Mi pequeña historia de Almendralejo

miércoles, mayo 27, 2009

MARY MUÑOZ POBLADEZ







Mary Muñoz, Nació en Almendralejo, su madre trabajaba en El Circulo Mercantil, al igual que su padre, que muere de un infarto, antes de nacer ella.
Años difíciles, criada con su madre y abuela ciega, con nostalgia recuerda su niñez llena de cariño y carencias económicas de la época y el comedor de la señorita Pepa, visitado por muchos almendrlejenses necesitados.
A los cuatro años empieza ir a la mal llamada Escuela de Cagones (guardería), la maestra tenía dos hijas que trabajaban en la fabrica de caramelos de Toribio Fernandez, le toman cariño, al ser un rebotillo, entremetida y cariñosa, permaneciendo casi siempre con ellas. Casa donde había una Gramola y nada más sonar, escuchaba y memorizaba las canciones, el novio de una de las hijas, llamado Gabriel, le hacía gracia su disposición a la música y la subía en una silla, trasformando un carrete de hilo en micrófono, cuya hebra colgaba de la bombilla dando le larga hasta su altura, las vecinas acudían a oírla cantar, animando les las noches de verano.

Los años irían pasando y sus inquietudes la llevarían con otras compañeras a formar el primer equipo de fútbol femenino de Almendralejo.
Un día al pasar por la puerta de la casa de Juan Blasco y oír el piano, la curiosidad, la hace entrar, le pregunta este, que si le gusta cantar y que canción, respondiendo que en el “Quicio de mi Puerta”, la empieza entonar mientras Blasco la acompaña al piano. Pero después de este día no volverá más, ni ella misma sabe el porque.
Si ira a los espectáculos organizados y dirigidos por Juan Blasco, llamados; Voces del Barrio, donde actuaba Filo Fernanez, Juana Cruz ect, Uno de ellos tuvo lugar en la feria de San Roque, en el recreo del colegio, de igual nombre.
La primera actuación de Mari Muñoz, de la cual se siente orgullosa por haber sido con Porrina de Badajoz e hijo, Juan Salazar, que la acompaño con la guitarra, en la boda de Juanin, hijo de Juan López Carrasco, celebrada en el salón del Obrero Extremeño
Son años de afanes, conoce a una persona dedicadas a contratar, aficionados al cante, con los que iba por las localidades, acompañados por un guitarrista. La ilusión hacía llevadero el sacrificios, el cante era su vida, tenia ansias por aprender y en cuanto escuchaba cantar o había una juerga hay que estaba, al ser una forma de aprender.
En la plaza de toros de Almendralejo, ganara el primer Concurso Flamenco, a nivel Regional, dotado con veinticinco mil pesetas, siendo jurado: Porrina de Badajoz, Paquera de Jerez, la Niña de Antequera y el Chocolate.
Ganadora el primer concurso de saetas y lograra participar en el progre de T.V.E. la Gran Ocasión, Gracia a su amiga Paty, la cual, sin que ella lo sepa, escribe, y un día se ve sorprendida, al recibe una carta, en la que le piden que se presente en T.V, para hacerle unas prueba, concurso de una sola modalidad.
Son los años de la jovencita que en su cara llevaba escrito “me quiero comer el mundo” que la aran tomar un tren dirección a Madrid, e ir a casa de un familiar, le pagaban el viaje y la estancia, pero este dinero le venia bien para desenvolverse por la capital, que le pareció al conocerla, un mundo tan diferente, que apenas podía creer.
Al presentarse en T.V. se le viene el mundo encima, cuando le piden las partituras de las canciones que iba a cantar, cosa obligada, los demas participantes, más cercanos a Madrid, estaban enterados y acostumbrados a cantar con orquesta, la dificultar la hace fuerte, se pone por la ciudad a buscar un maestro, tiene suerte y encuentra un buen hombre y compositor, que le ayuda con las partituras y practicar las canciones, una era Con los Bracitos en Cruz, de la Niña de Antequera.
Una semana después, se presenta en T.V, con las partituras, que el maestro Ibarbia, trasforma, dándole un aire diferente que le perjudica ya que ella, la había ensayado distintamente, pero lo tomaba o lo dejaba, oportunidad que no podía despreciar, adaptándose a los nuevos arreglos, pasa la prueba y le dicen que ya la llamaran, regresa al pueblo y al mes la llaman diciendo le que la han aceptado en el concurso y en el primer ensayo ve que las notas de la partitura nada tenían que ver con la que ella había estado practicando.
A un así su actuación, gusta al maestro Ibarbia, que comprende que de ella, se podía sacar más, pero las directrices del concurso apremiaban.
En la primera vuelta logra buena puntuación, aun no estando cómoda, con los arreglos impuestos. En el siguiente pase queda la cuarta y es eliminada, ganando un participante acompañado por un guitarrista. El programa se grababa un jueves, se trasmitía un sábado, teniendo lugar en 1973. El traje con el que actuó fue realizado por la modista Isabel Parra de Almendralejo que le regalo la hechura.
Vuelve al pueblo y su trabajo (la cooperativa) es cerrada. Unos parientes de Barcelona le dicen que hay tajo en una sucursal de la SEAT en Badalona. Se va con ellos y nada más llegar se da cuenta que es una tierra de oportunidades, acude a una academia con el maestro Juan de la Prada, en las ramblas, para seguir aprendiendo, donde iba después de trabajar con gran sacrificio, por lo lejos que estaba, tres días en semana, regresando con el ultimo autobús, madrugando para ir a trabajar a las cinco de la mañana.
En Badalona conoce al guitarrista, Paquito el Relojero, que hacía fiestas y concursos por las barriadas, acepta participar en estos eventos los fines de semana y en salas de fiestas, de la Costa Brava, acabando exhausta cuando el lunes tenía que volver a trabajar.
Lograra después de un duro examen, cantando delante de profesores, en un teatro de Barcelona, el Carné de Artista, a la primera, sin el cual no se podía actuar y obligaba a pagar una cuota a la Sociedad de Autores o te multaban.
En esta época conoce a un guitarrista que estaba actuando en Alemania, donde el flamenco gustaba mucho y le iba bien, este le dice que porque no prueba, cosa que hace y marcha a Estraburgos y luego a Berlín donde conoce a una familia alema que la trata como una hija, actuando en la sala de fiestas “El Rincón Latino”, donde alcanzara éxito, dinero y reconocimiento.
En una de sus venidas a España es entrevistada por Eugenio Gragregero y Julio Luengo, en el Periódico Hoy, a través de ellos hace galas en las fiestas de Campo Mayor (Portugal).
Cada vez añora más a sus gentes y un día decide volver y monta el tablao, “El Rincón Extremeño” en 1983, único en la provincia de Badajoz, insonorizados y acondicionado, con actuaciones, como Rufo de Santiponce y ella también actuaba.
Pero Mary es mujer y se le ponen todas las trabas, para no lograr sueños e ilusiones, que son mancilladas, pues se había anticipado en el tiempo y la sociedad aun no estaba acostumbrada haber triunfar una mujer del lugar y desilusionada deja la canción que tanto había querido.
Hoy Mary Muñoz, tiene todo lo bueno que ella se merece y se le puede pedir a la vida un bienestar y una familia que la quiere, tiene la sapiencias de la vida y de haber logrado un sueño, que a su manera alcanzo, de todo salio airosa, se hizo respetar y respeto y venció dificultades y esta historias inacabada pendiente para otra ocasión.