CAMPOS DE LA COMARCA DE BARROS--PADRON DEDONDO

COMO LLEGA

Como llegar y poseer la virtud de encontrar la dimensión que se abre y deja el paso para inducir los momentos vividos.
 Como era  el pueble-cito de casa blancas en veranos . cuando los sueños volaban sobre los lagos del parque de la Piedad sobre el silencio de las platas bañadas por los susurros que brillaban sobre el verdo de los cantos blancos de los quejas de las ramas.
 Caminar por senderos de aquel parque en aquel rincón, banco donde los besos intensos de la juventud se hacían melosos, bautizaban con palabras de tanto amor.
Damas de señores amantes de sueños, donde cada cual con su juventud vivida, se fue ron los momentos en dimensiones perdidas.
 Canciones llenas de amor paladeadas en un bailes abrazadas por sueños, revolando
sobre los brazos llenos de ternura que la música movía.
Nunca se fue ni se quedo, ni vino ni se quedo, el viento de la noche moviendo el pelo acariciando mejillas soñadoras ,  Aquellos ojos que miraban y esculcaban buscando la inconsciencia de lo desconocido, mirar aquel fondo de pensamientos que se turbaban antes palabras, llenas de besos.
 Separación cada noche perdón ante cualquier pelea, deseos de volver a encontrarte con la caída de la noche, y sen ir los deseos y anhelos de formar juntos un todo. Música resonante que navega hoy por mis dedos deslizándose por teclados que navegan sobre ideas y pensamientos navegantes en bar quitos que buscan puertos donde anclar.
Se llamaba amor, se tendió sobre las ideas sin soledad ni encuentro, vencidos por loas palabras sordas, diciendo donde esta el mundo nuevo , desando tener suerte cruzar un camino con un destino que la suerte lleve al encuentro del destino navegante, sin dejar de mirar ni estar sola bella y encantado arrastrando los gestos, llenos de la palabra que lleva a un un deseo, donde se forma la seducción , que la mano tiende lanzando, al encuentro de un amigo, con alas de gavilán, de palabra fácil, convertido en paloma. Es el paso que la vida, cruzando, ríos mares y  aveces sin puentes para pasar.

ISABEL CORONADO