CINE PLAZA DE TOROS DE ALMENDRALEJO
ANTIGUA EXPLANADA DE LA PLAZA DE ABASTO DE ALMENDRALEJO DONDE SE VENDÍAN EN ESTOS AÑOS TODOS LOS MELONES QUE SE SEMBRABAN EN EL TERMINO Y AVECES DE LA COMARCA Y CAMIONES QUE VENÍAN DE SEVILLA CON SANDÍAS PARA ESTROPEAR EL MERCADO Y VENTA DEL PUEBLO
Cuando llegaba el verano el ir al cine en las calurosas noches y en las fresca era la principal diversión del verano.
Costaba mas barato, con programa doble, dos películas que terminaban tarde pero era un gustazo.
Cuando salimos del cine, las calles con apenas luz, sin saber donde pisábamos, pavimento de tierra y sin ceras en su mayoría.
Lo peor eran las sombras que nosotros mismos proyectábamos al ir andando, en las paredes de las viviendas que estaban encaladas, la oscuridad de nuestra sombra daba carta blanca al miedo .
Volvíamos de prisa al otro día había que madrugar, mi padre que era con él que iba siempre, le encantaba el cine, las que fueran, pero si era de cante mejor sobre todo de Carmen Sevilla era un enamorado de esta artista.
El trabajo de un hombre del campo de estos años, era penoso acuciante, sin apenas descanso, Los jornaleros arrendaban tierra que sembraban de melones y sandias, a si poder subsistir y ganar unas perrinas hasta la vendimia, pues en el verano no había nada de nada de jornales en el campo, salvo sacar estiércol de los hoyos que todas las casas tenían y una vec al año se vaciaban,y él se iba depositando la basura de toda la casa y demás miserias. que era asqueroso penoso y mal pagado tal menester.
De hay que el mas diestro en este cultivo se afanaba por sacar el fruto temprano, que era vendido a buen precio, pues luego era una pena como el fruto que costaba tanto trabajo, se ofrecía por piezas y poco dinero.
El trabajo de un melonero era acuciante, arar la tierra para que no se formaran grietas por donde entraba el aire que secaba la tierra de secano.
A las matas le salían arenillas y se sulfataban o se le echaba azufre para evitar que se secaban y a dios melonar, recursos empleados en él, ganancias que se esfumaban una tragedia.
Guardar el melonar que por la noche era asaltado, la carga que se tenia pensado cortar para llevar al mercado robada, para ello se hacia un chozo de cañas un arte inigualable en su realización, que me hacia quedar ensimismada viendo la destreza de José en dicho menester.
Cortado los melones eran cargados en serones o en carritos, llevados por burriquillos, se llevaban a casa, se descargaban, se iban poniendo a lo largo del pasillo de las casa.
De de madrugada se levantaban, para cargar los melones y bien temprano, se encaminaban a la plaza para vender y aguantar los recateo de las personas. A la vuelta limpiar cuadra y asno .
Si era siega eso era todas las horas del día en la era.
Teniendo tampoco, hasta escaso el tiempo, era persona que veia la vida con papel de colores y le sacaba a todo felicidad.
A si era él, si tenia la suerte de dormir siesta, temprano nos íbamos al cine , si no también, pero con tanto sueño que se dormía, a la vuelta venia preguntando, que le narraran la película y se reía con ocurrencias de los narradores.
Durante el trascurso de la película se estaba muy atento, si surgía la sed se iba a la señora que estaba en la puerta con dos barriles gran dotes, que vendia el agua de la siguiente forma el trago una perra chica (cinco céntimos de peseta( si el trago era largo que los habia que con el barril en alto aguantaban y tragaban hasta saciarse una perra gorda (diez céntimos de peseta.
El barril por lo bulo mimoso, te lo tenían que coger, por que faltaba fuerza y vertían mas fuera que en la boca, pero era agradable luego la humedad que se sentía en el cuerpo dada por la ropa mojada.
Durante la película, si ganaba el bueno se aplaudía y vitoreaban, una experiencia, todos tan atentos sin parpadear.
Si la película era de miedo, ni sed te entrabas pues ir a donde estaba la aguadora daba tal miedo que te quedabas adherida al asiento de piedra del tendido de la plaza.
Las butacas que era las sillas de juncias y respaldo de madera, estaban en el centro de la plaza que costaban tres pesetas y luego el gallinero que eran el tendido del coso, caliente que te daba un sofoco, que la calorina no la desprendías en toda la noche, pues los escalone sea habían pasado toda la tarde al sol de agosto de esta tierra donde son normales los 40º de temperatura.
El precio de gallinero eran de seis reales o 1´50 pesetas hoy puede ser ,066 céntimos de euro.
La pantalla la ponían en el lugar donde durante toda la tarde daba la sombra,
Los juegos de los niños antes de empezar la película y en el descanso de esta, eran lo mas de divertidos saltando de escalón en escalón, con el peligro lógico, que los padres conversando con sus amigos no percibían y si alguno, crio tenia algún porrazo y sangraba, se le secaba la sangre y si no el padre lo mandaba para casa con la madre y el seguía con la película, lo que no estaba dispuesto que por culpa del niño que hoy se le dice Interactivo, entonces Rabo de lagartija o revoltoso e impertinente dejar de ver película, conversación y dinero mal gastado como decían ellos mientras mandaban al del brecha sangrante con otro niño mas mayor cito que se perdía la pelicular a casa con el (jerio) herido.
El cine de verano era la diversión mejor que recuerdo en verano y la vuelta metiéndonos miedos unos a otros, sin perder el paso, con temor de quedarte a tras, corrías por ser el primero en entrar en tu casa .
Si estaban las vecinas y madre en la puerta, la charla era segura, había que contar la película, se formaba corro, arrimando las sillas, para el que mejor se prestara contar la película.
Todos la querían narrar y reñían por hacerlo mientras los mandaba acallar el principal narrador.
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Mientras la noche se hacia dueña de la madrugada las estrellas brillaban con mas intensidad pues las luz en las calles eran tan escasas que eran adsorbidas por la oscuridad-
ISABEL CORONADO0
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