Mi pequeña historia de Almendralejo

viernes, febrero 28, 2014




                               CALLE DIVINOS MORALES DE ALMENDRALEJO
                               

AÑO 1956

Lugar donde  por primera vez tomas con tacto con la vida, marcando, emociones,  momentos felices de una vida.
Calle Divinos Morales; es  Enriqueta, la que nos introduce  en sus historia e inicios. Cuando  el  lugar fue una gran “Era” dedicado a  trillar y limpia el grano, llena de pozos para apaliar sed,  refrescar segadores y apagar fuegos si los hubiera.
 El pozo de tomas Fernández, hoy en la cochera de Santiago Mariñas, el de Salvatierra en la casa de esquina con Tercio y Francisco Romero Guerreo.
 Al final de la calle Divinos Morales con Macarena, al hacerse, quedo en medio de la calzada un altivo pozo llamado “Huevo”. Al quedar  en el medio, aguantando, toda clase de aberraciones, se optó, sin valorar su buen agua y  venero incansable, en negarlo, olvidando, lo necesario que fue en años de sequía.
 Hoy  se habría ideado  formas, que vuelven con la narración que me cuenta  Enriqueta ,  atrapando momentos de una infancia en esta calle, días de reyes con un saltador de campanitas  pasando horas, en el cemento de la cera saltando.
Recordando, vecindad donde todos/as eran conocidas por los apodos o motes, viviendo en armonía, familiarmente bien.
Calle que empieza a formarse por los años 1918 0 1919, cuando la zona que hasta entonces había sido era, se empieza a vender por parcelas. Vecinos que empiezan hacer sus casa poco a poco, siendo uno de los primeros en hacer su vivienda y habitarla, la familia de a Anguelita la Bota y Fernando Barranquero, que no eran apellidos sino los apodos por lo que eran conocidos.
Estas dos personas fueron y son los abuelos de Filo Fernandez (Coralito de Palma) Y Andele.
Casa que no ha  dejado de pertenecer a la familia, y una de las nietas,  Piedad, su madre era Frasca, una excelente mujer,  buena cocinera y repostera, su marido se llamaba Manolo.
Seguida, estaba la  casa, de María Andito y Fernando, (apodado Andito), su nieta cuenta que fue, porque el hermano pequeño de su abuelo, no sabía decirle Fernando y le nombraba por “Andito”.  Por este apodo siguen siendo conocidos.
La vivienda, des de su construcción, ha sido de la familia. Hoy viven en  ella una nuera y cuatro nietos,  que cuentan, que su a su abuela la vecindad nunca la nombraron María, siempre la llamaban Mariaandito.
Otra vecina de la Calle Divinos Morales, fue  Dolores, apodada  la Belmonta, que emigro a Madrid, Francisca la Alcañila, María la Santa, una de las hijas de esta señora vive en la mima calle, al final de esta.
Juana la Roia, Ana Barroso, las Catorzas,  “La cabaña” cuyo mote le venía porque el marido trabajaba de pastor y vivan en el campo en  Cabañas.
El pajar de los de Merced, porque se llamaba la  madre Mercedes y continúan siendo dueños la misma familia.
Juan villa, nombrado más por el de los “Conos” por fabricaba conos de cemento, para almacenar, el mosto de la uva que fermentado se convertía en vino.
Seguida una Bodega llena de conos, en el suelo un pozo llamado de “Casca” que al limpiarlo era peligroso, se encendía una vela, si se apagaba  indicaba que no había oxígeno.  Muy peligroso,  los que bajaban a limpiar el pozos, al perecer personas, porque era toxico y no daba tiempo, salir.
Por encima, la casa de Pepa la de Curro, conocida a si por que el marido se llamaba Curro.
En el numero 26 vivía  Manuela la de cartilla, que era el apodo de su marido, Su padre s se llamaba Juan y Catalina, cuando murió esta la hija mayor se hizo cargo de los cuatro hermanos y el padre, que trabajaba en el cortijo del Conde Bagai.
 Ell cual venia por quincenas,  el mandadero del conde, traía todos los día las “Teleras de pan recién echo”  realizado en la tahona, del cortijo, para los trabajadores, había que ir por el pan a la casa del mandadero, que se llamaba Juan, todos los día iba en una tartana al cortijo a llevar los mandaos del día pasado y traerse los,  recados que les dieran.
 Guardaba el caballo que tiraba de la tartana en un pajar que tuvo el conde en frente de la plaza de abasto hoy tienda de los hijos de Alfonso. La señora del mandadero  se llamaba Nati, vivían en la calle Villafranca.
Otro vecino fue “El guarrero” apodo que  era debido a que era conocedor de enfermedades de los cerdos, y los castrarlo. Su señora  era Amparo, tocaba muy bien la Acordeón, contratada para las bodas, fiestas. Padres del  dueño del bar el Guarrero .
En esta casa tan poco ha dejado de pertenecer a la familia,
El “seño”  Fabián, no tenía hijos, vivía con su señora y dos sobrinos, y justo entre las calle el Tercio, con Divinos Morales, tenía un pajar todo el emparrado, con un pozo de agua muy fina, venero incansable, aun en los años de sequía. Vendía,  el agua, que las vecinas acarreaban  con cantaros de arcillas, cubos de ciz, para beber, asearse, lavar ropa, fregar  y comidas.
 El agua se almacenaba,  en grandes tarros de arcillas, apoyados en la pared,  los cantaros en las  “cántaderas “ el rincón más sombrío de la cocina para mantenerla fresca.
El trasportar el agua, fue penoso se iba descansando y en los pajares justo donde se cruza con calle el tercio, en la puerta había unos bloque de mármol, de grandes dimensiones,  que estaba apoyados en el quicio de la puerta de los pajares,  era el lugar elegido para hacer un breve descanso.
También estaba la Maria y Rivera, los padres de Alejandro el del Casino.
Catalina la Bota, sus hijos era Felipa, Nandi, que era barbero en la barbería que hubo detrás de la plaza de AbatoLa Toña Pitoña, Y Chanchi, esta familia en los años sesenta del siglo pasado, emigraron a Barcelona, no volvieron más, en el corral había un granado con un ramaje que cogía todo el espacio.
Los Riverinas,, los de Simón, Kika “la buena moza”, Los Lozas, Joaquín que tenía una taberna en la esquina calle tercio y carretera Santa Marta, con paredes forradas de carteles de toros y su señora Pepa encargada de hacerle los aperitivos  en una cutre cocina con una nafre apoyada con tres patas en el suelo.
María García en la esquina hoy, tienda de bombonas de butanos. Pedro plaza y María  que tenían una tahona, en la otra esquina con carretera santa Marta, la casa daba para la carretera, a la tahona se entraba por la calle divinos Morales tenia, esta una cancela de hierro enorme para cerrar.  Al caer la tarde la noche daba, miedo  pasar por el lugar.
La señora Pilar la mujer del Sereno, sus hijas Trini, Manola y Antonio.
Gonzalo el carnicero y María su señora, padres de “Nino” Eran ganaderos la casa daba para la calle el tercio y tenía caballos y demás animales y enfrente de la puerta trasera o falsa de  su casa, un pajar con un rebaño de  borregos que era la carne que vendía en la plaza y a otros vendedores.
Francisca la Alcañila, María la santa, los Andújar, los padres de Alejandro Molano, Juana la Roía, Ana Barroso, este si era apellido,, Las Catorzas.
 En el numero 26 propiedad del padre de Juan donde yo nací, Felicidad y cariño que llenaba toda carencia si la hubiere.   Pepa la de Joaquín, este hombre era muy grueso se ayudaba con unas muletas y tenía una taberna llamada por su apellido (Loza) esquina tercio con Santa marta. Donde también viviría Nicanora.
 Le seguía Quica apodad la buena moza,  no se llegó a casar y viva con su hermano.
Los apodados por Guarreros. la Familia de José en el del bar del mismo nombre del apodo, su madre se llamaba Amparo y tocaba muy bien la acordeón, era contratada en las bodas para amenizar el baile y en otros eventos, muy buena mujer.
Los Riverinas,  uno de sus hijos vino enfermo de la guerra y murió, también una hija. Una de las vecinas recordadas era” María la carnicera” su marido Gonzalo el carnicero.  Que era el nombre de su marido era este ganadero con un buen rebaño de borregos ovejas y también tenía caballos, vendía  en la plaza carne. Marcelino (Nino que tomo luego el puesto de su padre), Rosario Juan Mari y Periquín que quiso ser torero y hoy es ganadero en  Salamanca, orígenes de sus padres.
La seña Pilar, que era de Sevilla y su marido era sereno y solía vestirse en las procesiones de nazareno.
Las de Simón y más hacia delante una cochera donde en estos años de pocos coches un señor guardaba el su coche.
Vidas en una calle,

Isabel Coornado

domingo, febrero 16, 2014





 ENTORNO DEL DOLMEN DE ACARA
      
CAMINAR


Caminar por senderos de lodo en un mundo lleno de espinos donde el ser es el principio de un no . Cuando ver es visión la vida que forma las ramas de un crepúsculo soñador lleno de hojarascas temblosas, que vivimos sin ver los horizontes llenos de esperanza que junto a nosotros pasan.

 Que somos en este mundo donde no vemos mas que los egos y vanidades y pasamos por alto lo mejor que la naturaleza planta y la primavera renace.

¿Quien es lo que se siente cuando las ramas caen y arden en las hogueras de las vanidades, mientras sus chispitas brotan hacia nosotros dando las ultimas llamitas de un tiempo perdido?.

¿Que es caminar y dejar un camino y retomar otro para volver a coger las equivocaciones anidadas en las arenas de las cunetas que esperan ver pasar una y otra vez al pasajero viajante que sin animo volverá a ver ese horizonte plagada de todo lo que un día de tempestades y sin refugio puede dar para andar un sendero?.

¿Que es un cruce? ¿que es un ocaso y que es una puesta de sol?.

¿Que prado sentir donde caer y unir mi energia para que sirva para alimento de una flor.
 Sentir un día el verdor sobre unos ojos vivo que no ven, una pradera de amor en medio de visiones sin ver.

¿Que es un todo en un nada y que puede engendrar el sentimiento de la insatisfacción y mal estar donde la vida pasa sin pensar ni ver  ni conquistar placer ni sentimiento que almacena las verdades de una cosa llamada amor al pro gimo.
ISABEL CORONADO



 
                                                ENTORNO DEL DOLMEN DE ACARA
     
CAMINAR


Caminar por senderos de lodo en un mundo lleno de espinos donde el ser es el principio de un no . Cuando ver es visión la vida que forma las ramas de un crepúsculo soñador lleno de hojarascas temblosas, que vivimos sin ver los horizontes llenos de esperanza que junto a nosotros pasan.

 Que somos en este mundo donde no vemos mas que los egos y vanidades y pasamos por alto lo mejor que la naturaleza planta y la primavera renace.

¿Quien es lo que se siente cuando las ramas caen y arden en las hogueras de las vanidades, mientras sus chispitas brotan hacia nosotros dando las ultimas llamitas de un tiempo perdido?.

¿Que es caminar y dejar un camino y retomar otro para volver a coger las equivocaciones anidadas en las arenas de las cunetas que esperan ver pasar una y otra vez al pasajero viajante que sin animo volverá a ver ese horizonte plagada de todo lo que un día de tempestades y sin refugio puede dar para andar un sendero?.

¿Que es un cruce? ¿que es un ocaso y que es una puesta de sol?.

¿Que prado sentir donde caer y unir mi energia para que sirva para alimento de una flor.
 Sentir un día el verdor sobre unos ojos vivo que no ven, una pradera de amor en medio de visiones sin ver.

¿Que es un todo en un nada y que puede engendrar el sentimiento de la insatisfacción y mal estar donde la vida pasa sin pensar ni ver  ni conquistar placer ni sentimiento que almacena las verdades de una cosa llamada amor al pro gimo.
ISABEL CORONADO

viernes, febrero 14, 2014




MADRUGADA

Madrugada llena de espejismos que vagan por los rincones de una habitación, mientras la dueña se embarga de lo que encuentra en la lectura. 
La noche es envolvente, vagabunda por los rincones amparo de divagaciones, que se esparcen por los senderos de un ir venir por los pensamientos guardados al refugio de la nostalgia y de risas olvidadas.
La tranquilidad de las horas que vagan y se deslizan deseosas de encontrar distracción, en el sueño provocador que esta tendido sobre una alfombra que se desplaza hacia donde desplegarse y aposentarse..

domingo, febrero 09, 2014


CONTINUACIÓN DEL CUENTO DE ADRIAN Y PABLO


Pipon ha conseguido tener un gatito, Cuando Caton pone sus  antenas en acción, es cuando nadie lo ve, solo son utilizadas, para ver el exterior y poder salir para suministrar y abastecerse.

Cuando las antenas toman contacto para ver, hacia fuera, su parte final que termina en lentes divisorias  y pegadas a ellas, ve una cara feroz, sufrido tal susto que cae al suelo casi desmayado.

 El gran ruido que provoca lo reanima, sabe Caton, que hara venir, al vigilante, pues bien sabe que a realizado algo que para él a un estaba prohibido.


El animal se afanaba en rascar y escarbar y tenían un lió grande, pues no hay peor que un gato curioso. cosa que podía atraer curiosidades y ser descubierto  el poblado de los Itenirantes.

Con su silbato  "SÓDICO DIBUJANTE" salio una hebra que iba privando y buscando a Pinpon, su amigo, para distraer al animal, pues él corría  riesgo de perecer en el intento.

Caton, sintiéndose culpable del lió, temeroso de ser reñido opto, por salir al exterior por la rampa aérea preparada para sacar los "RODOMETROS" para el abastecimiento.

Los RODOMETROS, se accionan, con una manivela diminuta con la que toman energia y se pone en movimiento.

Con gran esfuerzo, logra, pone en movimiento con él dentro. Con sus ideas de duende que lleva instaladas en sus orejas, lanza BALLESTAS ABRE RAMPAS, toma movimiento, el portal se abre y Caton, conduciendo, lo hace  desliza con suma velocidad, que choca con fuerza, grande y  peligro.

 De pronto, se encuentra, con un felino, tan grande, que sus dimensiones  son difíciles de evaluar.

El gatito, corre hacia él,  apenas le da tiempo de esquivar lo a  Caton, que acciona, la "PALANCA-VOLADORA-PLANADORA, que hace elevar, el artilugio que revolotea sin control al rededor de la garras del anima.,

El gato va detrás, en uno de los enviste, logra derribar lo, cayendo encima de un motón de hojas que amortigua el golpe a Caton,  logrando poner derecho el , logra RODOMETROS,  ponerlo en función con apenas unos instantes.

Que apuros cuando divisa, un globo, que viene hacia el es su amigo Pinpon, que con su "LANZA MENGUADORA- ROVOTICA, QUE DERRAMA PONPITAS, QUE EMPIEZAN A MULTIPLICARSE Y CAER SOBRE EL GATITO QUE SE VUELVEN UNA POMPA GRANDE.

Una de las garras del gatito, se ha quedado fuera, lanza sus garras, que  rozan el cesto donde va metido Pinpon, y se queda enganchado se diminuto, una trafaga de viento, los introduce en el poblado.

A Caton todo esto le dan un lección,  mas que un castigo para que nunca más ponga en peligro a lo Itinerantes, durante un mes tendrá el encargo de vigilar la entrada a acompañado del gatito que se convertido  en un diminuto Itinitante, que no comprende lo que sucede ni su tamaño.

ISABEL CORONADO



jueves, febrero 06, 2014





ANTONIO Y VITORIANA

Siempre los recordare como uno de  los seres mejores que tuve a mi lado, maravilla de personas que me dieron tan grata infancia. 
Era Antonio y Vitoriana dos seres tan enamorados uno del otro que se miraban cada mañana en la misma mirada.
 Años de muchas necesidades  pero la felicidad llenaba todo, .
Decidieron casarse recuerdos, en blanco y negro: los preparativos, el hacer el ajuar, el criar el borrego para la boda, un enorme carnero de hermoso cuernos retorcidos, que alimentaban con esmero, pobre animal de largos mechones de lana.
El pelorio, fue divertido realizado en un corral lleno de otros animales, que había que sortear, la boda  y sus vidas que empezaba.
 Se fueron a vivir con caseros, una gran casa donde en cada habitación vivía una familia y la cocina para todos.
Que amor tan grande se tenían . Fueron con sus afanes prosperando, haciéndose de una vida mejor viendo con los suyos alcanzando sus logros.

Que buenos bailarines eran daba gusto verlos bailar paso-dobles .
Querido Antonio, que bueno eras que sana fe reinaba en tu alma, como querías a los tuyos.

Tuvo varios oficios siendo el repartido de pan donde se jubilara, cada día temprano con su carrito, tirado por la mula, que el mismo alimentaba, llegaba a casa para no tener que levantarse, la hermana tan temprano,  a la puerta  le ponía, una silla. En aquella casa apenas se usaba la llave, para cerrarla, el la empujaba y la silla chillaba lamentándose, quejándose, haciendo su recorrido. 
Èl con grandes zancadas hacia todos los día el mismo recorrido, dejaba el pan en la camilla y una gran caja de empanadilla, como regalo para las sobrinas y colines largos . El importe una veces lo tomaba y otro lo que le parecía.
Que generoso fue tan grande voluntad.
Siempre estará con nosotros caminara pisando nuestros pasos.
Isabel Coronado

martes, febrero 04, 2014

                                           


UN TREN CAMINO DE LA EMIGRACIÓN --AÑOS SESENTA PASADO SIGLO  ALMENDRALEJO

Aquella mañana nos despertamos pronto, todos los de la casa nos pusimos rápido a asearnos detrás uno de potro fuimos echando agua en la jofaina, nos lavamos y secamos con toalla, vimos a mi tío como hacia lo mismos.
La maleta de madera estaba lista, pegada en la pared, esperando, sobre ella un envoltorio de periódico, atado con cuerdas en su interior estaba la comida para el viaje.

La mañana, ni era esplendida, ni radiante ni nublada, de todo un poco pues estaba envuelta por la tristeza de la partida de un ser querido a lo des conocido.
 Muy lentamente nos fuimos hacia la puerta, de la casa,  emprendimos el camino hacia la estación. Caía una suave niebla fría sobre nosotros. En suelo,  el barro se había echo dueño de nuestras pisadas que se iban embarrando y costando guardar equilibrio.

De pronto a la vuelta de una esquina nos encontramos con otros compañeros que también partían hacia ese punto, donde se espera encontrar tan solo esperanza.

Los niños  pegados al tito que triste daba pasos largos, temiendo que el tren de la esperanza se marchara sin él.

Al doblar la curva de la carretera, divisamos la estación, dejamos detrás de nosotros la plaza de toros que dormitaba de tardes gloriosa.
Por el borde de la carretera  íbamos y un carro de yunta nos alcanzo con su pesada carga de estiércol, para abonar la tierra, saludo y prosiguió, cantando mientras con una vara fina de oliva, tocaba el lomo de la bestia.

La estación estaba desierta, la ventanilla acababan de abrir, el olor era una mesclar de suciedad, carbonilla, heces y sudor.
Saco el tito la carterita, reatada, con su poquito dinero pago el billete hasta Mérida, donde había que hacer trasbordo.
 Salimos al anden, hacia tanto frió que las caras se congelaban, haciendo nos arrimar unos con otros . La hermana lloraba, pedía un milagro para que su marcha no se hiciera, donde iba este crió que desamparo.

El padre paseaba, lentamente, quería decir tantas cosas, no salia ninguna. Cuando se diviso la maquina del tren la bruma la hacia como un espejismo acercarse mientras gruñía, se quejaba chillando con su silbato, iba frenando hasta llegar al deposito de agua donde tomo el liquido necesario para que el vapor tomara fuerza para volver a poner la  en marcha.
Los que marchaban se montaron con sus maletitas de maderas o  a cuadros, se asomaron por la ventanilla, una vez colocado el equipaje en las baldas, tomaron su asiento asomados a la ventanilla con caras de niños temerosos, se despedían mientras la locomotora tomaba resoplidos.
 El jefe de estación con su banderita roja daba la señal de partida. La maquina pesadamente empezaba a tirar de los vagones, se ponía en marcha tomando velocidad se alejaba hacia  la emigración.

Isabel Coronado

lunes, febrero 03, 2014


CIGÜEÑA EN LA ANTIGUA CHIMENEA DE BODEGAS MONTERO


SAN BLAS

DÍA DEL CHORIZO EN ALMENDRALEJO, TRES DE FEBRERO

Por San Blas Cigüeñas vera.

A si se decía todos los años cuando se iba acercando la fiesta del chorizo, tardes ventosas casi siempre pasadas por agua, frías, pero con un claro había bastante para ir a la "era".
 Con la cestina de mimbre roja, característica de la zona a comer la "Merendilla".
En la cestita, iba, chorizo de la matanza, salchichón, huevo cocido, que al comer lo te "enguñabas" (atragantabas).
Todos los niños o una gran mayoría portando la cestita que te habian regalado la madrina, abuela  o madre..
 Se adoraba este día no había colegio por la tarde, toda la mañana, planeando los niños de la calle y contornos como lo íbamos a pasar, acompañados de madres, los padres estaban trabajando en el campo y eran pocos,  abuelos y todos en (bandada) cada uno con su grupo de la parte de la calle que vivía. Se iba alas distintas eras del Almendralejo, utilizadas para esta fiesta .
Una vez allí, se buscaba,  aprovechando un poquito de barranca para refugiarnos del frió, se abría la cestina, con los manjares.
 En una mano un trozo de chorizo o salchichón, en la otra un buen trozo de pan blanco de corteza morena, mientras, comías jugabas a saltar la soga, con el balón, a corre pero sin soltar la comida, mientras las  madres no dejaban de llamar a los crios, que no hacían  caso.
Una de las "Eras" que la barriada de San José tenia por costumbre era la existente, hoy todo el instituto Carolina Coronado, donde el instituto Santiago Apóstol, entonces llamado "Laboral", tenia como cerramiento un seto. que por la tarde daba el sol y a su refugio se colocaba toda la "cuadrilla.
Fue en Almendralejo, El día del Chorizo, una fiesta querida y divertida, forma que se buscaba de degustar la chacina de cada casa, para compartir con a  acompañantes, aun fresca, pero que rica estaba.
Su finalidad, degustar y dar  a los mas cercanos un poco de su matanza. Fiesta hoy totalmente desaparecida,  los colegios la mantienen viva y es de agradecer, pues tanto las "CANDELAS COMO EL DÍA DEL CHORIZO ESTÁN CON NOSOTROS POR LOS COLEGIOS Y VECINOS
PERSISTENTE".

ISABEL CORONADO

sábado, febrero 01, 2014


                                                         " ESTA EL DÍA PAJARERO"




El día "pajarero", eran como el de hoy, de suave neblina que poco a poco iba empapando, no deja hacer nada, Si se iba al campo la humedad hacia que la tierra se empapara, haciendo imposible entrar a trabajar la finca.
En el pueblo, la continua llovizna, daba para poco hacer, pagar el sello agrícola en la "Comunidad", limpiar la cuadra, afilar hachas, para la descarga de los olivos , navajas para el injerto de la vid, preparar los cabos de las zachas para plantar las nuevas vides, escardar potreras, arreglar a peros. 

Ir al pajar recoger chismes (aperos) que con las prisa quedaban por medio, barrer con el ramojo de margaritas, darle de comer a los "bichos" (animales).
Y algo que a los niños les encantaba que los recogieran a la salida del colegio, cosas que durante el resto del tiempo que estaba bueno no se hacia .
Los chiquillos de corta edad, iban solo a la escuela o se venían con vecinos o hermanos mayores o iguales cogidos de la mano y muy bien aleccionados (si alguien te ofrece un caramelo o cual quier cosa no lo toméis, salir a corre hacia casa o avisa) era una precaución que todos los día al salir era repetida.

Cuan llegaba la hora de la salida de clase, los padres esperaban en la puerta, con aquellos enormes paraguas llamados portugués, los niños a la salida las mirada iban en buscar de la figura paterna, triste se quedaba el que no encontraba al suyo y sentía envidia cosa que nunca sentimos algunos, pues nunca faltaba en estos día el padre con su sonrisa, con orgullo miraba y en una mano el pesado paraguas y el la otra el cartucho de " tostaos" o de caramelos , golosina deseada, esta delicia, se valoraba mucho.
Refugiados, debajo del paraguas, de doble varilla, de lona azul, mas parecía una sombrilla. Muy arrimados a su cuerpo, encorvados para que no moja nos y el "cava" de carton azul que si se calaba !a dios!.
Eran risas, mientras atendíamos mas a comer las golosinas que otra cosa. Se salia de la escuela a las 12 o 12,30, del medio día, había tiempo, para jugar en la camilla a las cartas, que eran pequeñitas amoldable a las manita pequeñas, o las partidas del parchís, divertidas con aquellos puentes, que obligaba a no pasar y a comer fichas, provocando riñas y peleas que la madre solucionaba diciendo a recoger y a comer.
Que comida tan rica como, la matanza de los cochinos, estaba recién echa todo fresco, las costillas adobadas sobre la media librita redonda de pan tostada, chorreando la pringue, por la comisura de los labios y por las manos.

La madre reñía, diciendo que os vais a manchar, os tendré que poner otra ropa, para ir esta tarde al cole. A las tres se volvía al a la escuela, hasta las cinco.
La madre retolicando, que estaba lloviendo que la ropa no se seca hay poca.
Un día mas en la vida de unas niñas que pasaba, lleno de la felicidad, que le traía un "día Pajarero", pero ese día no había "jornal" y había muchos.


ISABEL CORONADO