Mi pequeña historia de Almendralejo

miércoles, octubre 29, 2025

 EL SENTIR


Los navegantes de los sentidos, son espacios amparados en los limites de la inconciencia.

Los postes de la meditaciones, son las esquelas de un trabajo puestos en los demonios de los pensamientos, que dicen que nunca dejan subir hacia las esquenas de la mente.

Ver una puesta de sol es mirar el pasado y el futuro que llega dejando dormir la claridad del día,

La placidez, de tus sentimientos fijos en las olas llegar en la orilla queriendo apoderarse del infinito.

Coger con tus manos el puñado de arena que acaricia tus pies, bajo la plantas.

Son olas sin limitaciones, que amparan la llegada de los lamentos de las islas de la inconciencia, sin saber donde ir, por los puntos de llegadas, de idas y venidas de las lejanas  marismas de los sentidos.

Cara abatida por la brisa  de la suavidad del atardecer, viento de misterio que vate  todo obstáculo para llegar hacia el horizonte bajo la mirada del universos .

Cuando el misterio de la noche se va deslizando dejando caer los mechones de la oscuridad que dejara pronto la oscuridad apoderase de tan maravillosas puestas de sol.

Nunca se podrá ver y sentir,  los unos que van al encuentro de los pasos perdidos, de la sonrisa de la pareja que a tu lado se asoma de tras de tu hombro.

Truenos de la nostalgia, que galopan en las empatías de la conciencias, nunca vistos sobre los cauces de los lamentos de las olas que se resisten a dejar la playa que intenta apoderarse de ellas.

Soga de los lamentos de sirenas, que su canto emergen de las aguas  tentando a marineros y navegantes, hilo de música que va sobre las escamas de las aguas al encuentro de navegante.

ISABEL CORONADO









martes, octubre 28, 2025

 RADIO ONDINA



Hoy estoy disfrutando por algo que me agrada mucho . Conocer y escuchar en persona a Luis del Olmo,

A un recuerdo cuando lo escuche la primera vez. Recuerdo que era a ultimo de los años 60 del siglo pasado, Dios como han pasado los años.

Son de las cosas que nuca olvidas. Recuerdo la cocina de la casa de mis padres, la radio Ondina de lamparas que aun tengo.

Emitiendo el programa Protagonista Nosotros desde "Radio Nacional", era por la tarde, estaba sentada en la mesa camilla con mi abuelo, por las ondas salió la voz de Luis del Olmo.

Recuerdo hasta la hora que era, las seis de la tarde y el día frio, lluvioso, el calor del brasero de picón, que mi abuelo movió, con la badila, sacudir de las brasas, se arropo, acomodo y miro el cielo que se veia por la ventana, mientras comentaba, lo que se emitía, que era sobre la recolección del azafrán en la Mancha.

Los recuerdos son de cada cual y abecés es viajar en el tiempo. Al escribir esta líneas he estado en aquel momento como si lo estuviera viviendo, sintiendo el frio que entraba con las rendijas de la puerta del patio, el olor de las hierbas secas, que mi madre le echaba al brasero, para que oliera bien la casa.

Desde entonces Luis del olmo lo he seguido. Os contare la experiencia de hoy.

ISABEL CORONADO ZAMORA

domingo, octubre 26, 2025

 


Quisiera que estuvieras aquí.

                                       


 Ahora mismo puedes bajar.

 

 Sentir las olas del mar, el sol en su cresta, la armonía en el horizonte, logrando una armonía total.

 

 Su colorido, sintiendo la arena, el gruñir de las gaviotas.

 

 Un híbrido, en ese pasar de las olas, urgentes, pensativa, un ruido a lo lejos, el sol tan inmenso, que Ara sentirte bien, que el fallecimiento, pertenece al horizonte, tanto, qué bonito, eres ahora.

 

 qué círculo también hecho, la única cosa que da calor.

 El cambio del amor, porque he querido sol o conocido no nos deja que aprovechemos tu calor.

 

 Pulsamos para crecer, nosotros, estar caliente, para venir y ponernos modelos para sentir tu calor,

 

Aquí no tenemos que dar nada, eres tan barato,

 

querido sol, ríes claro, de nosotros.

 

 De esta pobre gente, que aquí a la vida, de esta playa.

 

 Temiendo, sin cesar, de esta pobre gente que quisiera ser arropada por la espuma del mar.

 

Al chocar sobre las rocas de la muralla.

 

ISABEL CORONADO

 

 


jueves, octubre 23, 2025

 CANCIONES DE UNA VIDA




Canciones de una vida que en la madrugada toman vida.
Que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban, las melodías de la época y mi padre le bajaba la voz, al emisor y le decía "Manuela" cántanosla, mientra ella iba cantando, el sueño nos iba venciendo,.
Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla, sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desenliava.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentaente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
Canciones de una vida que en la madrugada toman vida, que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban estas melodías y mi padre le bajaba la voz y le decía "Manuela" cántamela, mientra ella iba cantando. El sueño nos iba venciendo,. Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla y sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desenliava.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentamente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
DE MI NIÑEZ
Canciones de una vida que en la madrugada toman vida, que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban estas melodías y mi padre le bajaba la voz y le decía "Manuela" cántamela, mientra ella iba cantando. El sueño nos iba venciendo,. Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla y sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desliva.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentaente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
JUAN ZAMORA
ISABEL CORONADO


lunes, octubre 20, 2025

 PUCHO Y CESAR VAN DE AVENTURAS


PUCHO Y CESAR VAN DE AVENTURAS
Como distinguir a veces lo real de los sueños, se preguntan unos niños, caminando al encuentro de su abuelos, que los espera en la puerta de su casa, con su movilette rojo con aguaderas de espartos.
Corren nada más doblar la esquina de la calle, hacia él, y rápidos se montan y meten los pies en los jaques, y se pegan uno con otro los hermanos y se agarran con fuerza a su abuelo, emprendiendo la marcha hacía la “Alberca vieja” donde esta el huerto, que al atardecer desprendía olor a tomate regado, con el agua del regacho “Palomino” cuyo fondo estaba llenos de pequeños peces cabezudos, renacuajos, ranas ect.
Que divertido es estar los tres juntos y ver al abuelo cultivando su pequeño sembrado y corren y juegan en la orilla del regacho, e ir contentos, hacia el chozo de caña, fabricado por su abuelo, que les sirve para guardar aperos de labranza y refrigerios para calmar el calor y tempestades y dormir la siesta, después de degustar las viandas realizadas por la abuela, que ha puesto en la fiambrera y guardada en una talega y colgado de una tranca, que sobre sale entre las cañas del chozo, ritual de la comida, que su abuelo hacía, sentándolos sobre unas piedras alrededor de la fiambrera, dentro, del chozo, sabores recordados de la comida, su guste y disfrute.
Al termino, su abuelo tiende la manta sobre el suelo de tierra del chozo y se tendían junto a él, que les narra cuentos, mientras el sueño, con lentitud, comenzaba y la realidad se convierte en irreal y deja pasar la ficción, de los sueños de César e Isaac, mientras dormitan en el chozo.
De pronto se ven solo y una brisa que empieza a levantarse y sorprendidos ven lo rápido que se convierte en un remolino, que levanta tal polvorera que les ciega los ojos, apenas ven y se sienten absorbido por una fuerza tal que los eleva sin dejar de girar, dentro de aquella fuerza centrifuga que les hace pegarse a sus paredes.
César e Isaac los dos juntos ..............................................

domingo, octubre 12, 2025

 Los Nietos.



Los nietos son las bendiciones que los años nos regalan, son cositas que se qu mi deieren, te divierten y te hacen con sus ocurrencia  despertar de cosas que de pronto con ellos vuelven al presente.

Este fin de semana he tenido a mis adorables nietos, dos soles, encantadores, ocurrentes y divertidos. Hemos disfrutado  viéndolos lo espabilados que son, el cariño y amor que radian.

Contándole historias, sobre todo, a la hora de dormir, haciéndome gracia lo atento que estaban con ellas y cuando me paraba  me alentaba a proseguir.

Son listos como lo son para los abuelos todos los nietos. Te hacen feliz de ser abuelo, de poder jugar con ellos y dedicarle todo el tiempo que se pueda y darle gracias a la vida por estos tres soles que son ángeles.

En esta fotografía tendría la edad que hoy tienen mis nietos,

. estoy con mi querido tío Fernando con el carnero que criaron para su Boda.

Isabel Coronado 

sábado, septiembre 20, 2025

 

VIVENCIAS


Los cuentos los escriben las personas para que los escuchen los niños, a veces no hay mas cuento que las palabras.

Que salen de cuerdas vocales sin orden ni medicion.

Cuento se forma con la medicion que da un protagonista el cual al ir narrando la historia el primero que lo tiene que ver es el escuchante.

Si un cuento lo pones en un camino enseguida empieza a caminar, va tomando en su camino las semillas de la imaginación.

 Anidando en cualquier punto abandonado, en las ramas de un árbol solitario quemado por el sol. 
Restos de las fogatas.
El cuento es un andarín que con buenos zapatos,  de imaginación, encontrara lomas que se convertían en cumbres que llegaran a las montañas.

 Donde habita el ogro de la vid, al que en sus dominios no quiere mas que su vista, una manos grandotas para empuñar la imaginación del narrador.

Que tiene que logras salir de ellas, retomando el cuento que se le puede perder, en el sendero torcido que rodean los pensamientos.

Que irán hilvanando historias vividas, deseadas donde el narrador podrá vivir.

 Ser dueño de la expectación, que despierten sus palabras.

 Escudadas por los que esperan que la habitación se convierta en el baúl de los deseo.

 Por el que empezaran a salir duende,  princesa que se unirán a caballeros que galopan por encima de nuestras cabezas.

Anidados en la imaginación, del deseo de encontrar un ser encantado.

ISABEL CORONADO ZAMORA

LA MESA DE TODA LA VIDA




la mesa la de toda una vida .

Que orgullosa esta mi madre con ella de la compro al Afilador este vendedor de muebles había llegado Almendralejo afilando cuchillos, muy emprendedor se dio cuenta que hacia falta tiendas de muebles pues hasta entonces las personas de Almendralejo iban a comprar los muebles a Zafra.

Siendo persona inteligente empezó a la vez que iba transitando las calles ofrecía muebles que la a personas pagan con letras bancarias en aquellos años.

Prono su negocio y  tomo el nombre de muebles Rodrigues en la cale real con Pilar.

Mi madre compro aquí esta mesa y fue para ella un logro tener una mesa de comedor como ella decía quitaría la vieja mesa camilla que había pertenecido en el tiempo a toda la familia.

Cuando llamaron a la puerta era el repartido que con un carro de mano a si llamado pues era n sus manos, el que tiraba de el sonriente señalo la mesa envuelta en mantas.

  Y mi madre loca de contenta y Jose sabiendo las letras que tendría que firman hasta pagarla pues era sagrado el pago por este medio.

Una vez colocada la mesa en el comedor de la casa rápido empezó a llamar a las vecinas para que vieran su comprar, aun sabiendo que seria envidiada pues casi nadie tenia una mesa de comedor.

Como la miraba y como nos ganábamos algunos mamporras si  poníamos encima algún objeto o nos poníamos a come.

Los años fueron pasando y la tapa de la  mesa por no usara pues poco se utilizo se estropeo y el llanto de Manuela era desconsolado.

Fue el momento en que mi padre que tenia una tía Candela en la calle condesa de la Oliva paso por delante de la carpintería de Benito, uno de los mejores profesionales en carpintería, que tenia en esta calle el negocio, persona dicharachera a legre, le gustaba lanzar piropos y dar alegria a su carpintería.

Y prosigo narrando que mi padre que se para y le comenta la preocupación después que tenia su señora por según ella lo mala que le había salido una mesa que es era verdad que se uso tan poco.

Con su sonrisa Benito le dijo que iría a su cas ay vería dicho mueble, ni tardo mucho en ir y cuando llego llamo con un arte haciendo sonar lo  nudillos con un salero que hizo salir a la dueña avisada como esta por Jose que iría el carpintero del barrio a ver la mesa.

Lo hizo pasar al comedor y le enseño la mesa muy disgustada a lo que el le dijo te la voy a quedar que ni la vas a conocer y lo que te va a gustar, pues además la vas atener para toda la vida y a si fue.

Cuando volvió con ella reparada ella espero a que la bajara del carro de mano tirado por su hijo y quito la manta y apareció una mesa con tapa de formica tan brillante que se veia su cara como decía ella loca de contenta y alegre y dijo se va a usar para todo.

Y así fue está mesa que veis a estado en toda nuestras vidas y momentos conoce nuestros secretos sofocones penas penurias alegrías y las venias al mundo de mis hijos que la disfrutaron, escuchando cuentos y narraciones de jose que tanto gustaba contar y entrarles miedos mientras reía sin cesar y Manuela diciéndole su madre te va reñir.

Cuantos cumpleaños y tartas a sujetado esta mesas que reía y lloraba a nuestro compás.

La mesa tiene vida pues nos conoce a cada aunó de nosotros y un poco de Jose y Manuela quedo en ella pues siempre será una navegante que viajara al lado de los que convivio.

Ha sido regada una persona que sabe la mesa que es su amigo y solo le pide que cuando este tan vieja que no pueda sujetar los codos que un día fue su apoyo y cuneo mientras dormían y jugaban a las cartas y al parchís con su abuelo que la  le hagáis una hoguera que sus pobres maderas necesitaran poco para prender para que su humo y cenizas vuelva con Jose Y Manuela.

ISABEL CORONADO ZAMORA



jueves, septiembre 18, 2025

 El Pilar Nuevo 


Según me contó mi tío Santiago Mariña.

El pilar se surtía de un manantial que aún lo podéis ver eso sí seco pero con piedras a un dentro del paseo de la piedad cuya agua iba auna alberca que hubo enfrente de los mundos os teniendo en cuenta que en este punto había un puente de gran altura para sobre pasar en este punto al cagancha que venía de las minitas.

Pues bien de este manantial se acuerda hacer el pilar con sus caños para que se cogiera el agua más higiénicamente pues las personas en el manantial tomaban el agua no eran muy higiénicas.

El pilar nuevo como fue conocido, Lugo empezó a dar problemas pues en sus aguas había Sanguijuelas y al remodelar toda la zona se hace el paso central que hubo antes que este en el cual había quioscos como los que  hoy vemos dentro de la Piedad.

Estos quioscos estaban puestos donde se echaban jeringas unas hermanas muy buenas personas de hennia  gitana estaba enfrente del antiguo bar conocido por El Zara, enfrente de este.

Pues bien una madrugada un camión los fresnos o el sueño del camión lleno de mercancía y chocó  con el quiosco y parte del Pilar destrozando quiosco y parte del Pilar 

Se remodela la zona la cual era también junto con el parque de la Piedad que está Zona carecía de Cerramiento que era donde se celebran la feria de la Piedad que también se ponían circos y casetas en las inmediaciones de la estación tengo fotografía de casetas de las cafetería y pastelería el Danubio me parece.

Pues bien se acuerda que como cada vez había menos ganado y vestía para abrevar a demás del problema de las Agus que se estancaban, hacer la fuente que veía su brocal está echo con parte del brocal del pilar me dijeron, pero el agua que pueda tener no se hoy de que será pues todo está reformado.

Cuento lo que mi tío vivió y me quedo escrito convEl  Charneca nombre de origen Árabe o judío que quiere decir zona de Alcornocales, .

El camino se llama igual.

Todo tiene mucha historia.

De la alberca vieja para adelante tiene la suya.

Lo que pasa es que mi investigación es la que han transmitido mis mayores y los historiadores a esto no lo tienen mucho en cuenta, ha sido duroersado en 1998 con otros amigos suyos que me narraban sus vivencias.


 

El mechón de Flavia 


SUPE UNA VEZ Y NUNCA LO ENCONTRE ,AQUEL MECHON QUE LA TIGERA CORTO Y QUE MI CORONILLA DESPLOMO LA TIGERA, QUE LLACIA SOBRE MI MANO QUE ENCONTRO LA FORMA DE CORTAR LOS PELOS QUE SOBRABAN.

EN LAS IDEAS DE MI CABEZA ALMACEN DE TIRONES DE UN PEINE DEDES DENTADO.

 TIGERA SOBRE LA HORA DE QUE IBA DESCUBRIENDO DELANTE DE  EL SABER.

AQUEL MECHON QUE SOBRABA Y QUE TANTO MOLESTABA Y QUE MI MANO EN CONTRO AL LADO DE LA OTRA, DONDE ESTABA LA TIGERA.

ERA UNOS PELOS, QUE SOBRE LA CORONILLA REVOLOTEBAN, SIN CESAR, NO SABIA COMO PONER EN SU SITIO, HASTA QUE GRACIAS A LA TIGERE ENCONTRE LA SOLUCION.

 QUE ERA CORTAR, PUES LA TIGERA TENÍA LA LA FUNCION DE DARME GUSTO, PONER LA CORONILLA COMO UNA CORONA, RODEADA DE CUTROS PELOS QUE HABIAN QUEDADO Y QUE SOBRE SALIAN COMO ESPINOS EN LA FOTO QUE ME SORPRENDIO

lunes, septiembre 08, 2025

 El parque 



Al que él que debajo de él te ponías a oler sus suave adorno aquel parquecito de mi niñez en aquel donde jugaba con aquella muñeca aquel donde apuntabas a una casita que decía que vivía en los enanitos donde nos hacías ver que de las ramas de las palmeras estaban recagándose los pájaros los enanitos hoy he vuelto aquel Naranjo aquel frondoso honorado el de su olor el de su aroma la aroma tuya que dejaste en nuestros corazones en nuestras almas en nuestros pensamientos aquel León de cerámica que echaba agua sin cesar y según decías tú eran los peces que estaban escondidos y nos lanzaban suave chorritos de agua oye he vuelto y he vuelto a ver a los gorriones y almirlo el mirlo el mismo que estaba cuando nació Claudio el mirlo que se recuerda de tu rama aquel que saborea tu aroma y he pensado quizá eres tú el mirlo te has posado sobre el césped d te vista haz picoteado y juntos he sentido tu presencia quizá eres el mirlo y vienes a tu árbol acoger los olores de antaño y a darme una mirada tan

miércoles, agosto 20, 2025

QUE DECIR

 



Qué decir en esta tarde ser de semana santa 2023 que decir de esta arena de este viento que es decir.

 Cuántas semanas antes vamos a de distintas maneras cuantos estuvimos y cuantos no están y sus padres maravillosos, que tú vives por aquí jugando con mis hijos, tan pequeño es al fútbol disfrutando de este vientre de esta arena de tejado de estos corrales.

 Como una ola cada semana santa venía como una ola llegaba, semana Santa como una ola nos amábamos reíamos discutíamos, reíamos nos enfadábamos todo pasaba en estos días pero, como echo de menos esa hora han venido de nuevo acompañante que me llenan la vida.

 Mi nieto la experiencia el amor el cariño la semilla, que un día 13 dentro de mi alma y de mi corazón y a los que nunca abandonaré, porque siempre estaré junto a ella como una hora llegó.

 Como una hora el amor la desilusión como una ola al cielo y segunda con la tierra de como una ola el sol nadie calor y a la vez se aleja llegando la noche y la oscuridad.

 Mañana qué bonito escuchar una canción mientras el sol se va dejando caer, cansino donde el duro día de ser admirado, de ser querido, de calentar de prosperar de hacer la tierra fértil y otras veces secarla.

 Este cielo lleno de marañas el pájaro, la gaviota volando surcando al cielo atravesando el horizonte. que bonito es todo como una ola llega a la música a mis oídos como una ola el sol se va agarrando a esa espuma que se deja caer y acariciar queriéndolo amándolo como una ola mis sentimientos se van.

 Anidando en mi corazón, se van agarrando una ilusión como una ola vendrá, se irá con una ola un sueño, los sueños destrozados, contra esa ola contra el límpido ímpetu de la ola.

 Que destroza que no quiere nada nada más que la deje avanzar avanzar avanzar como una ola como una ola estás ahí como una ola ese sol se deja caer y arrastra y arrastra.

ISABEL CORONADO ZAMORA


ISABEL CORONADO ZAMORA

 

Los años

 


Los años es la experiencia a destiempo, la marcan como interesante, pues te hacen creer que vas por delante de los que tienen menos.

No es así, cuando los vas cumpliendo, es como un espejismo por el cual miras con vista, vidriada, sobre valles de palabras y consejos que te dan haciéndote creer que prevalecen sobre tu experiencia.

Los consejos que palabra tan poco agradable, poco tratados sin más ímpetu que hacerte creer que eres una equivocada que la bola, del mundo que está llena de frustrados dando consejos, que mal saben aplicarse a ellos poco saber raramente aporta.

Los años es un nombre que un día le pusieron a tu cara, pero no a tu mente que sigues viéndote como en la fotografía de tu vida que más te interese.

Cumplir años es una hoja en blanco muchas veces poco tienes que contar.

La experiencia es una mercancía de difícil venta y precio con valor de casualidad.

Un vino con años bebido a destiempo son años de crianzas mal logradas.

Cuando un espejo devuelve experiencias de años, es mejor la que más te interesa y el monto que más resultado te puede dar.

La cabeza es el centro con nuestro corazón relojes que marcan nuestra existencia, se agradecen las armas que sin saber te hacen salir rápido por puertas, que cualquiera mueve manivelas.

En el camino no sabemos las cosas que surgen en una experiencia, catedrales de un tiempo en el concurso de la vida, llena de preguntas frente a un muro de lamentaciones, sin religión que nos hagan ganar la suerte de la ayudar, que en número nos haga ganar los años que se van cumpliendo.

ISABEL CORONADO ZAMORA

viernes, agosto 15, 2025

 

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domingo, agosto 03, 2025

 


MI HISTORIA COMIENZA AQUI

                      

                                  



UN VERANO DE MI INFANCIA

              


La fotografía fue realizada por una cámara de un familiar de Madrid, que vino a visitarnos y gracias a ella tenmos estas maravillosas fotografías del vergel que fue –el huerto de Isabel la Nena,.

Cualquier historia surge de un momento que permanece en los recuerdos, uno de los mejores de tu vida, compartido con unos primos súper divertidos y traviesos, en una vega conocida por Husero, vergel desde el principio de los siglos, el nombre de Husero fue tomado de una familia que debió vivir en este lugar, llamada la casa Husero.

Nada se sabe más del nombre descubierto por mi hijo Cesar. Camino de las Lavernosa, también de Aceuchal, que al llegar al pilar de Tiza se trasforma en la cañada de Tiza.

Recuerdo grato en mi memoria, que ha permanecido y he ido trasmitiendo con los años.

Aquel verano fue uno de los mejores de mi niñez, como estuve en este lugar grato para mi, junto con primos, tíos y mi querida abuela Isabel, la única que conocí.

El temperamento de aquella mujer, logrando en el lugar que veis hacer de adobe ella sola una casita para refugiarnos.

Que maravilloso era todo en aquel sitio, las noches llenas de estrellas, en un firmamento colmado de cometas que corrían en libertad uno detrás del otros.

Los cuentos al caer la tarde, mientras veíamos sacar a mi padre y tíos, ayudados por mi primo agua de los pozos que había, varios semejantes al que veis, que mi padre decía que eran de los Moros.

Pues según él todo lo antiguo era árabe.

Vega productiva, además de los pozos pasaba el regacho Zancho, con buen torrente, todo el año, corría con aguas cristalinas.

Por un canalito se tomaba agua que iba a una tinaja de arcilla muy bien trabajada que almacenaba el agua que salía sin cesar por un pitorro, está según mi progenitor también su construcción y vasija era árabe, según Dionisio, era de los moros.

 Estaba en un margen del camino de la cañada, para sedientos caminantes y animales, agropecuarios, con los que se hacían todos los trabajos agrícolas.

 

Al lado del huerto estaba la casa del médico, que casa, cuando lográbamos entrar en el jardín de la entrada, nos quedábamos quietos mirando lo bonito que eras, como éramos tantos nos mandaban pronto para la vaquería que tenía este doctor, que estaba al lado de la casa.

Un bullicio de chiquillería llegaba, para que nos dieran la leche recién ordeñada, de las ubres de las vacas, liquido expuso y aún caliente.

Luego íbamos a la casa del guardes, su hija se llamaba creo manolita o algo así, entrabamos corriendo y parábamos de, golpe cuando veimos a la joven con brazos en el cuadril, poniendo orden, y viendo el queso que estaba en la mesa, con hogazas de pan recién echo.

Decía uno de mis primos, que guapa es y creo que tito Dionisio la quiere de novia, pero ella no está muy convencida.

Cuando en nuestras manos nos iba poniendo porción de queso y pan íbamos saliendo corriendo hacia el camino, pronto éramos parados por el pastor de las vacas poniendo orden.

Mis tíos y padre, llegaban por la tarde a recolectar, hortalizas y frutas maduras,  que iban poniendo en los cestos para que muy de madrugada mi abuela se levantaba y ayudada por las manos, hombros y espaldas de mis  primos con habilidad,  ponían los cestos sobre el lomo de los asnos, para que se encaminara al mercado a vender, la mercancía, con la que no solo la familia si no también amigos se sus sitian, en épocas malas de escasez, que tengo que decir que al lado de mi abuela nunca hubo necesidad.

Hasta que mi abuela volvía del mercado estábamos solo y el pastor lo sabía, la abuela le decía échale una mira, sobre todo a Joselito el rey de las trastadas.

 

Nos gustaba irnos al lugar cercano de nombre las Cavernosas, para pasar había un badén por el que pasaba el regacho y sus orillas estaban sembrados de eucaliptus, marcados su tronco con corazones.

Mis primos que letreaban y sabían algo escribir, con una diminuta navaja, escribían sobre su tronco, para cuando fuera mayores verlos.

El lugar era muy fresco su suelo lleno de grama, verde, fresquito, nos tirábamos cobre la hierba y escuchando el sonido del agua nos adormecíamos.

Era el momento de las travesuras de Joselito, que contare en otro momento.

A si hasta que volvía ya mi abuela, con la venta echa y unas sardinas era nuestra merienda, que traía, asadas en una cocinilla, fabricada por ella, que bien sabia sobre el pan en una mano, en la ora medio tomate con sal.

El líquido chorreando por nuestros brazos, de postre del árbol arrancaba melocotones maduros, tan llenos de almíbar, que al morderlos el zumo salía a chipi ritones, llenando nuestras caritas que limpiábamos con el dorso, pues servilletas nada.

Desgreñados, sudorosos y enmostados, con un salpicón de agua que nos daba mi abuela, sobre la cara nos íbamos dentro de la casa, realizada por mi abuela de adobe, suelo de royitos de piedras, que ella utilizo para embaldosar, viendo la claridad por el techo que entraba entre las tablas empleadas para ello, siempre diciendo --antes de la lluvia hay que repasar el techo.

El camastro era unos troncos que según ella le dieron, cuando talo un pino, maderos que, clavados en la pared, un camastro con por colchón tablas y sobre ellas jerga, como se decía al costal que serbia de colcho relleno de las hojas de mazorca de maíz.

Como no cabíamos todos, tendía la manta de la albarda del burro, sobre el suelo, así revolviéndonos, acomodándonos, ella poniendo orden empezaban sus historias, bien sabía que si eran siniestras eran las mejores, para dormirnos.

Contaba, que mi abuelo era rubio, alto gallardo y de Cumbres Mayores, como se hicieron renta del huerto, que el médico le tenía dado a cambio, de que no le faltara verduras y frutas.

Aquel hombre respeto siempre mucho a mis abuelos, tíos padres y familia.

Y nosotros aquel lugar éramos libre.

Solo pase en aquel lugar un verano que es el de la fotografía.

Feliz, con las trastadas de Joselito o las brusquedades de mi tío Dionisio, al gastarle para fregar el suelo el agua fresquita de la cantarilla, para beber cuando venía sediento de las tareas.

Fuel huerto con sus verduras de la Nena, tenían fama, cultivadas por su familia.

Vergel, que fue el lugar salpicado de huertas, cortijos donde todos se conocían, se comunicaban de uno en otros, al irse encontrando por el camino hasta que el recado llegaba al pueblo.

De pronto, todo acaba con una historia que no soy dueña de contar, son obligados abandonar el lugar, la vaquería desaparece, el huerto fue quedándose como veis en la fotografía.

La casa años atrás, aun en pie en vida de mi padre, pero un pino de aquellos que daban tan buena sombra, en una tormenta un rayo lo cayó sobre la casa, fue el final, para que la rapiña del ser humano quedara de aquella casa tan bella solo su entrada y quizás un pino hijo de aquellos.

Los eucaliptus de la orilla del regacho fueron talados y las iniciales de mi prima con ellos.

Todo aquel entorno es hoy lo que veis, en la fotografía nada tiene que ver, aquel paisaje salpicado de huertas de hortelanos.

Gracias a mi hijo Cesar tengo estas fotografías, todos vamos formando del recuerdo.

DEDICADO A MI FAMILIA



POR AQUÍ DEVIERON ESTAR LOS POZOS Y SOBRE ESTAS PIEDRAS RESTOS DE LA CASTA.

Y alrededor de aluna de ellas nos sentabamos eran nuestros asintos, y mesas a la hora de comer.

Participaron en nuestras historias, lellendas mientras veiamos unas boveda celestial tan estrellada.




Todo esto estaba salpicado de huertos de hortelanos dedicados a su venta

 

 







De la casa solo su entrada al jardín, como si te asomaras a una niñez donde veo a mi abuela, con aquel pañuelo negro atado a la cabeza y sus sallas oscuras, dando le al burro, para llegar a tiempo al mercado, hacer la venta, parce verla ligera detrás de la vestía, mientras le decía  al pastor , ---échale un vistazo a mis nietos.

A mis primos correr, uno detrás de otro, Joselito escondiéndose para no ser encontrado de tantas fechorías.

Ver llegar a mi padre sobre su burrito Perico, a recolectar la hortaliza para la venta.

Las vacas que tanto miedo me daban o cuando mi padre me subía a la tapia de piedra, que separaba la cañada de la casa del médico y el camino.

Mientras me abrazaba y me alisaba el pelo, camino, mientras me señalaba con su gran fantasía, una paloma que era su amiga, se convertía en hada, por la noche para proteger la puerta de la casita del huerto.

 

                                          ISABEL CORONADO ZAMORA