Mi pequeña historia de Almendralejo

domingo, septiembre 24, 2017

                         OTOÑO  EN TIERRA DE BARROS




OTOÑO MI BIEN SEÑOR QUE ENTRAS SIN LLAMAR, DESPINTADO, ARRANCANDO HOJAS QUE

SECAS CON TU MIRADA, TERMINANDO DE MADURAR FRUTAS QUE AUN SE NIEGAN A SER

DESPOJADA DEL LUGAR DONDE VIERON PASAR LOS SOFOCOS DEL VERANO.
OTOÑO, CON CHAQUETA Y SOMBRERO, TOMA CAMINOS POLVORIENTOS EN BUSCA DE

LLUVIAS, OTOÑADAS EMPAPADAS, QUE DARÁN LLANTO A LA TIERRA QUE ÁRIDA BUSCA

HUMEDAD EN LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA.

OTOÑO, QUE SE SIENTA EN DÍAS SOLEADOS ESPERANDO VER PASAR LA DAMA QUE 

ARRASTRA EL FRIÓ CON SU SOLA QUE PRENDIDA LLEVA, VIENTOS Y HELADAS QUE 

ORGULLOSO SE NIEGA ANDAR, PREFIRIENDO LOS DÍAS SOLEADOS DONDE LAS VISTAS SE 

NEGREAR SOBRE EL DORADO DE LOS CAMPOS, DEPOSITANDO EN LAS COPAS DE LOS 

ÁRBOLES SU MANO QUE DARÁ UN FUERTE SOPOR A LAS HOJAS, QUE SE DESPEDIRÁN DE 

LAS RAMAS Y CON Tristezas, caerán lentamente, para CONVERTIRSE en hojarasca, que abonaran lo 

BOSQUES SEDIENTOS DE VITAMINAS PARA HACER GERMINAR LA TIERRA QUE ESTA LISTA PAR 

LA PRÓXIMA ESTACIÓN
ISABEL CORONADO.

lunes, septiembre 11, 2017

SURCOS DE BARROS

PUESTA DE SOL EN PADRÓN PIZARRILAS


Cuando sucedió o paso tan lejano que hasta en el pensamiento se perdió.
A veces vivimos momentos tan bellos que son corrientes y no nos damos cuenta que la bola de la vida gira sobre si mismo tan rápido, que cuando nos damos cuenta, la hoja de la cepa de la vida se desploma sobre los surcos del secano, buscando refugio en una regatera que la arrastrara, convirtiéndola en energia, que corre por los nervios de los sarmientos de la próxima cosecha, proveedora de caldos fermentados por la calor de nuestra tierra.

La vida es un lugar donde un día aparecemos sobre un terreno, al cual nos agarramos y fructificamos, brotamos cada año, pensamientos y vivencias propias, anegadas, rodeadas de un circulo que gira como la veleta que un día las ramosa del olivo hicieron girara.

Cuando camino pisando la tierra arcillosa, sobre un lienzo pintado sobre pisadas de sentimientos que otras miradas  de  amor esta tierra, viendo tantas tonalidades, en la que cada puesta de sol es diferente.

 Cada día refleja y le da una actitudes nueva al paisaje, que deja acariciarse por las cumbres que rodean el valle, el mejor situado sobre una zona que es espejo  lleno de reflejos, que dan los verdes y  ocres en otoño, tomando el marrones en inviernos.

Las antenas de la naturaleza están instaladas en este valle, lugar donde los sonidos trasmiten  al universo la belleza de los trinos de los pájaros, del rayos de tierra y Abejaruco, ave que vive de bajo de la tierra y sale solo avisando que va caviar el tiempo y las lluvias van a llegar.

Nublados en formas de palmas derramadas por un cielo azul, llenos de nubes en formas de rebaños, que dan señales de cambios de tiempo.

Caminar sobre nuestra zona es relajante, atmofericamente hablando,  hasta el sudor al mezclarse con los sentimientos, te hacen ver empañada mente, vivencias que se van desparramado por la tierra de los caminos, en busca de pisas nuevas.
 Y otros retomaran  tus vivencias que volverán a renacer, en otras vidas que se volveran personajes de esta tierra

ISABEL CORONADO ZAMORA

lunes, septiembre 04, 2017

BARRIL DE BARRO DE ALMENDRALEJO



La historia popular de Almendralejo que os voy a contar es la escuchada al calor de la candela de una cocina en las frías noches de invierno y en mesas camillas, calentada con braseros de “picón” y en las veladas veraniegas, sentado en las puertas de las casas, a la llegada de la noche cuando los vecinos salían ansiosos de tomar un poco de fresco y sacaban sus sillas, que algunos ponían inclinadas en el quicio de la puertas, después de un duro día de trabajo y en cuanto observaban que enfrente o al lado la conversación podía ser una distracción , se iban poco a poco incorporando con sus asientos hacía donde estaban reunidos en corros sin más luz que la luna.

Noches de calor sofocante mitigadas con el agua del barril, puesto al fresco en la ventana mientras te echabas aire con cualquier cosa o con aquellos abanicos de cartón, que regalaban.

En el silencio de la noche todos siguiendo con atención las narraciones, escuchadas bajo un cielo estrellado y de vez en cuando mirando la nebulosa o camino de Santiago, señal que la feria de igual nombre estaba cercana.

Los niños al percatarse de la animada e intrigante conversación de los mayores dejaban los juegos y entraban en sus casas por su “sillinas” de juncia, y con suma atención observaban y escuchaban a José y a otros vecinos de la misma edad, cómo empezaban a contar a los presentes historias populares, mientras sacaban la petaca, llena de tabaco picado, que se ofrecían entre ellos y empezaban a liar un cigarrillo pausad amente, a la vez que iban contando lo que escucharan a sus mayores.

Siempre surgían porfías, por saber uno más que el otro o que él contaba mejor las cosas que el compañero o simplemente querer ser protagonista del monólogo y así lograr que los presente tuvieran su atención puesta en él.

Veladas y conversaciones transcurrirían unidas, logrando que todos permaneciéramos embobados escudando el por qué de llamarse el pueblo Almendralejo.

Según los presentes en la antigüedad en el lugar había almendros y los primeros asentamientos para identificar y situarse lo hacían diciendo donde están los Almendros-lejos, nombre que se iría uniendo y afianzando por las personas que llegaban de paso o permaneciendo en el lugar, quedando sus huellas a generaciones venideras.

Según contaba Don Pedro Moreno y señora Doña Francisca Casado, ambos nacidos y criados en la localidad de Don Benito (Badajoz), sus paisanos participaron en los orígenes de Almendralejo, pues vinieron a nuestro pueblo cuando era un bosque de jara, retama y “torvises”, (monte bajo), a la llamada de la fertilidad de la tierra, que admitía cultivos diversos sobre un suelo rojizo y arcilloso que le dan el nombre de Tierra de Barros.

A los primeros pobladores les sorprende la belleza de nuestra llanura, limitada por la sierra de Monsalud y la del Arroyo de San Serván, que hacen que los vientos choquen en ella y se apacigüen, sobre un valle donde todo abundaba: la caza era variada (mi abuelo me contaba que muchas veces al limpiar olivos (podarlo) se vio sorprendido por linces, gatos monteses y en las dehesas por jabalíes).

Se podía pescar en los regachos Palomino, Airón, Charnecal y Cagancha, que des embocaban en el Lorin, aguas que corrían alegres hacía la vega de Arnina y le daba nombre al arroyo, que en el pasado oliera a manzano y laurel, dice en uno de sus poemas Juan Luis Ortíz, poeta de la localidad.

Corriente cristalina que iba haciendo surco profundo en la tierra para desembocar en el río Guajira.
La abundancia de agua aria ser fértil a la tierra y llegarían colonos de otros lugares cercanos y lejanos a los que se les ofrecieron tierras temporal mente y gratuitamente a cambio de hacerla productiva.

Estas buenas gentes limpiaron los campos de maleza y los sembraron de viñas, olivos, cereales ect, que fructificaron sobre los campos tomando el color esmeralda que como tapices se extendieron hacia el horizonte, el sol doraría la espiga haciendo le parir un trigo rubio.

Y los venidos de otros lugares al igual que los “Donbenitenses”, consiguieron grandes capitales, algunos volvieron a sus orígenes y otros se quedaron y construyeron bodegas, molinos de trigo y almazaras, logrando hacer despuntar lo que empezara como un poblado, aldea y más tarde como villa. Consiguiendo ser, una de de las más ricas de la comarca.

La similitud de los habitantes de Almendralejo en costumbres y comportamientos con los moradores de Don Benito, hicieron en el pasado que estos dos pueblos se sintieran y reconsideraran hermanos.

Los primeros habitantes para mejor protección se asentarán donde el terreno le ofrecía más defensa y facilidad para la construcción de sus viviendas y con materiales fáciles de conseguir.
Después de hacer un descanso el narrador proseguía con su historia, que nosotros transformábamos en una película, que nos transportaba al pasado y nuestra imaginación, nos devolvía imágenes de cómo pudo haber sido el lugar que ocupa hoy la parroquia de la Purificación, en el pasado una elevación de rocas desde donde se dominaba todo el valle y en pendiente bajaba por una ladera llena de jaras hacía lo que hoy es la calle Real, por donde pasaba el regacho Cagancha.

En su otra orilla hoy plaza de Espronceda, se encontraba una gran mole de rocas, contaban que fue utilizadas como cantera, piedras que fueron utilizadas por los pobladores para la construcción de las primeras casas.

Qué mejor lugar para empezar a hacer una aldea que en alto, rodeado de arroyos, manantiales y cañaverales, cuyas cañas valdrían para hacer los techos de las viviendas que eran tapadas con las tejas de adobes, echas con la tierra arcillosa del lugar.

Al llegar a este punto de la conversación, al orador se le había secado la garganta y llamó a su niño para que le acercara el barril, botijo de arcilla roja de Salvatierra, y tomándolo en alto dejó caer el agua por el Pichi (pito te) formando un arco hacia su boca, cuando terminó se limpió las gotitas sobrantes de la comisura de la boca con el dorso de la mano.

Prosiguiendo con la narración y situándonos en la gran cuesta que conocemos como Calle Carolina Coronado (antaño llamada el Caño), que al ser rebasada, al final (hoy calle el pozo) se hallaba otra elevación llena de rocas y de gran pendiente que descendía hacia el regacho y pozo Airòn, que cruzaba y dividía la vega, donde las garzas y otras aves acuáticas, caminaban entre los berros, poleos y juncos que estaban sobre las aguas de la laguna que se formaba, hoy avenida de la Paz.


ISABEL CORONADO ZAMORA


















RALLY DE LA VENDIMIA





 La historia del rally de la vendimia empieza en el año 1964, cuando se celebra la primera prueba de regularidad automovilística, que durante tres años se llamará “ciudad de Almendralejo”. Después de un tiempo sería cambiado por el de “virgen de la Piedad” y estaría tres años más llamándose así. Pero en el año 1970 siendo el presidente del “Motor Club Almendralejo”, Julián Báez Barroso acompañados por Manolo Álvarez y Juan Pardo, deciden ir a Badajoz para hablar con el Gobernador Civil, con el fin de obtener permiso para cortar las carreteras y celebrar el primer “Rally de La Vendimia”.
Todo fueron obstáculos por el problema que suponía cortar las carreteras al desconocer en nuestra región las pruebas de velocidad nocturnas.
Valiéndose de mañas estas personas convencen al Gobernador Civil de que el rally podía coincidir con la primera Fiesta de la Vendimia, al ser ésta de muestra al principio.
Nuestra comarca y nuestros productos serían más conocidos al venir gente de fuera tanto para participar como para ver el rally, y por esta vía consiguieron que cambiaran  de parecer las autoridades, otorgándoles los permisos oportunos para que se celebrara el primer Rally de La Vendimia en el año 1971.
Como anécdota aquel año no hubo Fiesta de La Vendimia por problemas de organización, pero si Rally de La Vendimia.
Los primeros puestos de aquella edición fueron para Juan López que quedó en primer lugar, Manolo Álvarez segundo y Manolo Rivera tercero.
El 27 de Marzo de 1977 se hielan las viñas de casi toda la “Comarca de Barros”, debido a esto no hubo feria de la Vendimia, pero si Rally de la Vendimia, que ya en la actualidad va por la 37 edición.
Ha ido pasando el tiempo y con esfuerzo humano y económico la organización, luchando año tras año, ha llegado a conseguir que esta prueba sea campeonato de España.
Con participantes y campeones como Carlos Sainz, Gustavo Telle por citar algunos, sin olvidar a todos los almendralejenses, como Pepe Barragán y Juan Pelliquita  entre otros, que con su participación, esfuerzo e ilusiones, han puesto su granito de arena para que esta prueba siga creciendo y afianzándose en nuestra ciudad.
También está el grupo de personas que ponen su trabajo y servicios desinteresadamente, como José Calero Morán, para lograr que el Rally de la Vendimia vaya cada año a más, hasta el punto de haber alcanzado el nivel nacional al igual que la Comarca de Barros que va unida al Rally de la Vendimia.
José Calero Morán aficionado a este deporte desde muy joven y cronometrador oficial desde 1980, nos cuenta su pequeña historia sobre el cronometraje en el rally.
Os diré que al pasar de los años ha ido éste adquiriendo importancia en el ámbito nacional, viéndose obligado a preparar y especializar a un número determinado de personas imprescindibles par llevar acabo la realización de un rally de esta categoría; muchas de ellas de manera desinteresadas se ofrecieron en su momento para que esta empresa se llevara acabo,  hasta conseguir que Almendralejo fuera sede de la Federación Extremeña de Automovilismo, estando a las puertas de conseguir que el Rally de la Vendimia fuera puntuable para el  Campeonato de España.
Anécdotas muchas, recuerda que 1883 entre pruebas se comieron un melón y le ofrecieron parte de él a un piloto muy joven que resultó ser Carlos Sáinz, ganador ese año del Rally de la Vendimia. Todavía su tiempo no ha sido igualado en estos años.
José Calero además de cronometrar a este As del volante lo hizo a muchos otros tan buenos como Alfredo del Águila, Francisco Palomo, Gustavo Trelles,  Luis Bravo y Pepe Barragán.
Desde la federación han sido invitados a cronometrar otros rallys con pruebas puntuables para el Campeonato de España de Auto-cross, subidas de montaña en rally Sprint, incluso mandando un equipo de cronometradores de Almendralejo para hacer otras pruebas, como el Valero de Madrid o el sierra Morena de Córdoba.
El rally de la Vendimian necesita un grupo de personas suficientes para formar cinco equipos  que cubran los controles necesarios de cada prueba.
Para todo buen cronometrador es un orgullo al sentirse protagonista de una prueba tan importante que ha llevado a Almendralejo a las puertas del campeonato de España.
Durante todo este año los cronometradores de la localidad se han preocupado de estar a un nivel de poder cronometrar una formula UNO de circuito, consistente en hacer una prueba de control horario o de parada obligatoria llamada “Chopo”.
En el control salida, el participante inicia su  partida tan rápida que cuando llega al control llegada STOP, éste en tan poco espacio sabe Oficiosamente el tiempo invertido en hacer la prueba.
Los cronometradores en estos años han adquirido experiencias, no sólo en el cronometraje sino en la picaresca de algunos participantes y personal asistentes a las pruebas, y en la malicia que tienen algunos en las penalizaciones, por lo que el cronometrador debe estar preparado para no caer en la trampa de algunos señores, pues como la mayoría de las pruebas se hacen de noche, tratan de esconder su personalidad y su mal hacer.
En estos años han tenido que luchar con muchas vicisitudes, entre ellas el mal tiempo y la precisión al puntuar, para que a la hora de las reclamaciones no haya problemas.
A veces tenían que desplazarse en su coche a  lugares inhóspitos, atendiendo en ocasiones al paraguas, si estaba lloviendo, a la linterna y al peligro cuado algún
participante se sale con el coche  de la carretera; en alguna ocasión se  ha llevado por delante la mesa y utensilios del cronometrador de llegada.  Hasta ahora no ha pasado nada de importancia, teniendo en cuenta el trayecto tan corto que hay entre el control  de llegada y las grandes velocidades que llevan en estos espacios tan cortos, por lo que el cronometrador del control STOP debe estar pendiente no sólo de su trabajo sino del riesgo, debido a la velocidad de los vehículos. 
   La colaboración de José Calero Morán en estos años la da por bien empleada, cuando ve  que va a más el Rally de la Vendimia y sobre todo que su afición la vive con sus hijos Isaac, César y Borja, que lo acompañan.
El trofeo José Luis García se crea por el motor club Almendralejo, en recuerdo de un piloto muy emblemático en la historia del Rally de la Vendimia y en su memoria se entrega todos los años dicho trofeo al mejor piloto extremeño del Rally.
Son muchos los pilotos que han conseguido este premio, pero va a ser Pepe Barragán, piloto del rally quien tiene en su poder uno de los premios mencionados, el que nos diga lo que significa éste para un corredor de rally.
Y recuerda que cuando tenía 16 años acompañó a José Luis García al Rally de Málaga, como asistencia, incluso lo que habló con él, en el momento que estaban cambiándole una rueda a su coche de Rally, en el hotel que estaba enfrente de Puerto Banús.
Pepe Barragán tenía tanto afán en ganar este premio, que llegó un año en el Rally de la Vendimia a conseguir un trofeo importante, pero no el de José Luis García, que lo ganó un piloto cacereño, al que le propone que lo cambie por el suyo que es de más valor y que a lo mejor a éste le da lo mismo, al no ser de Almendralejo, a lo que el corredor cacereño se niega, y le dice que lo ha ganado y no importa el valor que tenga, que es suyo y lo quiere tener.
 Pepe Barragán en el año 1988 se prepara para correr en el Rally de la Vendimia y una vez en él lucha desde el principio hasta el fin para conseguir dicho trofeo, el cuál consigue ese mismo año. El verse en el círculo mercantil (lugar donde se entregan los trofeos automovilísticos de Extremadura) y recibir de las manos de la viuda de José Luis García el trofeo al mejor piloto de rally de Extremadura fue tan grande, que en ese momento comprendió el pensamiento del piloto cacereño, pues ese trofeo no se puede cambiar por ninguno en el mundo y menos después de haberlo conocido.
Pepe Barragán a lo largo de su carrera ha conseguido muchos trofeos, es uno de sus favoritos.
Es verdad que se iban abriendo cortinajes pesados y difíciles de correr, como fue lo contado,
 Los comienzos de las cosas rara vez son fáciles, todo colectivo que quiere hacer un cambio en su ámbito social debe luchar con dificultades que solo el esfuerzo y no darse por vencida puede llevar a lograrlo.
ISABEL CORONADOZAMORA