Mi pequeña historia de Almendralejo

miércoles, octubre 01, 2014



LA VEJEZ

Paseando con mis nietos, mirando les su caritas hemos hablado, palabras calladas, una conversación intensa.
 Como la vejez no llega de pronto, se instala en nosotros poco a poco sin apenas darnos cuenta, con paso silencioso, pero seguros.
 Te hace creer que eres el mismo, pero de pronto te das cuenta que tu evolución va tocando: puntos y comas y puntos aparte.
La mirada de Adrian era intensa como dándome palique y diciendo que el estaba augusto, viéndome.,

 Quería apresurarse en crecer, para camianar a mi lado y escucharme tantas historias que no quería perderse.
Mi querido Pablo es jaleado simpático a rabiar, nada más veme me ofrece su mejor sonrisa, patea y me tiende sus manos con premura diciendome que se siente feliz de verme, y cogerme las manos , cuando logro cogerlo, me acaricia con sus dulces manitas regordetas, .

Con los hijos nos perdemos cosas que con los nietos queremos recuperar, pero lo perdido no se recupera.
ISABEL CORONADO

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