LA VEJEZ
Paseando con mis nietos, mirando les su caritas hemos hablado, palabras calladas, una conversación intensa.
Como la vejez no llega de pronto, se instala en nosotros poco a poco sin apenas darnos cuenta, con paso silencioso, pero seguros.
Te hace creer que eres el mismo, pero de pronto te das cuenta que tu evolución va tocando: puntos y comas y puntos aparte.
La mirada de Adrian era intensa como dándome palique y diciendo que el estaba augusto, viéndome.,
Quería apresurarse en crecer, para camianar a mi lado y escucharme tantas historias que no quería perderse.
Mi querido Pablo es jaleado simpático a rabiar, nada más veme me ofrece su mejor sonrisa, patea y me tiende sus manos con premura diciendome que se siente feliz de verme, y cogerme las manos , cuando logro cogerlo, me acaricia con sus dulces manitas regordetas, .
Con los hijos nos perdemos cosas que con los nietos queremos recuperar, pero lo perdido no se recupera.
ISABEL CORONADO
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home