--------------------SAN MARCOS
2014-----
Os voy a narrar como distintos protagonistas vivieron San Marcos
en diferentes época.
Santiago Mariña a sus 88 años, recuerda siendo un Zagal, la vísperas de la Jira, los preparativos que hacía su madre con sus
hermanas, des de bien temprano la casa se llenaba de bullicio.
A penas amanecía, los mozos se reunía en la taberna acordada
para ir al pajar y engalanar, las mulas,
con jáquimas de colores y campanillas, bien limpias con la manta de buen paño
bordada con las iniciales del mozo.
Como San marcos aparecía
todos los años como por sorpresa, era bulla compras, desde las zapatillas,
faldas y viandas. El camino hacia los riscos, montados en mulas caballos,
carros o andando.
Preparativos que empezaban con antelación, como el adorno de las
carrozas, por ser la mejor, remolques
cubiertos de flores realizadas con papel de seda.
La noche antes se hacía interminable, acostados, dando vueltas deseosos
que amaneciera.
Día, de San Marcos que parecía que iba a durar una eternidad, el
anhelo de disfruta la fiesta, en la
pradera, cantando y bailando al son de acordeones y guitarras.
Todo acompañado con vino de
la tierra y con la comida que cada cual llevara y como extraordinario una
caldereta realizada por manos expertas en la campiña
Comentaba José Coronado, que cumpliría 91 año, le gustaba ir de
siempre bien atalajado y narraba, que de joven, iba con pantalón de rayas cris y negra, botos
de media caña, camisa blanca y faja azul,
cabeza, cubiertas con un buen sombrero, comprado en sombrerería "Periron,
Tienda que estaba justo en la esquina que daba con calle San
José y Francisco Pizarro (hoy una fuente con escudo de Almendralejo), (que
despropiaron, junto con el local de venta de electrodomésticos de "Baez" y derrumbaron para hacer esta
parte más ancha.
Contaba que las calles, se llenaban de coloridos, y cantes de
romeros que sonaban a si
—Por una calle me voy por la otra doy la vuelta
La mocita que me quiera que tenga la puerta abierta.
O un limón eche a rodar y en mi puerta se paro
Hasta los limones saben que nos queremos los dos.
Partí una avellana, partí
dos partí tres y me salieron banas
Los hombres son como los avellanas.
Cada mozo montado en su mula bien en jaezada iban a las casas de
cada moza, que estaba inquieta esperando que fueran a recogerla, vestida con
una falda de vuelo o faralai, sombrero o pamela y en el pelo prendido un
ramillete de claveles o cilindras.
Se iban incorporando hacia la casa de la gira y des de allí salían
hacia San Marcos, todas juntas unos detrás de otros y delante la carroza,
presumiendo de la admiración con que
eran observados.
En un carro iban todo lo necesario que se había comprado para
degustar, otras veces cada cual ponía su comida y se juntaban todas, esto
provocaban riñas pues no todas podían llevar lo que otras con matanzas podían a
portar, causa de críticas, refriegas y discusiones, me comentan.
Había Jira que los mozos ponían el borrego y se hacía una buena
caldereta, en el campo, en un caldero de hierro de la matanza, que se ponía
encima de una gran "trebedes" sobre los rescoldos de una buena
candela.
Por lo general la moza ponía la comida, con sacrificio o no y el
mozo la juerga,
Antes de ir hacia la romería, se daban varias vueltas por el
pueblo, que se animaba des de bien temprano.
Entonando canciones de la Jira, como.
Mas de cuatro envidiosas que querían que lloviera
se han tocado las narices que ha estado un día de primavera.
O venimos de Valdorites de comernos un borrego
si no lo quieres creer aquí te traemos los cuernos.
Pues antaño muchas cuadrillas de romeros iban al Coto del Marques
A la vuelta siempre: A la virgen de la Piedad
Muchas gracias le daremos por traernos bien de esta Gira que traemos.
O al entrar en Almendralejo lo primero que se ve
a hombre y mujeres en la puerta y
las camas por hacer.
Hacia el lugar de la Gira se iba de muchas formas andando, con
carrito de mano y toda lo trole montado en él con la viandas, con bicicletas, o
andando pero nadie se privaba de tan divertida fiesta en las piedras de la
pradera de San Marco, resbalándose en la piedra Resbaladiza o metiéndose en la
querida Cueba del moro, tan añorada.
José, decía que el camino cuando niño, junto a su madre, narrándole,
historia de la ermita que hubiera en una de las márgenes del camino de Badajoz,
de los hombres de Almendralejo que lucharon en la batalla de la Albuera, que
campo a través venían huyendo apareciendo por los cabezos de San Marcos, y
cuando llegaban visita obligada ir a beber del manantial de la Fuente Santa, de
orígenes de remotos y que perdura, agua buenísima que hacía de pulga pero que te
quedaba como nuevo narraba.
Agua que caía en un receptáculo
muy antiguo especie de deposito que una vez colmado corría entre los riscos, cuesta abajo, en cascada caía a la pradera formando una gran charca con ayuda del
agua de lluvias, que una vez rebosada la barranca a travesaba la carretera y
llenaba la charca conocida por los “Gallegos” está formada al extraerse de ella
tierra para fabricar ladrillos en las
ladrillerías que hubo en la carretera de Badajoz “Ladrillería la Esperanza”.
José gustaba cada año de ir a la Jira bien vestido, el ultimo se puso sus
mejores galas, Bailo canto y rezo. Y siempre era asi, y por siempre lo
recordaremos
Vendrían aperturas escandalosas,
como fue el uso del “Pantalón” por la mujer.
Corría 1960, cada año de esta década, es un escándalo y sería en
los San Marcos de este tiempo, cuando se empieza a usar por comodidad o
simplemente porque la juventud trae y lleva y luego todos lo asumimos.
Para la mujer, fue una
osadía usar pantalón!, dura lucha pues las madres se negaban, las jovencitas se ponían los de los hermanos.
Recuerdo que me pase un año ahorrando para comprarme uno , era
azul turquesa, el más moderno. Como lo mire en el escaparate, conque regusto lo
puse en la silla la noche antes de San
Marcos.
Aquel año el pantalón, fue la novedad y el sufrimiento de madres,
mientras jóvenes deseosas de cambios.
Para más deleite de lucimiento,
se pasaron todo el día de San Marcos andando al pilar de Tiza y al chales de
Ramos Perez que dejaba que entraran las gentes del pueblo haber sus jardines, el
caso era divertirse reír y ser feliz, Baile en la discoteca las Rocas, allí la
juventud se pasaba todo el día sin acordarse de comer.
Pasaron los años en 1987, se hizo la primera misa de campaña, en las
lomas de los Olivos. Vinieron emigrantes a ella, la Asociación de Amas de casa
nuestra señora de la Piedad, Recuerdo su desenlaza la ayuda mía y la de otras
compañeras, ayudo durante la misa y la subasta de artículos donadas para hacer
la ermita.
Yo tengo guardado el atuendo que lucimos aquel día, falda roja,
camisa blanca y pañuelo al cuello rojo con un numero en un pico para el sorteo
de un jamón.
La historia la hacen las personas y las cuentan quien las viven,
la cada San marcos es un despertar.
ISABEL CORONADO
BUEN SAN MARCOS
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home