UN PASEO POR EL CABEZO REDONDO EN LA COMARCA DE BARROS
ALMENDRALEJO
Es una delicia el caminar por este lugar, tobogán de cuestas, cruces de caminos y padrones que van a su lugar, todos con una precisión, que solo el agricultor conoce.
Senderos polvorientos y embarrados con las lluvias, barro rojo que se adhiere como una mano, poseedora de querencias.
Sus puestas de sol, monumentales, ver la caída del astro rey poseyendo la colina altiva, que se apodera de la mirada haciendo se dueña de los rayos que se van ocultando en las entrañas de la arcilla de barros.
Cuando empieza a brotar las viñas es un descubrir cada, años naturaleza pura, donde se va convirtiendo la cepa seca en letargo, en vida viendo los brotes rollizos que se despiertan como cada año a la vida.
Ver como los primeros racimos se van haciendo presente, sus pámpanos, que se lían ha todo aquello que se agarre a el.
Las hojas cubriendo la deshabitada planta, para refugiar la de la climatología.
El cabezo Redondo, legendario de ver pasar historias por sus praderas, sediento de sed cuando la sequía, seca y agrieta la tierra.
Lo que este morro de tierra, habrá visto, conocido y dejado pasar, mientras meditaba y veia que la vida (es siempre la misma).
ISABEL CORONADO
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