DE PUEBLA DEL
PRIOR A HORNACHUELOS
VIÑEDOS DE TIERRA DE BARROS AL FONDO LA SIERRA DE HORNACHOS
Esta historia surge, gracias a mi buena amiga
Fabiola, mi hermana Katy, mi hijo Cesar
y otros amigos aficionados hacer senderismo, conocedores de nuestros
campos.
Si un día soleado empezarais
a andar por el camino Rivera, al hacerlo caminareis por sendero con sabor a
historia, que te llevara a la población mencionada, a su salida a la izquierda
de la carretera sale una pista señalizada que va al poblado romano llamado
Hornachuelos y a Hornachos atravesando el valle del Matachel.
Por ser Matilde nuestra guía,
de Puebla de Prior, empezaríamos senderismo
en este pueblo, que fuera fundado por la
orden de Santiago, en la actualidad tiene seiscientos habitantes, llamados (Porretas), en él estuvo el palacio del
priorato de la orden, hoy desaparecido, sus piedras y mármoles fueron
utilizados para hacer casas, años atrás,
los vecinos las juntaron todas y ornamentando la puerta principal de la iglesia.
Para ir a Hornachuelos
tomamos el camino que sale del cementerio, tan antiguo como el pueblo e igual
de blanco y limpio, al ir caminando surgen viñas cuya tierra arcillosa esta cubierta
de piedras, que los labradores se afanan por quitarlas haciendo grandes
montones con ellas, piedras que mantienen la humedad de la tierra evitando la
erosión. Mas abajo el puente de Don Gregorio de origen romano, casi todo es coto de cazar, vemos perdices
andar al lado del camino por donde vamos y guarros pastando entre los olivos
y sueltos . A lo lejos esta la finca del
padre del matador de toros de Puebla del Prior Miguel Ángel Pereda.
Al caminar encontramos el pozo de la
comunidad, en el cruce de los caminos que van al frente a Inojosa a la derecha
a Rivera y a la izquierda a Hornachos,
cuentan que el camino fue utilizado por los hornachegos para ir a vender picón
a Rivera, estos se paraban en las tabernas, según fuera la venta y las cogían
tan buenas que los taberneros los echaban como fardos encima de los burros y
los animales conocían también el camino que los llevaban dormidos sobre sus lomos a sus dueños a sus
casas.
Tomamos el camino de la
izquierda y a la derecha vemos lo que fuera una granja de avestruces, y se
divisan las llamadas sierra Pino y
sierra Grade, y el cortijo en ruinas de un rico hacendado, cuentan los
lugareños que los sirvientes de esta casa, nunca habían mantenido contacto con
nadie de fuera de la hacienda, ni salido
de las tierras de su amo, tanto temían el exterior que una vez, llegaron a
estos parajes personas ajenas al entorno, los niños y siervos, temerosos
corrieron a esconderse, pensando que venían hacerles daño, fueron vidas de
servidumbres, mas que criados eran esclavos.
El camino es tomado por el arroyo Botó (en marzo son las fiestas de
igual nombre) que cruzamos y atravesamos el cortijo de Aranguren, con una
ermita en su interior y rediles de piedras y llegamos al CORDEL, ruta de ganado
trashumante hoy poblado de viñas y siguiendo lo iremos aparar a Hornachuelos,
poblado romano descubierto a finales del siglo XIX por el Marques de Monsalud,
hallando una lapida funeraria de origen romano, en la actualidad desaparecida
en la que se leía Marcos Arrutio de la tribu Galería natural de Bejar.
En 1986 se retoman las excavaciones hasta 1997
y se reconstruye el entorno ecológico y arqueológico. La ocupación de
Hornachuelos data de la edad del cobre, las cabañas están cavadas en la roca
con parees de piedras que podemos ver hoy. Los romanos, hicieron una ciudad
fortificada de cinco hectáreas que defendía, los territorios estratégicos que
iban desde el río Guadiana hasta sierra Morena. A demás de las casas hay aljibes de grades
dimensiones cavados en la roca y murallas para defender y controlar el valle
del Matachel, sus recursos y explotaciones, ruta que daba acceso a la Vía de la
plata, protegida con fortificaciones como Castillejo y Peña de la Mora y el
Cabril.
La fauna fue diversa,
abundaba el ciervo, el jabalí ect.
En las inmediaciones de
la sierra de hornachos se encuentran filones de Galena que fueron explotados
por los romanos, también la minas las Cruces.
Cuando se funda Mérida y
se hace la vía de la plata, Hornachuelo quedaría lejos de las principales ruta
y su población acaba abandonando la en el siglo I después de Cristo.
En su parte más alta se
divisa, la comarca de Barros y el castillo de Fería, abajo, un poblado de
pastores con rediles y casa para los pastores, semejante a un portal de Belén
Nuestros campos llenos de historias, al andar por ellos podéis
haceros idea como se formo, donde vivimos y como fue la vida años atrás. El
recorrido que os cuento des de puebla de Prior a Hornachuelos dando la vuelta
por Rivera, son 16 km, que se hacen andando en un día soleado divertidamente,
doy fe de ello. En la cima hay un Hito
geográfico para saber la altitud.
ISABEL CORONADO ZAMORA