HISTORIA DE JOSELITO

La historia que a continuación os cuento es de un niño que se llamaba Joselito amigo de lo imposible atrevido, osado no había cosa que su mente no lo discurriera eran tiempos del siglo pasado cuando los niños se iban del pueblo al huerto andando.

 Aunque sus padres no querían pero Joselito se escapaba y se le aparecía a su tío Dionisio, que estaba en aquel momento regando,  le decía Joselito,- no te metas por ahí que me vas a estropear el sembrado.-

 Joselito iba detrás de su tío su tío, al regar había halagado mucho la tierra Joselito iba con el pie, tapando y se quedaba atrapado-

 Muy enfadado su tío, lo meneo un poco y sacó de allí y le dijo,  anda vete donde sea pero que yo no te vea--

 Cosa que Joselito lo llevó a rajatabla, no tuvo mejor ocurrencia que con una varita caminar,  por el camino, angosto que veía varazo que le pegaba al pobre insecto, al que no no quedaba sin una pata, era un ala, así fueron formando los pobres saltamontes,  una larga fila muy maltratados.

 Que fueron en busca del angosto, traumatólogo para que la arreglaran un poco, se dijo a Joselito hay que darle una lección.

No sabe que voy a llamar a mis amigas las hormigas que vengan a ayudarme, las llamó con una trompeta, que era el canuto de un cereal.

  Empezó a soplar y acudieron todas las las hormiga,--- qué quieres traumatólogo langosta--.

 Pues aquí está pasando que Joselito, aburrido langosta que ve, ya las está viendo, la que no va con una muleta va con dos muletas.

 Una desgracias para las langostas, que podemos hacer, pues mira amigas hormigas a cambio de que me ayudéis, las familias de los heridos os van a traer ricos granos a la puerta de vuestro hormiguero.

 Pero vosotros tenéis que gatear por aquí por este árbol, pegaros todos esta rica fruta, para ello tenéis que cambiar de color, que Joselito no se dé cuenta de que están ahí todas ahí en la fruta.

 Entonces empieza a llamar con la trompeta, llegándole a Joselito un zumbido, va detrás del sonido,   despacito,-- !oh! que melocotón más bueno.

 Las hormigas que estaban allí pegadas que hicieron escupieron todas a la vez un pegamento, que se le quedó pegado a la mano de Joselito, al árbol, por más que se quería despegarse, de la rama del árbol.

 A si que no se despegaba, que pasó que gracias a eso tuvo pegado todo el santo día a la  ramas.

 Joselito dónde está Joselito, que no aparece dónde, se habrá ido Joselito, de pronto hay una gran tormenta-

 Empieza a llover, zumba zumba zumba alargarse al campo y a Joselito ya le llegaba el agua por las rodillas,  cuando de pronto su tío José lo divisa,  - mira dónde está este muchacho, con la que esta cayendo.

Va hacia él muy enfadado, lo toma del brazo y le dices - pero que haces diablillo--

Anda para la casa del huerto, al tomarlo de la mano se le queda pegada a la del niño y esto que es.

Anda lávate la mano en ese charco, que se esta inundando todo esto.

Asustado el crio y temeroso por la riña de su tío se prometía no hacer ningún mal.

ISABEL CORONADO