SENTIMIENTOS DE TIERRA DE BARROS
SUBIENDO LA SIERRA DE ALANGE POR LA PARTE DE LA CALDERITA
Los campos en su verdor guardan la soledad y la ternura que el labrador día día deposita caminado, por surcos grabados en la soledad de su labranza e ingenio que da la hermosura que vemos cuando pasamos por los campos de nuestra comarca de barros.
La labranza es como una costura realizada con la maquina de la sabiduría, que como una cremallera abra y cierra, lo trasmitido de generaciones en generaciones.
Manantial de sol que cae sobre unos campos volátiles, arropados por un cielo azul que ampara y da lluvia para que el campo se riego en la soledad de el bienestar de una labranza que da la belleza, convertida en un mar de esmeralda distinta, natural, nunca vista en ningún otra lugar.
Como sus pobladores regador por el manantial de la inteligencia e intelectualidad que da sapiencia par convertir su saber en prosperidad.
Campos llenos de historias grabadas en cada piedra que el tiempo hace rodar, deposite en el olvido, donde el recuerdo dejo las caricias de un pasado abrazado por el olvido.
Caminos que están presentes, dormitando bajo el sueño de ser visitados para con gratitud llevar hacia el lugar que la unión de la tierra da recuerdos para no ser olvidados .
Quien no comenta, ni sienten al caminar, con los pies doloridos por el maltrato del camino que nos hace no ver los fallos, pero con suerte de caminar y sin conversación, donde salgan exageraciones.
Sin saber lo bueno y lo malo sin querer ver la palabra fácil del caminante viendo la verdad en los prados que crecen sin saber de consejos ni de conversación, solo escuchan la lluvia el viento y el trueno.
Quien maltrata el suelo por donde mis pies doloridos caminan sin saber el lado que no se ve que se percibe y deja ver la suerte que el habla deja en cada piedra que solo revela la verdad.
Nunca un cruce de caminos, mintió siempre iba donde tu ibas sin mentir ni hablar .
ISABEL CORONADO
SUBIENDO LA SIERRA DE ALANGE POR LA PARTE DE LA CALDERITA
Los campos en su verdor guardan la soledad y la ternura que el labrador día día deposita caminado, por surcos grabados en la soledad de su labranza e ingenio que da la hermosura que vemos cuando pasamos por los campos de nuestra comarca de barros.
La labranza es como una costura realizada con la maquina de la sabiduría, que como una cremallera abra y cierra, lo trasmitido de generaciones en generaciones.
Manantial de sol que cae sobre unos campos volátiles, arropados por un cielo azul que ampara y da lluvia para que el campo se riego en la soledad de el bienestar de una labranza que da la belleza, convertida en un mar de esmeralda distinta, natural, nunca vista en ningún otra lugar.
Como sus pobladores regador por el manantial de la inteligencia e intelectualidad que da sapiencia par convertir su saber en prosperidad.
Campos llenos de historias grabadas en cada piedra que el tiempo hace rodar, deposite en el olvido, donde el recuerdo dejo las caricias de un pasado abrazado por el olvido.
Caminos que están presentes, dormitando bajo el sueño de ser visitados para con gratitud llevar hacia el lugar que la unión de la tierra da recuerdos para no ser olvidados .
Quien no comenta, ni sienten al caminar, con los pies doloridos por el maltrato del camino que nos hace no ver los fallos, pero con suerte de caminar y sin conversación, donde salgan exageraciones.
Sin saber lo bueno y lo malo sin querer ver la palabra fácil del caminante viendo la verdad en los prados que crecen sin saber de consejos ni de conversación, solo escuchan la lluvia el viento y el trueno.
Quien maltrata el suelo por donde mis pies doloridos caminan sin saber el lado que no se ve que se percibe y deja ver la suerte que el habla deja en cada piedra que solo revela la verdad.
Nunca un cruce de caminos, mintió siempre iba donde tu ibas sin mentir ni hablar .
ISABEL CORONADO
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