Mi pequeña historia de Almendralejo

miércoles, agosto 24, 2016


UN PASEO EN BUENA COMPAÑÍA EN LA CAMPIÑA DE TIERRA DE BARROS






Que fue  si el sentido llevaba hacia el camino de una vida que golpeaba sin contar ni ver ese mundo que tan bello, sin comparaciones, aventureras, vivencias cristal reflejo de lo  lo bello.

Tan grato, que te  amodorra, dejándote, posar sobre la hierba del camino, descansando del caminar de una vida .
Sin soledad sin mirar, deteniéndote, ver el horizonte, las alondras que van de camino, que regalo que da el paisaje lleno de  sentidos, radiantes de todo lo  que es bello.

Piensas en ti, vuelve y corres  gateando por recuerdos, que son presentes,  dando le al futuro su puesto en soledad.

Que bien se sienten los pies, refrescados en los arroyos, corren tones de primavera que buscan salidas,  en una campiña tan bella que te dejas que el cielo se refleje en tu cuerpo, que la a ventura de la vida sea tuya que tu c+caminar sea sin ver los caminos caídos, sobre senderos, derramados en siniestros picos de montañas que dejan mechones mecidos por el viento del poder y la valentía de agarrarte y mecerte en las colinas de los sueños.

Que dar de golpe sin culpas,  puesto en que eres bello, que tu baile es tullo, nadie es poder sobre uno que no es seas tu, despintadas, dejándote ver lo bello que tu encierras en el andar,  corriendo hacia el mundo soñado donde nada solo los sueños, que nacen, unos son estos, otros se evaporan como la niñez que se vivió tan rápido como un regalo que se quedo olvidado en la colmena del castillo de los gigantes.

Dejándote ver el cristal de tus ojos que luchan por ver y recupera y dejar cobardías tomando la insistencia que va  y bien.

Despistado pulverizado, dejando el ramillete sobre la hierba fresca que guarda el amor que un día dejaste sobre la tierra, para convertirse en energia y dejar de estar en soledad.

ISABEL CORONADO



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