ONCE DE MAYO--
A MANUELA ZAMORA Y JOSE CORONADO, VIANDANTES DE LA VIDA, QUE EN LAS ORILLAS DEL CAMINO ESPERAN CON AMOR A SUS AMORES
Su fuerza, la recogemos en nuestro día a día.
Hoy hemos andado, por el camino, sintiendo sus comentarios del lugar, que fue de tanto transito. Percibido el olor de la tarde, hemos sentido el viento suave acariciarnos cuando el sol se va y la frescura sale a recivir al viandante.
La puesta de sol que hemos contemplado ha sido como estar con ellos en una naturaleza esplendida en el camino Molino.
Un prado de Amapola para homenajear a nuestra madre, que florece entre trigales, esplendida, dando le color al paisaje, llena de humildad, de amor, llamando a la vista para ser querida. Amapola, agradecida como una madre, todas las primaveras esta, siempre la encuentras en un recove to. Flor de pétalos subes como las manos de una madre. Hoy como siempre han caminado a nuestro lado, y su amor anidado en nuestro corazón esta unido a y trasmitido a los suyo.
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