EL EUCALIPTO DEL PARQUE
Son fotografías llenas de tanto amor que de pronto la fuerza que esta con nosotros se posa. Dándonos a notar el resplandor de momentos que vivimos con seres tan afines y unidos a nosotros, que la fuerza radia y se posa en los alientos de la vista.
Cuanto encierra una imagen de momentos felices, vividos, adorados, una vida, en nuestro corazón.
Quisiera que esta imagen fuera la fuerza que le pudiera dar toda la vida, al ser que tengo en mis brazos. .
Tan regordete lleno de alegrías, con ojos que hablan y expresan felicidad.
La luz esta con nosotros, detrás va el áurea de los seres que amamos, que están tan, que se posan en forma de música reluciente, queriendo pensar y decir estoy aquí.
Recordar es vivir, ver el espejo de los momentos que quisimos, son como besos llenos de ilusión de una vida, donde el oleaje de la juventud, marco la pautas de un alma de lucha y contradicciones.
Estar cerca de los recuerdos es vivir la intensidad, sin ver el limite que el agotamiento formo nuestro carácter, sin pensar que es el ultimo momento, que una flor enseña al ser que nos marca.
La imagen fue iluminada, sin perder ni saber, si el grato momento esta lleno de amor, que las formas las marcan el cariño el lugar.
El parque donde el cespe fresco del atardecer es una alfombra blandida, donde Pablo juega y abraza las formas que toca y acaricia, dando su manera de ser, conocer el vivir, sin comentar ni pensar con la sinceridad de una infancia feliz.
La luz que siempre resplandece, la risas de un niño al correr por los senderos de un parque, que la mirada de ver lo que no forma parte de las ramas.
Arboles centenarios sobre lo que pasa y nunca se va, quedado un ramal por donde entrar en las fantasías de los sentidos.
Trinos de pájaros buscando vuelos donde llenarse de sol, tomando fuerza a lo mas alto del árbol, que dio cobijo a generaciones que pasaron por tierras pisada por el segador.
En eras convertidas en parques que fueron alcornocal y encinas, sobre colinas elevadas, chillando en sus entrañas agua, que formaba una gran laguna, que fue convertida en alberca, para dominar el regacho, que tomaba aguas de otros riachuelos, dominados por una Alberca, rodeada de prados y verdes encinas retorcidas sobre senderos de besos.
La luz es la que marca una estacion, del parque, donde tomamos la fantasia para bolar hacia los lugares de la fantisia de un niño, lleno de agudeza, busvando sorprender, con su ingenio lo que sus sentidos marca y la luz da para su anelo y amor.
ISABEL CORONADO
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