EL BALONCESTO 

 Los inicios del baloncesto en Almendralejo, fueron difíciles, pero llenos de ilusión y superación.

En 1950, en Almendralejo el baloncesto era inexistente, sera Eugenio Gragera, el que forme el primer equipo de baloncesto, con amigos y otros jóvenes.

Enrique Blázquez, con sus 1,92 de altura, cuenta  que había que ser un héroe para practicar este deporte,  al jugarse en tierra,  llena de piedras, los balones, era de cuero cosido, en su interior había una vejiga inchable, si se pinchaban se le ponían parches, eran pesados y al botar se perdían en la cancha. Las canastas eran un tablero de madera, con un aro de hierro cogido con bridas a un mástil, los jugadores hacían de todo.

 La primera cancha de baloncesto en Almendralejo estuvo en la “Florida”, y fue pagada por Don Pedro Franco Salse, dueño del inmueble, en la avda Sevilla.

El equipo se llamaba “La Florida” su escudo era parecido al del Real Madrid y competía con otro del pueblo, llamado, “Hércules”.

 Alguno de los jugadores fueron: Barrios, Luis Jariego, Pedro Vaquero, Alfonso Vaquero Bermejo, Pedro Elías y Eugenio Gragero, que fue elegido entrenador del equipo.

Si se jugaba un partido en Aceuchal, o la “Era” las canastas se trasportaban en un carro tirado por un burro y los jugadores andado detrás. Se jugaba en el grupo escolar San Antonio (Antonio Machado), en el frente de Juventudes, cercano al colegio Ntra Sra de la Piedad, en el patio del Palacio de Monsalud, Plaza de Toros, en el patio de los “Padres”  del Corazón de María,  utilizando, unos postes de hierro que hubo, me cuenta Antonio Mula y en el cine “Cuatro Caminos” (Antonio Moñino), en la Plaza  de la Constitución, en el colegio San Roque, que estuvo el instituto Laboral y en el se  iniciaría Pedro Lázaro, de pívot.

En la década de  1950, al amanecer ya estaban entrenando en la O.G.E. cuya primera cancha la hicieron los jugadores que se preocupaban de tapar las desigualdades del terreno de tierra, que tapaban con carbonilla, que era extendida y prensada con un rulo, del que tiraban todos a la vez. Después de los partidos  se duchaban con agua fría de un depósito. Recuerdan los fríos en los coches al regreso por la noche  sin calefacción y el agua, para calmar la se,  que estaba caliente.

No había ligas federadas, los partidos eran amistosos. Una de las mejores canchas de los contornos, estaba en el colegio San José de Villafran de los Barros, tenia ducha individual con agua caliente. Para ir se tomaba el tren  de las once de la mañana, regresando a las cuatro de la tarde, a veces los Jesuitas a demas de darles de comer le pagaban el billete. Habiendo entre ellos más amistad  que revalidad.

Los desplazamientos, llenos de anécdotas. Con el coche de  “Calado”  que tenía carrocería de madera, y le llamaban la “Rubia” donde iba montado, el equipo, a jugar a  Badajoz, con (educación y Des Descanso). A Mérida se iba en taxi a jugar con el Palacio de la China, eran  partidos con mucha garra.

 La camiseta de la O.J.E era negra con pantalón negro y franjas blancas, siendo uno  de los máximos encestadores, “Paco Fortes”.

 Demetrio Rosado, empezó  a practicar este deporte a los catorce años, iba a entrenar a las siete y media de la mañana y a las nueve y media estaba trabajando. Para adquirir técnicas se fijaba en las jugadas de equipos superiores que veía en el “Noodo” reportajes de actualidad  que era emitido en el cine antes de las películas. Su afición le hacía ir a Madrid a ver partidos, adquiriendo conocimientos que  le hizo formo  una liga regional, enfrentandose con el Cáceres, Plasencia, Badajoz, Mérida, y Don Benito.

En la feria del dieciocho de julio, se jugaba en los Grupos Serrano con equipos de: Mérida y talleres Cáceres, Garcia Franco en Badajoz y en Plasencia y el amistoso con el equipo de Casa Blanca en la calle Real. Las canastas eran puestas en las farolas y llevadas de un lugar a otro por los jugadores, que pintaban la cancha.

El baloncesto en 1958 entra en una etapa difícil y en 1960 el equipo toma el nombre de “Motor Club Nanta, Estaban, patrocinado por “Zerimar” “Caja Rural de Almendralejo” pequeñas ayudas recibidas del ayuntamiento de Almendralejo, y Diputación. Al no ser suficiente, el dinero restante era puesto entre amigos y aficionados. Los partidos se desarrollaban en la pista del antiguo Estadio de Franciscote la Hera, el pívot más alto en esta cancha fue Quique Blácquez.

Época, de gratos recuerdos al evocar  partidos vividos en Madrid, Frente al Cuartel de la Montaña.

Jugadores, como: Manuel Montanero, Luis Brabo, Rodrigues Amador, Manuel Ortiz Aleson, Pedro Asuar ect..

  Presidentes como Marceliano Martín, Luis Bravo, Pedro Iglesias, Juan Asuar ect...

Siendo difícil nombrar a tantas personas que en estos años han luchado por mantener el baloncesto en Almendralejo.

En 1969, se jugaba en la “O.G.E” (hoy “O.A.R”) en la calle Mérida, el equipo se llamaba Juventud-O.G.E.

Una buena temporada fue; 1963-1964, se competió con Badajoz, Guadiana  del Caudillo, Imperio de Mérida, participando en el trofeo “Gonzalo Aguirre”, con equipos de Cáceres y Plasencia, con afluencia de publico, y animado por chicas.

Manuel Lázaro Pérez,  procede de una saga de baloncestistas, influido en este deporte por su primo Diego.  Pero el que más le animo fue, Fernando Azancot.

Sus primeros pasos con un balón fueron en el instituto Laboral hoy Santiago Apóstol, en una cancha de cemento,  uno de sus entrenadores grato de recordar  es Marceliano Martín que confió en él.

 En la temporada 1965-1970, el baloncesto en Almendralejo, estaba en auge, había mucha afición, se jugaba en canchas malas con equipos de Madrid y Andalucia y se hacían buenos partidos.

Recuerda, cuando fueron a Málaga, a jugar con el equipo “Palo” volviendo el domingo por la noche y se le averiaron a los dos coches el alternador  y vinieron desde Sevilla sin luz detrás de un camión.

Sus cinco jugadores de esta época son Luis Brabo, Rodrigo Amador, Montanero, Baltasar Manzano, y Pedro Asuar ect….

Opina que hoy el baloncesto, es más técnicos, mejor preparación física y profesionalidad que dan buenos equipos.

Marcelino Martín, en 1967 hice un curso  de entrenador, para llevar los cadetes del C.B Almendralejo, ascendiendo en la temporada 1969-1970 a  categoría Nacional jugando con, CB. DOSCA de Córdoba.

La inauguración  del “ Polideportivo Municipal” se hizo con un  equipo Madrileño, los jugadores  de Almendralejo al no estar acostumbrados a jugar en Parque se caían, costando hacerse y perdiendo partidos.

En 1970 un jugador del Real Madrid, vino a Mérida a dar cursos de entrenador

Etapas de cambios, jugando con categorías superiores y equipos como: Amigos de Sevilla, El Palo de Málaga, Melilla, y La Ravida.

Marceliano entreno tres temporadas  al equipo “Motor Club Nanta” y una C.B.A temporada 1979-1980.

Pedro Asuar Ortiz se inicio en el instituto Carolina Coronado, estando de profesor de educación física Marceliano Martín.

Jugo las temporadas 1974-1981, en 81 y 85 en el BBC llenandose el pabellón “Entre Puentes” con más de 3000 espectadores.

Francisco Sanchez Bote Madera, comenzó a los once años, en el instituto Laboral, con Julian Suero. 

Con catorce años debuto en Zafra, en el trofeo Diter, hizo famoso su gancho, pues veía en T.V los torneos y se fijaba en las jugadas, que él desarrollaba, el ser zurdo le beneficiaba para conseguir más puntos.

Alberto  Moreno, recuerda cuando jugaban en Santa Ana, entrenados por Santiago Ruiz Esteban, en cancha de tierra, cuando llovía no se pitaban los pasos pues el balón no votaba, se quedaba pinchado en el suelo.

En una de las etapas doradas se jugo en tercera división y se iba  por Andalucía,  Manuel Garcia Camacho, fue jugador cinco temporadas del Cáceres en segunda división y dos en tercera.

Luis Rubio, creo la “Asociación amigos del baloncesto” .

Maite Noriego empezó a practicarlo en la sección delegada Mista (Carolina Coronado) en la pista de cemento del patio, seria Viti tan activa y emprendedora  la que empezó a impartir el baloncesto como una asignatura. Participando en la liga provincial, con el BBC, Muebles Sáez, de Santa Maria ect.

 Los viajes eran realizados con la furgoneta de D. Justo Díaz, para ir a Badajoz había que salir tres horas antes.

Uno de los llenos del pabellón Extremadura fue la visita  del equipo Americano “Larios” siendo un buen espectáculo.

 El jugar hace al joven vivir  en equipo, armonía y una forma de actuar que le sirve en la vida y le evita de cosas menos sanas.

ISABEL CORONADO ZAMORA