Mi pequeña historia de Almendralejo

domingo, junio 30, 2019


Siega de Garbanzos

Entre los Olivares se sembraban hileras de garbanzo que eran más duros para aprovechar la tierra de un olivo a otro.


Los recuerdos del  día a qué la  vida te ha ido dando quitando y descubriendo.

 Que el ser humano va arrastrando por los valles que nos rodean.

 Hacia a quel dia tanto calor que la mañana daba angustia por el sopor,  que daba  al ir pasando por los olivos del Morgaño,  parte llamada a si en el termino de Almendralejo.

 Aquel año el dueño deaquellas tierras habia sembrado garbanzas,  especie de legumbre mas gorda que el garbanzo.
La siega de garbanzos era la mas cruel que el ser humano puede padecer.
Desde la madrugada hasta la tarde sobre sus
 surcos interminables.
 Hocino en la mano espuesto a que de un tajo te llevaras parte de la mano por delante.
Almendro en el parque Santa Clara centenario vestigio del pasado.


 A si sin mirar nada mas que el horizonte de  matas secas con bainas abultadas listas para recolectar.
Cada haz que abarcaba la mano se iba dejando en esportones enorme, que una vec lleno se pisaba con unas zapatillas de telas, atadas con cuerdas a las piernas que al pisar  los haced, se agarraban arañaban y te hacían
 (holladura) rozadura, que tenias que arrastrar todo el día,.
Pues cada vec que estaba el espoton lleno vuelta hacer lo mismo, pero al intentar levantarte y ponerte de pie, la  visagra de la cintura se quedaba enganchada ,costando un dolor imeso cada vez que te ponias derecho.

El segador iba dejando pequeñas matas con garbanzos para luego cuando ya estaba todo recolectado, el dueño los  dejaba hacer rebuscó.

Aprovechamiento que el amo daba, para llevar a casa unos guisos.
Que los segadores, unas matitas olvidadas de garbanzos que quedaban, en la tierra espaciados vagos de garbanzos, uno a uno  eran recolectados.

Que suponía  tener para varios meses guisos de garbanzos, a base de acelgas un poco de pimentón y una patatilla poco más.
La siega se hacía con un hocino una especie de guadaña pequeña villa hoja curvas era fina con empuñadura de madera.

El segador diestro iba doblado de cintura reciclando hacia la próxima mata seca de hojas cortante, de vainas donde estaban alojados los garbanzos , que cortaba las llemas de los dedos, muñecas y brazos produciendo con la salistre de la Mata escoceduras y heridas delorosas, que tenían que aguantar todo el día.
La rapidez era la meta para cojer más haces, aguantando un sol sobre las espaldas protegido protegidos la c Linabeza y cuerpo por grandes sombreros de paja.
La silla de garbanzos era dolorosa y mal pagada, lis jornaleros no gente queri ir a este que hacer.

 lLos garbanzos se  sesegaban cuando en la no había apenas trabajo y los dueños lo sabían y se aprovechaba.
Una vez se había cortado garbanzos se pone si van poniendo al lado del segador en un esporton luego venía otro y en el mismo porque ha empezado a pisar los con unos zapatos que se iban de bailando sí el día de viento se llevó el toreaba se hace subir arriba en el portón en alta y el viento se acudía a la paja de garbanzos que también era consumida luego la paja para el ganado si hay un garbanzo que hay afuera del otros portón se recogida una vez todos los garbanzos puestos parte de ella en el esporton se se llevaban a la Era y allí se pasaba el trillo para  limpiarloe grano.
 Limpio los garbanzos si volvía  si la tarde estado ventosa, se volvía voltear a cernir.  Luego  venía empadronar.
usaban zarandas ,haciendo una criba.

 halos garbanzo iba cayendo en los diferentes augeros de la zarandas, diferente tamaño la iban cayendo el grano, que se según el tamaño que le pertenecía el agujeros y así se seleccionaba.
Des ide el garbanzo más pequeño al garbanzos más gordo.
 Cuando lo iba a comprar lo que no quería era que estuvieran los chicos con los gordos, duros, tierra y piedras .

El Clasificado,
Trabajo duró, que realizaban las mujeres, personas mayores y niños.
El garbanzo es una de las legumbres más difícil de sacar y de cultivar.
 Cuándo se siembra, le tiene que llover mucha agua, pero no debe caer le, una vez está granado y ya para segar, pues le quita la salistre y
los hace duro.
A sí dice el refrán el agua al garbanzos al nacer y al cocer.
Para los niños de la década de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, ir al campo con los padres, era un día de aventura.
Paso que aquel día llego nos iba a llevar a espigar garbanzos (rebuscó) a un primo que había venido de Madrid a tal trabajo que esté consideraba aventurero y de contar a la vuelta a su lugar de origen.
La noche antes de la escursion como el madrileño llano y de la que se iba acordar el resto de su vida, José hizo acostar al personal menudo temprano, pues había que madrugar.
En Almendralejo está hora eran las cinco de la mañana, cuando la campana del reloj de la plaza señalaba dicha hora mencionada.
Salto José de la cama y despertó al personal que le costó toma conciencia.
Se encaminó al corral, la noche era cerrada, el cielo cuándo de estrellas, el camino de Santiago en lo más alto del cielo.
Aberio la cancela mal trecha de madera  echa por José y que separaba el patio del corral.
Donde estaba la cuadra, lugar donde se refugiaban todos los animales de la casa y el burrito de nombre Perico, era de pelo blanco y que nada más sentir al amo empezó a rosnar.
Lo sacó de la cuadra y le puso sobre su lomo un raída mantilla para que no le rozara la albarda, que sugeto con el cincho, que fue pasando primero por el rabo rodeando la barriga y ciñendolo el cincho con una enorme evilla.
Encima de la albarda colocó la aguaderas de cuatro jaques, en su interior fue colocando la talega de tela blanca atada con un galón, haciendo un nudo con mucho arte, en su interior iba la fiambrera con las humildes viandas para comer este día, en otro jaque la cantarilla de agua fresca que iba a ser muy necesaria, en los dos restantes jaque introdujo aperos y Ados de nosotros el resto uno iba montado detrás de José y otro delante haciéndolo contra peso.
El perro de nombre Canelo salio de la casa y a la zaga de todos se emprendió la marcha que iba a ser toda un esperiencia.
El camino al paso del animal se hizo pesado, el paisaje, que al venir el día fue dejando ver un monótono camino entré viñas y Olivares y en el horizonte que empezó a clarear que empezó a dejar ver un sol sonriente y un canto de chicharras que las dos cosas empezaron a ser impertinentes, uno por el calor mezclado con él polvo del camino y el impertinente canto de las Cigarras que su ruido ensordecedor los iba acompañar todo el día.
Preguntaban sin cesar, cuando llegamos, respuesta, falta media legua.
Por fin llegaron, era un olivar con libros de haber estado sembrado de garbanzos, algunas matas en pié, garbanzos desmenuzados por el suelo y un cortijo en ruinas
Contentos de llegar nos fue bajando del burrito y José debajo de un frondoso olivo hizo el (jato) descargo todo del burro y al animal lo alto en otro y les dio a cada uno uno una talega para que fuera echando todo garbanzo que encontrara.
Contentos empezaron la labor no sin mirar con recelo el fantasmal cortijo.
El padre con rapided pronto en su a fan de recolectar lo poco que encontraba se fue Alejandro de ellos, que viéndose libres de autoridad se cansaron de tan penosa labor y dolor de rabadilla al tener que ir todo el tiempo agachados y al levantarse la bisagra de la espalda dolía terrible mente.
El primo de Madrid fue el primero en cansarse del trabajo alegando que tenía las llenas de los dedos ensangrentados al coger las secas vaina de las matas donde estaban alojados los garbanzos, se clavaban y le hacían heridas y convenció a los demás que era mejor investigar la derruida casa..
Entre espigar garbanzos era menos malo curiosear aunque con mucho miedo.
De la casa solo quedaban las paredes, techos y ventas con puertas ya gastadas por los años e inclmencias de temporales.
Guiadas por la curiosidad nos asomamo, y fuimos empujadas por el Madrileño qué el solo se eligió líder.
De pronto sentimos un ruido que daban las cañas del techo desvencijado del que colgaban telaraña y nidos abandonados.
La chiquillería se fue animando y empezó el curioseo,  había trozos de papeles esparcidos por el suelo aunque nuestra lectura era torpe pronto hicimos un corto para leer las letras trazadas con lápiz.
Fuimos uniendo los trocitos de la la mo tóners hasta que apareció uno lleno de sangre, que soltamos como si estuviera su dueño delante.
Del monto asomama el cañón deo que pudo haber sido un rifle, cuando de pronto escucharon la voz de José qué les llamaba  el líder penso que era mejor no informar de nada y salirle al encuentro.
José traía al hombro un costalito blanco y raido lleno de los garbanzos espigados, estaba contento y risueño por la humilde recolectado que tanto trabajo y dolor de rabadilla al de tantos agachones a ras de matas y tierra espigando, con llemas  y uñas de dedos ensancrentados.
Su vida había sido siempre a así desde niño.
 Buscar recursos para llevar a a su casa.
El trabajo nunca le molestó, amaba la naturaleza y el campo y con estas cosas se sentía más libre.
Le pregunto a los presentes cual había sido su espigueo.
Y les invito al (jato) que estaba lleno de la  sombra que le daba las ramas del olivo.
Saco de de la aguaderas la manta que siempre le acompañaba en todo tiempo estaba como un elemento más de él.
Estiró bien la manta bien alisada y fue depositando encima de ella el barril de campo que a la sombra y enterrado en la arcilla de Tierra de Campo, daba un agua fresca.
La talega la depósito y desaciendo el nudo saco de su interior la fiambrera y la abrió derremas  un olor, resultado  de la mecha de los alimentos en ella transportados olor que se pegaría en las papilas del olfato para siempre.
Todos se tumbaron dispuesto a tomar un trozo de tortilla de patatas , que realizada en sartén de porcelana y de lumbre de carbón siempre se quemaba en el centre, pero que estaban deseando de catar encima de tun trozo de pan con miajon suave, blanco y delicioso.

el sabor de la comida en la fiambrera nunca se podrá olvidar, su sabor agrio, pero con el hambre entraba también el tocino que llevaba mi padre, de la matanza, que había quedado, estaba tan curado que pecaba  de rancio.perodeno
 Fue cortandolo muy finamente.

De gustamos con tanto paladar acompañado con uvas, de una viña lindera.

Mi padre  fue  desgranndo el racimo,  vagó  por vago.producto.

 Por a aquellos años el único producto que se convertía a las vides era  con Azufres.
Si acaso se sulfataba
con  cantiploras metálicas a la espalda sin protección ninguna.
 Peroro no había imezcla mejor, tortilla pescado recalentado por el calor las temperaturas tan altas de la fiambrera ,quesof fermentados también el tocino y la uva una composición explosiva que pronto hizo efecto, fuimos a cualquier olivo a descargar nuestro cuerpo, que limpiamos con las piedras que encontramos, por qué papel no había.
Una vez listos con tripa relajada nos fuimos al gato y nos tiramos a los lados de mi padre en aquella manta del Alcampo,mirabamos al cielo por entre las ramas de los árboles que jugaban con la flor de las aceitunas despojada y la aceituna ya con volumen para marcharas, cuidarlas.

Isabel Coronado

sábado, junio 29, 2019





Los lechero en Almendralejo

Aun recuerdo el miedo que pasaba de niña  con las bacas que eran guardadas en cuadras y pajares dentro del pueblo .
Los baqueros todos los dias sacaban las bacas a beber a la alberca y a pasta a los rastrojos cercanos.
Las bacas iban por la calle en piara y eran grandes con sus cuernos de mirada penetraten que te miraban lentamnete caminando mientras con sus passo lentos

lunes, junio 17, 2019



                                                        EL PAJAR  DE LA COMARCA DE BARROS







Ir al pajar palabra muy normal y habitual en el lenguaje del agricultor cuando el pajar era parte de la vida del agricultor, estaba en las afueras del pueblo  formado ceras de callejas  solitarias del pueblo.

 Cada día se dirigía a él por la mañana, bien temprano para prepara a  bestias y aperos para ir al tajo.

 Al  volver tenían que  colocar todo y darle de comer a las mulas y asnos, llenando el pesebre de pienso, dándole de comer a los animales del pajar.

Antes de llegar al pajar, se paraban, de  vuelta de  las tareas laborables paraban a darle de beber en los pilares a las vestías, lo mismo hacia a la ida y llenaban de agua la cantarilla de arcilla de Salbalbatierra en los pilares  que había en la entrad al pueblo.

Que eran: El pilar que estuvo al final de la calle el pilar, el de las mercedes aun en pie en el parque de las Mercedes, inaugurado para la feria de ganado  en 1917, el pilar que hubo mas abajo de la estatua del Vendimiador al final de la calle el Pocito hoy una fuente, otro en la calle Francisco Pizarro, donde hoy vemos un parque-cito, con un trasformador de luz.

El pajar era una parte de la vida del labrador y mozos de mulas encargados de cuidad a estos animales y tenerlos listos.

En el Pajar podías encontrar toda clase de aperos muy bien alineados y colgados en la pared. Se guardaba en su interior el carro de varas "chismes" que era como se le decía al "arado", siempre hemos sido prácticos a la ora de hablar y ahorrar palabras.

El pajar era una gran o pequeña nave, según las necesidades y poder adquisitivo  del agricultor.

Una parte de el era  para mulas y demás caballerías, tenia un pesebre al que se le ponía cebada, mezclada con paja y una bola de sal, para refrescar  la boca del animal, por la alimentación cuando era con hierbas,  que el agricultor combinaba para ahorrarse dinero en la compra del cereal.

A si que las cunetas y barbechos, estaban limpias de hierbas,  no bagaban en coger hierbas para darle de comer a los animales.

Solían ver  a los burriquillos, tan cargados de hierbas que aveces no se le veia nada mas que la cabeza, por la carga que trasportaban y el dueño detrás de él corriendo detrás del asno.

El pajar era donde se criaban los cerdos para la matanza, en zahúrdas donde eran alimentados con desperdicios que acarreaban acompañados de hierbas y unas babosas que salían en la hierba, a ultima hora para engordarlos mejor se le añadían para comer entre-soma. latinos llamados a si a unas semillas negras dedicadas para los animales.

El pajar cambien era para reunión de amigos cuando entraban en quintas y calderetas, cuando el día estaba "pajarero" que era cuando ni llovía ni escampaba, pero no acto para ir al campo y se reunían en los pajares para pasar el día, haciendo cosas atrasadas,  que se iban dejando,  como acondicionar bien los aperos reparar puertas de zahúrdas, puertas de gallineros ect.

En la fotografía, la puertita pequeña que hay al lado de la puerta del pajar, era por donde se introducía la paja, primero se iba entrando en la parte dedicada del pajar la paja,  para tupir mejor y entrar mas paja, para todo el invierno, se iba entrando por esta puertita, con horcas tupiendo hasta que quedan entrada toda la paja que había traído los mozos mulas de la era en carros de yuntas y de varas y descargaban en las puertas.

El acarreo de la paja de la era a las casas, donde el pajar estaba al final de la vivienda en la cuadra, donde estaban  los burros  mulas y demás animales de la casa.

El acarreo a los pajares, como cuento, era de las  faenas  mas penosas, en aquellos días calurosos.

 Vaciada la paja  en la puerta, para ser introducida por todo el que quería ayudar, los niños que lo utilizaban como novedad, se les convidaba con una " perra gorda"  " 10 céntimos de peseta".

Aquellos días tan calurosos, la paja en la puerta de la calle, los remolinos de los día de aire solano, que provocaba fuertes ráfagas de vientos,  el calor se pegaba al cuerpo, a la ropa,  haciéndote penoso el  oficio.

 Se le temían tanto por lo suciedad que provocaba, que las mujeres no hacían la limpieza de la vivienda, hasta que no  se entraba la paja, en el pajar de la casas.

 Por el polvo que soltaba, que hacia que toda la casas se llenara del bao de la paja y trasiego de los ayudantes.

 Pesada limpieza, en blanquear toda la casa con cal, goteando  la cal, costando tanto trabajo quitar las pintas, a bases de cepillos, con poca agua que no era corriente había que acarrearla del pozo y pagar lo.

Se blanqueaba con cal viva, sin guantes ni protecciones de  ninguna clase, un trabajo la mar de penoso, había blanqueadores que se dedicaban a este oficio pero si se evitaban era un ahorro.

La cal se compraba en terrones enormes, que la noche antes se introducía en agua para apagadla, provocando saltos al cocer, había que dejar luego enfriar, pues tomaba grandes temperaturas, el brochon era de palmito, atado con destreza a una caña larga para abarcar mejor a lo mas alto para lo mas bajo se tenia otro o el mismo.

La paja era la faena mas odiada para los niños, picaba una barbaridad, se introducía por toas das partes del cuerpo, las par-gañas, se clavaban, en las uñas produciendo infecciones dolorosas y aveces los ojos se ponían malos al refregarse con las manos.

Pajar como el de la fotografía quedan pocos el tiempo los ha ido eliminando, el escribir,  de este tema era por que las cosas en deshueso, se olvidan y la historia contada en forma de vivencias es necesaria para los que ignoran y de la historia popular de nuestra tierra y costumbres


ISABEL CORONADO ZAMORA


jueves, junio 13, 2019


                            DONDE ENCUENTRO NO HALLO




Las experiencias de una vida son los sucesos que van marcando la existencia en un lugar donde nacemos, que el destino elige, sin saber cuando abrimos los ojos.

La habilidad que tengamos para hacer una vida,  aprendemos a llorar, a reír  a comer.

Cuando nuestro pasos nos van haciendo descubrir un entorno, que abarcan los brazos de las personas que nos aman.

 Vamos dando tumbos sin saber donde nos llevaran a lugares que la vista nos da los salientes del sol, en los días que van haciendo nuestra forma de ser, sin mas vista que los puntos que van marcando los personas que nos van llevando donde sus saber y crencias van conduciendo nuestro ser.
salientes que rigen el destino.

  Hilo tenso e haciendo que un cuerpo vaya en busca de la verdad o mentira, crueldad y desaciertos que van haciendo de nuestra vida un vaivén, sin ver que los sentidos no son mas que el ser que un día se engendro, en un vientre que era el principio de la vida, en una soledad de agua y profundidades, que van  al puerto donde empieza nuestra vida que nadie marca y nadie sabe donde termina.

La vida es un vidon con mucha agua y tragos atragantados

ISABEL CORONADO ZAMORA

jueves, junio 06, 2019

NUNCA
NUNCA

Nunca digas a Dios, nunca te rindas, ni pienses que todo es difícil, que el espacio es un lugar mágico donde tu eres un punto perdido.

 Nunca digas me duele el alma de padecer de no encontrar lo que busco, ni allar el sueño almacenado durante una vida que nunca consigo ni soy capas de alcanza.,

 Nunca te encuentres solo te sentirás mal en estado de pesadez de no valoración sin ser visto ni sentido, por un semejante tan gruel que eres tu, que te domina que te vence que te lleva  donde tu quieres, sin sentido ni longitud.

Nunca y Nunca Mas seré lo que no quiero , venceré ese que me domina y me logra hacer todo lo que el otro me dice que logre.

Siempre encontrare un lugar mágico, en las entrañas de mi ser donde refugiarme, donde ser  todo lo que esa nube, que me envuelve y me ciega no me  deja posarme en esa flor mágica que es mi voluntad en libertad.
ISABEL CORONADO
Nunca digas a Dios, nunca te rindas, ni pienses que todo es difícil, que el espacio es un lugar mágico donde tu eres un punto perdido.

 Nunca digas me duele el alma de padecer de no encontrar lo que busco, ni allar el sueño almacenado durante una vida que nunca consigo ni soy capas de alcanza.,

 Nunca te encuentres solo te sentirás mal en estado de pesadez de no valoración sin ser visto ni sentido, por un semejante tan gruel que eres tu, que te domina que te vence que te lleva  donde tu quieres, sin sentido ni longitud.

Nunca y Nunca Mas seré lo que no quiero , venceré ese que me domina y me logra hacer todo lo que el otro me dice que logre.

Siempre encontrare un lugar mágico, en las entrañas de mi ser donde refugiarme, donde ser  todo lo que esa nube, que me envuelve y me ciega no me  deja posarme en esa flor mágica que es mi voluntad en libertad.
ISABEL CORONADO