CAROLINA CORONADO
GRAN POETISA
CAROLINA CORONADO
ESTO QUE VAIS A LEER ME SUPUSO UN TRABAJO DE DOS MESES.QUITÁNDOLE HORAS AL SUEÑO, PERO VALIÓ LA PENA.
DEDICADO TONI BOTE,GRAN AMIGA Y PERSONA,
TRABAJO REALIZADO CON SUMO GUSTO PARA LA ASOCIACIÓN DEL MERCADO, EN NOVIEMBRE DEL 2008.
DISFRUTE BUSCANDO DOCUMENTACIÓN Y LEYENDO LIBROS SOBRE LA OBRA DE TAN GRAN POETISA
ME ALEGRO QUE ME PIDIERA ESTE TRABAJO QUE ME HIZO SABER MÁS DE TAN GRAN MUJER.
LEER Y DISFRUTAR, QUE CON SUMO GUSTO OS LO REGALO, SOLO QUEDARME UNA BREVE OPINIÓN.
Victoria Carolina Coronado Romero de Tejada, nació en Almendralejo el 12 de diciembre de 1820, en el numero seis de la plaza del Altozano o de abastos, después llamada plaza vieja, y actual parque de Espronceda. Así consta en el Archivo Parroquial de la Purificación.
Se ha especulado sobre la fecha de su nacimiento, Ángel Fernández de los Ríos biógrafo, sembró confusión al situarla en 1823 y Ramón Gómez de la Serna dijo en 1821.
Baile de fechas que confundió a generaciones y también a su marido el diplomático Horacio J. Perry. Cuando les comunica a sus hermanas su matrimonio y que ella era un mes mayor, cuando, eran tres años, él nació el 23 de Enero de 1824.
Carolina tuvo tres hermana, Matilde, Julia y Virginia) y cuatro hermanos (Fermín, Pedro, Ángel y Emilio).
Durante su niñez, como era costumbre, ayudara a su madre, en tareas domesticas y cuidar a sus hermanos, a los que le dedica varios poemas y al más querido Emilio.
La capacidad de Carolina para versificar (componer versos) fue extraordinaria, antes de aprender a escribir ya componía poemas.
Como el realizado a la muerte de una Alondra, escrito por su hermano, pues ella aun no sabía hacerlo, no conservadose, al servir el papel de mortaja al pajarillo.
El siglo de su nacimiento estará lleno de represiones, tragedia e ideales románticos, generación que busca un lugar en el mundo, donde la violencia y la muerte serán experiencias que pronto a prendera la poetisa, al nacer en una familia liberal.
Cuya estirpe era natural de Campanario des de el siglo XVI, formada por linajes de Hidalgos rurales (nobles) y hombres de letras.
El padre de Carolina Coronado, Nicolás Coronado y Gallardo, era natural de Villanueva de la Serena y había venido a Almendralejo, de joven para representar en la Comarca de Barros, jabones de la fábrica que la familia materna poseía en Villanueva. También fue secretario interino en 1835 al crearse la Diputación de Badajoz.
Nicolás Coronado contrajo matrimonio en Almendralejo, con Mª Antonia Romero, hija de Pedro Romero de Tejada, Natural de Nieva de Cameros, (la Rioja), establecido en la villa, para dirigir un banco y casando con María Falcón.
Fermín Coronado abuelo y padrino de Carolina, ocupo diversos cargos públicos al servicio de las Cortes de Cádiz. Después del trienio liberal será causa de persecuciones por parte de los absolutistas.
En 1820 con el alzamiento de Riego, tiene lugar por partidario del rey en Almendralejo desordenes, siendo el anciano Don Fermín, encarcelado en la localidad.
Al plantar cara él y su hijo al absolutismo y tiranía de Fernando VII, al ver como intenta pisotear la constitución, que había defendido, son encarcelados y despojados de sus vienes, por su oposición al monarca, los absolutistas conseguirán una orden de encarcelamiento del rey, que no puede mandar lo al patíbulo, al ser persona respetada en España y querida en el pueblo y misteriosamente es asesinarlo en la cárcel de Badajoz.
Será años des pues, cuando el marido de Carolina, en una carta escrita en 1852 aclarara que el abuelo de su esposa fue ejecutado secretamente por orden de Fernando VII, por sus principios liberales y confiscado sus bienes, al igual que el padre de la poetisa, por defender la constitución y oposición al monarca, expropiado su capital y es encarcelado.
La familia entonces para estar más cerca, se tras lada a Badajoz, la poetisa tenía ocho años y a su llegada lo ve como un pueblo grande, viejo y destartalado, con calle tortuosa y lugares pintorescos, que había ido creciendo sin orden, con casonas blasonadas, don de las campanas de la catedral marcaba la vida de los pacenses,
Sufrirá al visitar en la cárcel a su padre y como su madre era victima de insultos y de aberraciones por los absolutistas, al ir todos los dias a ver a su marido, para darle aliento, dejando estos sucesos la marca de la tristeza en ella, que a lo largo de su vida sentirá repulsa hacía la opresión y defensora de libertades humanas.
La época que le toca vivir, la turbara y marcara su espíritu sensible, pero no impedirá que su sabiduría de niña precoz despierte, en estos años claves para el desarrollo personal y literario de la futura escritora.
La boda de Fernando VII, con Maria Cristina de Borbón en 1829, dará lugar a unas anmistías, que permitirá la libertad de su padre, el drama familiar por su estancia en la cárcel, dará mucho sufrimiento a la familia y a su liberación la alegría, la ara componer un poema, dedicado a la infanta María Cristina en agradecimiento.
En uno de los lugares que familia, habitara, será en la calle Doctor Lobato nº 4, casa sobria y elegante de una familia extremeña acomodada, perteneciente al edificio de la catedral, comprada por Don Nicolás Coronado, por un proceso de desamortización, saliendo a subasta por 37000 reales y vendida por 110.000,.
A ella le gustaba recrearse, cuidando el patio y jardín y junto al pozo de agua fresca, a la sombra del parral, refugio de niñez y adolescencia, distrayendo se con el roció de una flor o el vuelo de un pájaro, inicio de una pronta poesía, fue amante de la naturaleza, la vida urbana la consideraba llena de intereses materiales y codiciosos.
Sus primeros años de vida los pasara entre Almendralejo y su entorno, inspiración de sus obra más poética será Sierra Jarilla ( Salvatierra de los Barros) y Bótuoa, lugar lleno de encinas y atravesado por el rió Gévora, y la ermita de la virgen de Botua, su leyenda unido al paisaje lindando con Portugal captara su sensibilidad.
En Sierra Jarilla escribirá “Amor de los Amores” a la muerte de Alberto.
Residiera en la capital pacense, pero sobre todo en el campo, hasta 1847 donde por cuestiones de enfermedad viajara a: Sevilla, Cádiz, Madrid y un largo viaje con su padre por Europa, en él que escribiría del Tajo al Rin.
Al nacer en una familia rural acomodada, será educada como marcaba la sociedad de la época, en su casa bajo la dirección de su madre, Doña Antonia Romero de Tejada, que intentara enseñarle los conocimientos caseros, adquirido de su progenitora: sencillez, orden, economía, hacendosa, recatada, abnegada, empleando se a fondo, en la moral, religiosidad, labores, bordados y encajes.
Carolina revelara lo poco que le atraían estas tareas, contaba que en cuestión de labores la enseñanza fue selecta, en lo referente a los estudios, escasa, todo se volcó en la ciencia del pespunte, bordado y encaje extremeño que era tan enredoso como el código latino donde no hay un punto que no ofrezca enredo.
Su madre quería que adquiriera los conocimientos que una buena esposa debía saber, pues en otras disciplinas la pobre mujer no había sido formada, a un así sabía, que eran imprescindibles para una señorita elegante, otras enseñanzas que la burguesía iba imponiendo.
Como hacer salir a la mujer del enclaustramiento de la casa y mantener vida social: paseos, tertulias de ambos sesos, baile, saber escribir y contestar cartas, pintar, tocar el piano, leer libros de formación cristiana ect.
Son aires nuevos que escandalizan a su madre y coinciden con la niñez y adolescencia de Carolina, que adquiere todos estos conocimientos. Pintara y expondrá cuadros en el Liceo de Badajoz, conservándose dos acuarelas de sus manos, en el palacio Cacereño, que fuera del conde de Castillejo.
En la música fue alumna aventajada, en tocar el piano y el arpa.
Leer le apasionara contrariando a su familia, atada a otras costumbres, que con su oposición le provocaran gesto de rebeldía y la aran devorar lectura.
Su madre llegara a prohibírselo, para hacer las tareas domesticas que tenia abandonadas.
Teniendo que leer de noche, casi a oscuras, sustrayendo, libros de la biblioteca familiar o prestados, los cuales memorizaba. No era mujer de la época que le tocaba vivir, el tener su propio criterio personal, la hacía marcar su destino, sus ansias de saber y gran intuición, dejaban ver la gran poetisa que sería.
Aprenderá sola el francés, manteniendo una conversación con un particular acento, que ella con inteligencia sabía llevar, pues su formación fue auto didáctica.
Le apasiona la lectura de Tarso, Petrarca y Lamartine y sola traduciría obras de autores italianos
Tenía páginas favoritas de la obra de Santa Teresa, Fray Luis de León, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Menéndez Valdez y otros, aprendiendo de todos ellos.
Adolescente rebelde, llena de angustias, que la hacen violenta, al sentir las criticas de otras mujeres y hombres, firmes oponentes a sus ideas.
Creara su propio mundo, lleno de seres inventados, unas veces querrá convertirse en tórtola y otras flor de Adelfa arrastrada por el rió Gévora, o ser una golondrina y viajar a la lejana África otras, sentirse mecida por un soplo de Aquilón (viento del Norte)
Su tío, Don Pedro Romero, fue presidente de la Audiencia de Sevilla y Diputado de la Corporación Provincial Pacense, que animara en sus afanes a Carolina y será intermediario, al enviar algunos de sus poemas, al dramaturgo Juan Eugenio Hartzenbusch, aunque en principio no son contestados, su tesón lograra que su tío, siendo amigo del escritor, se lo presente, logrando que le preste atención, al ser persona amable, al servicio de los escritores noveles y decisivo para ella.
Su corta edad y audacia, no la amilanara, llamado la atención a un hombre entregado a escribir y múltiples cuestiones como era Harzenbuzch.
Los primeros trabajos de Carolina los revisara y corregirá, dejando los corregidos en casa de otro tío materno, Don Manuel Romero Falcón, para que se los entregue a la escritora.
Al componer “A la Palma”, tenía la frescura de los quince años y la fantasía de la adolescencia, publicada en 1839 por el periódico Madrileño, el “Piloto”, editado por Alcalá Galiano y el extremeño Donoso Cortes.
Publicación que ara que se sepa de su esplendida belleza en Madrid, donde los románticos la empiezan a idolatrar y Espronceda al leer “A la Palma” dedicara estos versos. “A Carolina Coronado después de leída su composición A la Palma”.
Dicen que tienes quince primaveras
y eres portento de hermosura ya,
y que en tus grandes ojos reverberas
la lumbre de los astros inmortal.
Juro a tus plantas que insensato he sido
de placer en placer corriendo en pos,
cuando en el mismo valle hemos nacido,
niña gentil, para adorarnos, dos
Torrente brota de armonía el alma;
huyamos a los bosques a cantar;
dénos la sombra tu inocente palma ,
y esposa tu virgen soledad.
Mas ¡ay! perdona, virginal capullo,
cierra tu cáliz a mi loco amor,
que nacimos de un aura al mismo arrullo,
para ser, yo el insecto; tú, la flor.
Sin embargo no tendrá noción de esta poesía dedicada por Espronceda hasta 20 años después, en el Liceo de Madrid que se la leen.
Los poemas “A la Palma y a las Mariposa”, le producirán grandes angustias, al ser tachada de audaz e irónica, escribiendo una vez más a Hartzenbusch, cartas, donde el dramaturgo ve aflorar, la vocación literata de una jovencita atrevida, con una adolescencia inadaptada, en constante desazón.
Al igual que otros románticos esconderá sus turbaciones y angustias, en un espíritu inquieto, donde la sonrisa y gloria esconde un alma desgraciada, con contradicciones que la llena de una pena, que ni ella misma acertara saber donde nacía.
Guiada por su corazón, abatido y melancólica, y sus principios liberales le aran sentir la necesidad, de compone una poesía social, o abanderar el batallón, formado en Badajoz de voluntarios anticarlistas, cuando tuvo lugar el abrazo de Vergara, en 1838.
La Diputación en agradecimiento, le regala una sortija de brillante, por el esfuerzo realizado.
Extraño gesto de una jovencita triste y solitaria, pero ejemplo del romanticismo heroico impulsivo de aquella generación. Ella, ignoraba la admiración que estaba desencadenado, metida en su mundo interior, refugio de inquietudes, tristeza enfermiza y depresiva que aumentara a medida que avancen los años.
Gran parte de la angustias juveniles, son provocadas por el medio que la aprisiona y deseo de desarrollar su talento y salir de la mediocridad y alcanzar el éxito, logrados por pocos, difícil para una chiquilla, donde la mujer intelectual no es considerada, sus aspiraciones prohibidas, provocndo burlas.
Ella misma se queja a Hartzenbusch de la presión social que tiene que aguantar, le contara su rechazo hacia otras tareas que no fuera escribir.
Se quejaba del atraso de la población donde vive, en la cual era un acontecimiento que una mujer hiciese versos, sin ningún maestro, considerado por los hombres copias y las mujeres ni las comprendían y solo sentían envidia.
Pero aun así, esto no servía de impedimento, pues ella no estaba dispuesta a renunciar al placer de componer.
Tendrá que enfrentarse con reacciones que desaprobaran sus ideas literarias, se ara fuerte y creara un difícil equilibrio entre la voluntad propia y la del entorno.
El Sr Tejado le dará algunas lecciones de literatura, que tenia que suspender ante las tareas domesticas o asistir a paseos, ante una sociedad extremeña, que rechaza que estudie una mujer y llegue a ser catedrática, cosa que provoca escándalo y risas.
Y decía la poetisa, cada mujer nace ya temiendo las diferentes opiniones ajenas y el ridículo.
Carolina evitaba labores y saciaba estudios que su familia prohibió, leyendo en las horas de sueño debilitando su salud, su madre tratara de atajar, pero ella se aferrara más, al componer versos conservándolos en la memoria, causando distracciones en tareas caseras, que provocan risas, a extraños.
Decidiendo antes de levantarse dedicar una hora a meditar, pero el poeta no puede vivir así, con burlas, incomprensión y envidias, por eso sentía que en el campo estaba la verdad de la vida.
Su romanticismo esta más próximo a Beethoven, Byron y los Lakistas ingleses, que eran considerados románticos rurales.
Su romanticismo la hacia sensual y temperamental, al ser mujer le estaba prohibido expresarse libremente como un hombre, cosa que le obliga a refugiarse en la naturaleza, sintiendo se prisionera de un sistema, donde el vuelo de una tórtola le hacía sentirse en libertad, igual que las aromas del campo que libres viajan por los rincones de la campiña.
A los veinte años su inteligencia despierta, estará en constante forcejeo con el género masculino, que desprecia a la mujer brillante.
Admiradora de la poetisa griega Safo, compone” los Cantos a Safo” y “el Salto de Léucades”, Carolina no quiere solo recordar a una poetisa griega sino, utilizarla para expresar la inteligencia y belleza de la mujer, en una constante riña por demostrar la nulidad, entre la mujer convencional y la creadora, dando a conocer el talento innovador, e invencible ante la fémina bacía, que sucumbe el hombre.
Provoca escándalo en las composiciones donde poner similitud entre Safo y Santa Teresa de Jesús.
Sus versos son corregidos entre 1840 y1843 por Juan Eugenio Hartzenbusch.
Carolina ira madurando literariamente y sicológicamente, en constante choque de intransigencia, que la enseñaran a dominarse, creando un mundo poético propio, evitando desafíos a los dictados de la sociedad que le rodea.
Reflejara a la mujer y sus inquietudes en el filo de lo prohibido, hace cuatro composiciones a flores. A si cantara a la Amapola, la cual se afana por abrirse a los rayos del sol, que es la gloría acaba siendo abrasada por unos minutos de esplendor.
El Lirio, olvidado y escondido donde alcanza su vejes sin que nadie se percata de su belleza.
El Girasol escomo una encarnación de la escritora. Desvergonzada flor ansiosa de gloría, que desprecia las recatadas horas de la noche, a la espera creadora del sol, fuente de la vida.
Más flor y mujer en su ambición, persiguiendo esplendor, pagaran con la oscuridad y desprecio del astro.
La mujer como la flor su destino es la sumisión y la oscuridad del silencio, Composición que refleja su tensión ante la sociedad, y clama con sus versos sentimientos hacia ese marido, verdugo encarnación de una especie maligna que la sociedad alimenta.
En 1843 Se publicara en Madrid la primera colección de poemas de Carolina Coronado, dedicados a su tió Pedro Romero, que siempre la alentó, con prologo de Juan Eugenio Hartzbunsch, de la mano del dramaturgo no pudo tener mejor presentación.
El Romanticismo se mantenía en su apogeo y la poetisa tenía, belleza, juventud, ingenio y algo en su interior que la hacia sentirse desgraciada, cosas vitales para ganarse a la juventud romántica a Espronceda y otros poetas que la acogieron.
Un capitulo en la vida de Carolina se cerraba, quedando a tras su vida provinciana, con versos prohibidos, quehaceres, juegos, la niña y adolescente, murió al publicarse su primer libro.
Fue una Revolución Social, siendo con Gertrudis de Avellaneda, las primeras, en hacer una generación de poetisas, con Vicenta García de Campanario, Robustiana Armiño de Galicia, Amalia Sonallosa, María Cabezudo de Badajoz,, Ángela Grassi, Encarnación Calero, Tomasa Gonzalez, fueron pioneras en abrir camino a otras mujeres, como Emilia Pardo Bazas, Rosalía de Castro ect...
El critico Gustavo Devill, defensor de la poetisa, considera su obra “ Sigea” la mejor, traducida al francés, y Norte América, lo ara William Cullen Bryant, siendo admirada su poesía por el presidente Abran Lincoln.
Sin embargo Carolina, sumamente conocida en el siglo XIX es olvidad en el siguiente siglo. Los diccionarios y libros de literatura hablan poco de su obra, cuando lo hacen, es para asignarle errores sus detractores.
Su obra poética es merecedora de ser conocida, por el “ polimorfismo” (variedad) en la
métrica, y uso de los adjetivos y “sinestesias” (sensación variada de una localización).
Fue centro de atención de la prensa y revistad feministas a perecidas en España en el siglo XIX abriendo una puerta al feminismo.
.ISABEL CORONADO ZAMORA
CAROLINA CORONADO
ESTO QUE VAIS A LEER ME SUPUSO UN TRABAJO DE DOS MESES.QUITÁNDOLE HORAS AL SUEÑO, PERO VALIÓ LA PENA.
DEDICADO TONI BOTE,GRAN AMIGA Y PERSONA,
TRABAJO REALIZADO CON SUMO GUSTO PARA LA ASOCIACIÓN DEL MERCADO, EN NOVIEMBRE DEL 2008.
DISFRUTE BUSCANDO DOCUMENTACIÓN Y LEYENDO LIBROS SOBRE LA OBRA DE TAN GRAN POETISA
ME ALEGRO QUE ME PIDIERA ESTE TRABAJO QUE ME HIZO SABER MÁS DE TAN GRAN MUJER.
LEER Y DISFRUTAR, QUE CON SUMO GUSTO OS LO REGALO, SOLO QUEDARME UNA BREVE OPINIÓN.
Victoria Carolina Coronado Romero de Tejada, nació en Almendralejo el 12 de diciembre de 1820, en el numero seis de la plaza del Altozano o de abastos, después llamada plaza vieja, y actual parque de Espronceda. Así consta en el Archivo Parroquial de la Purificación.
Se ha especulado sobre la fecha de su nacimiento, Ángel Fernández de los Ríos biógrafo, sembró confusión al situarla en 1823 y Ramón Gómez de la Serna dijo en 1821.
Baile de fechas que confundió a generaciones y también a su marido el diplomático Horacio J. Perry. Cuando les comunica a sus hermanas su matrimonio y que ella era un mes mayor, cuando, eran tres años, él nació el 23 de Enero de 1824.
Carolina tuvo tres hermana, Matilde, Julia y Virginia) y cuatro hermanos (Fermín, Pedro, Ángel y Emilio).
Durante su niñez, como era costumbre, ayudara a su madre, en tareas domesticas y cuidar a sus hermanos, a los que le dedica varios poemas y al más querido Emilio.
La capacidad de Carolina para versificar (componer versos) fue extraordinaria, antes de aprender a escribir ya componía poemas.
Como el realizado a la muerte de una Alondra, escrito por su hermano, pues ella aun no sabía hacerlo, no conservadose, al servir el papel de mortaja al pajarillo.
El siglo de su nacimiento estará lleno de represiones, tragedia e ideales románticos, generación que busca un lugar en el mundo, donde la violencia y la muerte serán experiencias que pronto a prendera la poetisa, al nacer en una familia liberal.
Cuya estirpe era natural de Campanario des de el siglo XVI, formada por linajes de Hidalgos rurales (nobles) y hombres de letras.
El padre de Carolina Coronado, Nicolás Coronado y Gallardo, era natural de Villanueva de la Serena y había venido a Almendralejo, de joven para representar en la Comarca de Barros, jabones de la fábrica que la familia materna poseía en Villanueva. También fue secretario interino en 1835 al crearse la Diputación de Badajoz.
Nicolás Coronado contrajo matrimonio en Almendralejo, con Mª Antonia Romero, hija de Pedro Romero de Tejada, Natural de Nieva de Cameros, (la Rioja), establecido en la villa, para dirigir un banco y casando con María Falcón.
Fermín Coronado abuelo y padrino de Carolina, ocupo diversos cargos públicos al servicio de las Cortes de Cádiz. Después del trienio liberal será causa de persecuciones por parte de los absolutistas.
En 1820 con el alzamiento de Riego, tiene lugar por partidario del rey en Almendralejo desordenes, siendo el anciano Don Fermín, encarcelado en la localidad.
Al plantar cara él y su hijo al absolutismo y tiranía de Fernando VII, al ver como intenta pisotear la constitución, que había defendido, son encarcelados y despojados de sus vienes, por su oposición al monarca, los absolutistas conseguirán una orden de encarcelamiento del rey, que no puede mandar lo al patíbulo, al ser persona respetada en España y querida en el pueblo y misteriosamente es asesinarlo en la cárcel de Badajoz.
Será años des pues, cuando el marido de Carolina, en una carta escrita en 1852 aclarara que el abuelo de su esposa fue ejecutado secretamente por orden de Fernando VII, por sus principios liberales y confiscado sus bienes, al igual que el padre de la poetisa, por defender la constitución y oposición al monarca, expropiado su capital y es encarcelado.
La familia entonces para estar más cerca, se tras lada a Badajoz, la poetisa tenía ocho años y a su llegada lo ve como un pueblo grande, viejo y destartalado, con calle tortuosa y lugares pintorescos, que había ido creciendo sin orden, con casonas blasonadas, don de las campanas de la catedral marcaba la vida de los pacenses,
Sufrirá al visitar en la cárcel a su padre y como su madre era victima de insultos y de aberraciones por los absolutistas, al ir todos los dias a ver a su marido, para darle aliento, dejando estos sucesos la marca de la tristeza en ella, que a lo largo de su vida sentirá repulsa hacía la opresión y defensora de libertades humanas.
La época que le toca vivir, la turbara y marcara su espíritu sensible, pero no impedirá que su sabiduría de niña precoz despierte, en estos años claves para el desarrollo personal y literario de la futura escritora.
La boda de Fernando VII, con Maria Cristina de Borbón en 1829, dará lugar a unas anmistías, que permitirá la libertad de su padre, el drama familiar por su estancia en la cárcel, dará mucho sufrimiento a la familia y a su liberación la alegría, la ara componer un poema, dedicado a la infanta María Cristina en agradecimiento.
En uno de los lugares que familia, habitara, será en la calle Doctor Lobato nº 4, casa sobria y elegante de una familia extremeña acomodada, perteneciente al edificio de la catedral, comprada por Don Nicolás Coronado, por un proceso de desamortización, saliendo a subasta por 37000 reales y vendida por 110.000,.
A ella le gustaba recrearse, cuidando el patio y jardín y junto al pozo de agua fresca, a la sombra del parral, refugio de niñez y adolescencia, distrayendo se con el roció de una flor o el vuelo de un pájaro, inicio de una pronta poesía, fue amante de la naturaleza, la vida urbana la consideraba llena de intereses materiales y codiciosos.
Sus primeros años de vida los pasara entre Almendralejo y su entorno, inspiración de sus obra más poética será Sierra Jarilla ( Salvatierra de los Barros) y Bótuoa, lugar lleno de encinas y atravesado por el rió Gévora, y la ermita de la virgen de Botua, su leyenda unido al paisaje lindando con Portugal captara su sensibilidad.
En Sierra Jarilla escribirá “Amor de los Amores” a la muerte de Alberto.
Residiera en la capital pacense, pero sobre todo en el campo, hasta 1847 donde por cuestiones de enfermedad viajara a: Sevilla, Cádiz, Madrid y un largo viaje con su padre por Europa, en él que escribiría del Tajo al Rin.
Al nacer en una familia rural acomodada, será educada como marcaba la sociedad de la época, en su casa bajo la dirección de su madre, Doña Antonia Romero de Tejada, que intentara enseñarle los conocimientos caseros, adquirido de su progenitora: sencillez, orden, economía, hacendosa, recatada, abnegada, empleando se a fondo, en la moral, religiosidad, labores, bordados y encajes.
Carolina revelara lo poco que le atraían estas tareas, contaba que en cuestión de labores la enseñanza fue selecta, en lo referente a los estudios, escasa, todo se volcó en la ciencia del pespunte, bordado y encaje extremeño que era tan enredoso como el código latino donde no hay un punto que no ofrezca enredo.
Su madre quería que adquiriera los conocimientos que una buena esposa debía saber, pues en otras disciplinas la pobre mujer no había sido formada, a un así sabía, que eran imprescindibles para una señorita elegante, otras enseñanzas que la burguesía iba imponiendo.
Como hacer salir a la mujer del enclaustramiento de la casa y mantener vida social: paseos, tertulias de ambos sesos, baile, saber escribir y contestar cartas, pintar, tocar el piano, leer libros de formación cristiana ect.
Son aires nuevos que escandalizan a su madre y coinciden con la niñez y adolescencia de Carolina, que adquiere todos estos conocimientos. Pintara y expondrá cuadros en el Liceo de Badajoz, conservándose dos acuarelas de sus manos, en el palacio Cacereño, que fuera del conde de Castillejo.
En la música fue alumna aventajada, en tocar el piano y el arpa.
Leer le apasionara contrariando a su familia, atada a otras costumbres, que con su oposición le provocaran gesto de rebeldía y la aran devorar lectura.
Su madre llegara a prohibírselo, para hacer las tareas domesticas que tenia abandonadas.
Teniendo que leer de noche, casi a oscuras, sustrayendo, libros de la biblioteca familiar o prestados, los cuales memorizaba. No era mujer de la época que le tocaba vivir, el tener su propio criterio personal, la hacía marcar su destino, sus ansias de saber y gran intuición, dejaban ver la gran poetisa que sería.
Aprenderá sola el francés, manteniendo una conversación con un particular acento, que ella con inteligencia sabía llevar, pues su formación fue auto didáctica.
Le apasiona la lectura de Tarso, Petrarca y Lamartine y sola traduciría obras de autores italianos
Tenía páginas favoritas de la obra de Santa Teresa, Fray Luis de León, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Menéndez Valdez y otros, aprendiendo de todos ellos.
Adolescente rebelde, llena de angustias, que la hacen violenta, al sentir las criticas de otras mujeres y hombres, firmes oponentes a sus ideas.
Creara su propio mundo, lleno de seres inventados, unas veces querrá convertirse en tórtola y otras flor de Adelfa arrastrada por el rió Gévora, o ser una golondrina y viajar a la lejana África otras, sentirse mecida por un soplo de Aquilón (viento del Norte)
Su tío, Don Pedro Romero, fue presidente de la Audiencia de Sevilla y Diputado de la Corporación Provincial Pacense, que animara en sus afanes a Carolina y será intermediario, al enviar algunos de sus poemas, al dramaturgo Juan Eugenio Hartzenbusch, aunque en principio no son contestados, su tesón lograra que su tío, siendo amigo del escritor, se lo presente, logrando que le preste atención, al ser persona amable, al servicio de los escritores noveles y decisivo para ella.
Su corta edad y audacia, no la amilanara, llamado la atención a un hombre entregado a escribir y múltiples cuestiones como era Harzenbuzch.
Los primeros trabajos de Carolina los revisara y corregirá, dejando los corregidos en casa de otro tío materno, Don Manuel Romero Falcón, para que se los entregue a la escritora.
Al componer “A la Palma”, tenía la frescura de los quince años y la fantasía de la adolescencia, publicada en 1839 por el periódico Madrileño, el “Piloto”, editado por Alcalá Galiano y el extremeño Donoso Cortes.
Publicación que ara que se sepa de su esplendida belleza en Madrid, donde los románticos la empiezan a idolatrar y Espronceda al leer “A la Palma” dedicara estos versos. “A Carolina Coronado después de leída su composición A la Palma”.
Dicen que tienes quince primaveras
y eres portento de hermosura ya,
y que en tus grandes ojos reverberas
la lumbre de los astros inmortal.
Juro a tus plantas que insensato he sido
de placer en placer corriendo en pos,
cuando en el mismo valle hemos nacido,
niña gentil, para adorarnos, dos
Torrente brota de armonía el alma;
huyamos a los bosques a cantar;
dénos la sombra tu inocente palma ,
y esposa tu virgen soledad.
Mas ¡ay! perdona, virginal capullo,
cierra tu cáliz a mi loco amor,
que nacimos de un aura al mismo arrullo,
para ser, yo el insecto; tú, la flor.
Sin embargo no tendrá noción de esta poesía dedicada por Espronceda hasta 20 años después, en el Liceo de Madrid que se la leen.
Los poemas “A la Palma y a las Mariposa”, le producirán grandes angustias, al ser tachada de audaz e irónica, escribiendo una vez más a Hartzenbusch, cartas, donde el dramaturgo ve aflorar, la vocación literata de una jovencita atrevida, con una adolescencia inadaptada, en constante desazón.
Al igual que otros románticos esconderá sus turbaciones y angustias, en un espíritu inquieto, donde la sonrisa y gloria esconde un alma desgraciada, con contradicciones que la llena de una pena, que ni ella misma acertara saber donde nacía.
Guiada por su corazón, abatido y melancólica, y sus principios liberales le aran sentir la necesidad, de compone una poesía social, o abanderar el batallón, formado en Badajoz de voluntarios anticarlistas, cuando tuvo lugar el abrazo de Vergara, en 1838.
La Diputación en agradecimiento, le regala una sortija de brillante, por el esfuerzo realizado.
Extraño gesto de una jovencita triste y solitaria, pero ejemplo del romanticismo heroico impulsivo de aquella generación. Ella, ignoraba la admiración que estaba desencadenado, metida en su mundo interior, refugio de inquietudes, tristeza enfermiza y depresiva que aumentara a medida que avancen los años.
Gran parte de la angustias juveniles, son provocadas por el medio que la aprisiona y deseo de desarrollar su talento y salir de la mediocridad y alcanzar el éxito, logrados por pocos, difícil para una chiquilla, donde la mujer intelectual no es considerada, sus aspiraciones prohibidas, provocndo burlas.
Ella misma se queja a Hartzenbusch de la presión social que tiene que aguantar, le contara su rechazo hacia otras tareas que no fuera escribir.
Se quejaba del atraso de la población donde vive, en la cual era un acontecimiento que una mujer hiciese versos, sin ningún maestro, considerado por los hombres copias y las mujeres ni las comprendían y solo sentían envidia.
Pero aun así, esto no servía de impedimento, pues ella no estaba dispuesta a renunciar al placer de componer.
Tendrá que enfrentarse con reacciones que desaprobaran sus ideas literarias, se ara fuerte y creara un difícil equilibrio entre la voluntad propia y la del entorno.
El Sr Tejado le dará algunas lecciones de literatura, que tenia que suspender ante las tareas domesticas o asistir a paseos, ante una sociedad extremeña, que rechaza que estudie una mujer y llegue a ser catedrática, cosa que provoca escándalo y risas.
Y decía la poetisa, cada mujer nace ya temiendo las diferentes opiniones ajenas y el ridículo.
Carolina evitaba labores y saciaba estudios que su familia prohibió, leyendo en las horas de sueño debilitando su salud, su madre tratara de atajar, pero ella se aferrara más, al componer versos conservándolos en la memoria, causando distracciones en tareas caseras, que provocan risas, a extraños.
Decidiendo antes de levantarse dedicar una hora a meditar, pero el poeta no puede vivir así, con burlas, incomprensión y envidias, por eso sentía que en el campo estaba la verdad de la vida.
Su romanticismo esta más próximo a Beethoven, Byron y los Lakistas ingleses, que eran considerados románticos rurales.
Su romanticismo la hacia sensual y temperamental, al ser mujer le estaba prohibido expresarse libremente como un hombre, cosa que le obliga a refugiarse en la naturaleza, sintiendo se prisionera de un sistema, donde el vuelo de una tórtola le hacía sentirse en libertad, igual que las aromas del campo que libres viajan por los rincones de la campiña.
A los veinte años su inteligencia despierta, estará en constante forcejeo con el género masculino, que desprecia a la mujer brillante.
Admiradora de la poetisa griega Safo, compone” los Cantos a Safo” y “el Salto de Léucades”, Carolina no quiere solo recordar a una poetisa griega sino, utilizarla para expresar la inteligencia y belleza de la mujer, en una constante riña por demostrar la nulidad, entre la mujer convencional y la creadora, dando a conocer el talento innovador, e invencible ante la fémina bacía, que sucumbe el hombre.
Provoca escándalo en las composiciones donde poner similitud entre Safo y Santa Teresa de Jesús.
Sus versos son corregidos entre 1840 y1843 por Juan Eugenio Hartzenbusch.
Carolina ira madurando literariamente y sicológicamente, en constante choque de intransigencia, que la enseñaran a dominarse, creando un mundo poético propio, evitando desafíos a los dictados de la sociedad que le rodea.
Reflejara a la mujer y sus inquietudes en el filo de lo prohibido, hace cuatro composiciones a flores. A si cantara a la Amapola, la cual se afana por abrirse a los rayos del sol, que es la gloría acaba siendo abrasada por unos minutos de esplendor.
El Lirio, olvidado y escondido donde alcanza su vejes sin que nadie se percata de su belleza.
El Girasol escomo una encarnación de la escritora. Desvergonzada flor ansiosa de gloría, que desprecia las recatadas horas de la noche, a la espera creadora del sol, fuente de la vida.
Más flor y mujer en su ambición, persiguiendo esplendor, pagaran con la oscuridad y desprecio del astro.
La mujer como la flor su destino es la sumisión y la oscuridad del silencio, Composición que refleja su tensión ante la sociedad, y clama con sus versos sentimientos hacia ese marido, verdugo encarnación de una especie maligna que la sociedad alimenta.
En 1843 Se publicara en Madrid la primera colección de poemas de Carolina Coronado, dedicados a su tió Pedro Romero, que siempre la alentó, con prologo de Juan Eugenio Hartzbunsch, de la mano del dramaturgo no pudo tener mejor presentación.
El Romanticismo se mantenía en su apogeo y la poetisa tenía, belleza, juventud, ingenio y algo en su interior que la hacia sentirse desgraciada, cosas vitales para ganarse a la juventud romántica a Espronceda y otros poetas que la acogieron.
Un capitulo en la vida de Carolina se cerraba, quedando a tras su vida provinciana, con versos prohibidos, quehaceres, juegos, la niña y adolescente, murió al publicarse su primer libro.
Fue una Revolución Social, siendo con Gertrudis de Avellaneda, las primeras, en hacer una generación de poetisas, con Vicenta García de Campanario, Robustiana Armiño de Galicia, Amalia Sonallosa, María Cabezudo de Badajoz,, Ángela Grassi, Encarnación Calero, Tomasa Gonzalez, fueron pioneras en abrir camino a otras mujeres, como Emilia Pardo Bazas, Rosalía de Castro ect...
El critico Gustavo Devill, defensor de la poetisa, considera su obra “ Sigea” la mejor, traducida al francés, y Norte América, lo ara William Cullen Bryant, siendo admirada su poesía por el presidente Abran Lincoln.
Sin embargo Carolina, sumamente conocida en el siglo XIX es olvidad en el siguiente siglo. Los diccionarios y libros de literatura hablan poco de su obra, cuando lo hacen, es para asignarle errores sus detractores.
Su obra poética es merecedora de ser conocida, por el “ polimorfismo” (variedad) en la
métrica, y uso de los adjetivos y “sinestesias” (sensación variada de una localización).
Fue centro de atención de la prensa y revistad feministas a perecidas en España en el siglo XIX abriendo una puerta al feminismo.
.ISABEL CORONADO ZAMORA
9 Comments:
!Enhorabuena!Magnifico trabajo de investigación sobre la poetisa y mujer Carolina Coronado.De excelente rigurosidad en detalles historicos y amena redacción literaria. Gracias por darnos a conocer el valor cultural y humano de la mujer, u otras figuras, de nuestra fecunda tierra.
Manu.
By Manu, at 11:28 a. m.
Revisa, porque entraron algunas faltas de ortografía.
Por lo demás, excelente.
Me ha servido para presentar a Carolina a mis alumnos.
Yo tampoco quiero que nadie la olvide.
Gracias por tu trabajo.
By María Isabel, at 8:46 p. m.
Gracias por este estupendo trabajo. Carolina es una de esas intelectuales que se han olvidado durante muchos años, seguramente de forma intencionada, y da gusto que se recuperen, por el interés tanto de su obra como de su vida.
Carolina Coronado
By crakmaa, at 1:24 p. m.
Gracias por los comentarios, que han servido para documentaros, solo en mi humildad me gustaría que si los usáis para vuestro provecho digáis de quien es este trabajo, el cual ha sido utilizado por concejales de cultura y demás personas y me ha dado pena que no se me haya mencionado.
Es un trabajo que me llevo varios meses de no dormir y de mi tiempo.
Estas investigaciones son my lavoriosas y dedicación.
By Isabel, at 11:20 p. m.
Los datos sobre la infancia de Carolina que ofrece en el blog no son ciertos. El padre de la escritora no fue encarcelado nunca, sino retenido por petenecer a las Milicias Nacionales de Almendralejo. No estuvo en Badajoz entre 1820 y 1829. Vivió en Almendralejo, libre. A Badajoz llegó mucho después, en 1835. No es una opinión. Son los documentos históricos los que lo avalan.
Tampoco el abuelo fue detenido en Almendralejo. Estuvo preso poco tiempo y luego ejerció la abogacía en Badajoz. Murió en su casa y cama de Villanueva de la Serena.
By Anónimo, at 10:05 p. m.
Gracias por la aclaración. Hasta no hace mucho, poco se sabía de tan gran Poetisa. Cada vec más los Almendralegeses se van interesando en averiguar y vamos documentando nos y nutriéndonos.
By Isabel, at 7:16 p. m.
Gracias por tu trabajo
By Unknown, at 7:33 p. m.
Gracias
By Anónimo, at 7:13 p. m.
Gracias
By Isabel, at 4:30 p. m.
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