Mi pequeña historia de Almendralejo

jueves, junio 27, 2013



ANTIGUO CAMINO DE LOS TERRABLANQUEROS EN EL TERMINO DE ZARZA  Y ALANJE.

Camino hoy acotado por una finca particular.
Hace muchos años fue un trasiego  de los terrablanqueros, que con sus borriquillos bajaban de la sierra donde estaba y esta la mina, cargados de tierrablanca, muy utilizada para diversas funciones siendo entre ella y la mas habitual encalar paredes Y PARA TOSTAR LOS GARBANZOS.

Este camino era por mi conocido, por las explicaciones, que mi padre me daba, pero fue una gozada cuando con la ayuda de Faviola nos entramos en lo que fue un lugar lleno de ida y prosperidad, camino lleno de huellas de casitas, donde de ellas solo quedaban cimientos. A su lado arboles asilvestrado que se agarraban a los últimos vestigios de lo que fue su hogar. Del recuerdos de los moradores que dejaron viviendas, cuando el progresos y otras cosas abrió nuevos caminos, pudiendo desarrollar ambiciones y querencias que la cultura les ofrecía.

Fue uno de los día felices en mi vida, cuando llegamos, nos pusimos andar, como el camino ha sido en su casi totalidad adsorbido por fincas y malezas, nos tuvimos que abrir camino.
 Descubrimos un claro en la malezas, la nostalgia de un pasado que se refugiaba en el ultimo rescoldo de supervivencia, olvidado, queriendo no ser descubierto.
Subiendo la sierra dimo con la mina, y lo que quedaba del poblado que formaba el lugar, rodeados todo lo que era el desarrollo de una mina.
 Una divinidad que al ser su acceso difícil, estaba resguardad de curiosos y sobrevivía viendo caerse poco a poco todo lo que formo un núcleo laboral, con personas que con sus borricos, iban pueblos como: Almendralejo, Villafranca,  se alejaban hasta lograr vender su carga.
 Arrieros sufridos que eran sorprendidos por temporales de lluvias, vientos, durmiendo al calor de sus animales .
Odisea que debía ser reconocida y la mina recuperad y el sacrificio de estas personas sufridas luchadoras.

El espectáculo que se divisa desde la mina es inigualable, los risco,  que la rodean son escarpadas y cuando los logras superar, apenas coronar las, el espectáculo te ciega por lo que es un paisaje dominante, lleno de una dehesa, extensa, salpicado de los picos de la sierras que se sienten fuerte por tener alojadas en ellas a los castillos que gobiernan como divisores toda la comarca.

Mi tierra esta llena de sorpresa solo quien la ama logra descubrir y explicar, a otros sus conocimientos, para que disfruten con su belleza.

ISABEL CORONADO

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