UN BUEN DÍA
Era el sol de París el que se ponía en las llanuras inmensas que se entienden, una vec pasado los Pirineos, es tan monótono el paisaje que el sueño, agobiado por el sopor de la atmósfera lluvioso a parece y dormitas lentamente, fue en un vaivén, cuando desperté, al guirar vi el sol en el atardecer que marcaba el punto de una ruta donde los castillos del Loura, nos había sorprendido lo mismo que la campiña inmensa.
El paisaje era como vivir una película de las de tantas que había visto, eran unos pueblos tan distintos a los nuestros, sin diferencia uno de otro, como puestos sobre un gran mantel sobre la campiña.
La agricultura a trabes del autobús, era también alineada perfecta, sabiduría de estudios, saber de experiencia.
casas tan distintas realizadas con armonías, calidad de para vivir en ellas.
Por la chimeneas salia humo en los cobertizos la leña se apilaba esperando ser tomada para servir un calocito generoso para paliar y dar calor a las viviendas.
Los castillos esplendidas constituciones llenos de artes, que eran reflejos de una vida vivida colmadas de bienestar, el lujo era para unos pocos, herencias de un pasado de esplendor que era diferente para cada nacido. que habitaba dentro y fuera de los lugares donde el dueño es el Poder y el dinero.
ISABEL CORONADO
ISABEL CORONADO
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