Mi pequeña historia de Almendralejo

lunes, noviembre 02, 2015



UNAS GAFAS  EN ALMENDRALEJO



Era se una vez una gafas en un escaparte, risueñas por ser las elegidas, decían sin cesar.
 Un día fueron elegidas y puestas en una cara graciosas con ojos simpáticos a los que le daba visión.
Era divertido caminar sobre las narices  risueñas que constantemente estaba estornudando.
Gafas tan alegres que una vez  caminando en la noche se volvieron mágicas y empezaron a escalar por las nubes y situarse en un nublado llorón que sin cesar vertía sus lágrimas por los campos a los que encharcaban sin cesar.
De pronto una tormenta enfadad  lejana al ver las gafas se acercó lanzando rayos tan fuerte y musculosos que  cuando lanzaba un puño  salían rayos que se cruzaban sobre el cielo  tan negro que sus rayos iluminaban y las gafas   pensaron que era mejor deslizarse hacia el bolsillo donde estaba su funda y resguardarse, fue y volver a las nariz de la que escapo.
Y caer dentro de su calentito aposento y resguardada sintió caer la lluvia sobre el abrigo que la cobijaba y el calor De la mano que la acariciaba.



ISABEL CORONADO

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