saberse.

Sentían la necesidad que una parte de la historia de España no quedara en una hoja en blanco, que nadie se acordara de personas que dieron su sentir por cosas que no comprendíamos.

Como fue como sentir que paso , que más da si todo lo normal es caminar llegar, volver retomar, querer ese punto metido en un  baso de agua turbia que se bate se bebe, se digiere y se siente el malestar de la digestión de la historia.

Cuanto sentí, escuche, almacenado en unos recuerdos llenos de la amargura del terror sufrido por personas que se desarrollaron envueltas por el miedo que no quisieron vivir ni padecer.

Al final cada noche siempre era igual, lo mismo que la otra, la merienda acompañados por la madre y el abuelo, el padre se iba des de por la mañana hasta la llegada del atardecer   a trabajar al campo y poca ganas de conversación tenia a la vuelta de una dura tarea, labrando ajena-mente la tierra como hicieran su padre, abuelo ......................

Pero la verdad es un deseo que el ser necesita y la palabra tardara pero sabe caminar y colarse por oídos escuchan tes y llegar donde ella quiere ser oida.
ISABEL CORONADO

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