Mi pequeña historia de Almendralejo

martes, octubre 22, 2013




UN BUEN DÍA

Era el sol de París el que se ponía en las llanuras inmensas que se entienden, una vec pasado los Pirineos, es tan monótono el paisaje que el sueño,  agobiado por el sopor de la atmósfera lluvioso a parece y dormitas lentamente, fue en un vaivén, cuando desperté, al guirar vi el sol en el atardecer que marcaba el punto de una ruta donde los castillos del Loura, nos había sorprendido lo mismo que la campiña inmensa.
El paisaje era como vivir una película de las de tantas que había visto, eran unos pueblos tan distintos a los nuestros, sin diferencia uno de otro, como puestos sobre un gran mantel sobre la campiña.
La agricultura a  trabes del autobús, era también alineada perfecta, sabiduría de estudios, saber de experiencia.
 casas tan distintas realizadas con armonías, calidad de para vivir en ellas.
Por la chimeneas salia humo en los cobertizos la leña se apilaba esperando ser tomada para servir un calocito generoso  para paliar y dar calor a las viviendas.

Los castillos esplendidas constituciones llenos de artes, que eran reflejos de una vida vivida colmadas de bienestar, el lujo era para unos pocos, herencias de un pasado de esplendor que era diferente para cada nacido. que habitaba dentro y fuera de los lugares donde el dueño es el Poder y el dinero.

ISABEL CORONADO

lunes, octubre 21, 2013



UN BUEN DÍA

domingo, octubre 20, 2013

UN DIA






Era una niña cuando mi madre llego con una volita rosas, que había tomado de los arboles, en el paseo de los Padres.
 Las fue pasando con una aguja  por un hilo, hasta confeccionar un collar que me puso en mi cuello.
Era tan bonito que salí a la calle para que me lo vieran las amigas.
Sentí orgullo, le pedí que quería conocer el lugar.
 Decidió darme a conocer el lugar, salimos por la mañana, tomamos la calle hasta la carretera, calle Villafranca, bajamos por la plaza de abasto, proseguimos por los cantones, desembocando en la plaza de la hierba, tomando por un tramo de la calle real para desembocar en la parroquia de la Purificación, Calleja del ayuntamiento, era muy estrechara, teniendo que dejar que los carros, burros y otros animales pasaran, entonces los coches eran pocos apenas nada.

La calle era empinada y mi madre recuerdo que se fatigaba, paramos  para tomar aire, siguiendo hasta desembocar en el paseo de los padres.
 Los arboles estaban alineados des igualmente, sus ramos colgaban hacia abajo no eran sauces llorones, años después, para re modelar el parque, fueron talados, sobrevivido, dos, uno  en la puerta de la iglesia, el otro junto al juzgado, que esta en esta en la misma  plaza.

Fuimos  hacia los árboles, debajo de ellos se desprendía un aroman, que nunca he sabido darle y situarla en otra parecida.
La luz del sol se filtraba entre el ramaje, sus  destellos me deslumbraban, sentí augusto, mientras mi madre me tomaba en sus brazos, para llegar a las volitas, fui tomándolas y guardándolas en una bolsista que llevaba.

Me sentía feliz, era  tan divertido sentirme  en brazos de mi madre, gatear por sus brazos hasta lo lato de aquella ramas que para mi crecían hacia abajo.

El paseo de los Padres, la callejita, que habría  la puerta que hacia  encontrarme  con un punto en mi existencia, con mi progenitora,  cuentos donde los sueños se colman, donde  el universo toma los pasos que nunca se ven y se sienten en nuestras fuerzas.
Fue y sera la proximidad de mi ser querido lo que siempre me ara ver la visión de un día, un instante  colmados de felicidad, donde  lo mejor se pasa tan rápido y los recuerdos se colman.
 Almacén de nuestro cerebro colmado de cosas gratas, deseosa de salir constantemente y hacerse notar.
Fue y sera  uno por lo que siempre estar, sentir las personas que reinan en mi, que son las que me ampara y me guían en un mundo  raro y difícil.

ISABEL CORONADO

viernes, octubre 18, 2013

CAMPEONES

Son campeones estupendos, se esfuerzan. Luchan por un deporte de caballeros, Los Gladiadores de Mérida.
Como me emociono de que veo jugar a los hermanos Calero, son dos murallas infranqueables que no toquen a uno ni otro, salen a defender son campeones gustan de luchar, vibrar, respetuoso de linaje de educación.

Nunca se fue ni se pensó, si eran dos estupendos olmos, son de las orillas, navegaban con un  deporte de lucha, que infringen al  navegar.

Que paso ni que vino tan estupendo sentimiento, como fue si el camiar, siempre les llevaba a ese punto donde el cariño engendrado se encuentra.
 Pasaran, batallas, navegaran contra corriente, pero el amor engendrado los ara fuerte y el juego de la vida, les aran en el  campo del cespe que se embarrara y se pegar a su piel sobre sus caras que  se llenaran de sonrisas  y cariño hacia una vida plena, llena de dificultades.
 El deporte,  despejara y alivia de tensiones de  malestades de un  día a día.
Son los clásicos, muchachotes de la tierra, de linaje de sabiduría, de raza de honestidad, de respeto y amor, que las generaciones pasadas que se entran en la sangre y se ponen sobre la piel en la piel.
Isabel Coronado











jueves, octubre 17, 2013



FUE

Los melones de la Comarca de Barros, son un majar que al ser de secano, su sabor es distinto también sus dimensiones.
Siempre recordare los melonares que cultivaba mi padre, nunca podía faltar el chozo, sin él no era tal.
.No todo el mundo sabía hacerlos eran característicos en la zona,  ninguno igual en otro lugar.
José era diestro en hacerlos, tradición enredada de unos a otros, guardando un orden y una dinámica,

En el chozo llamado también "Hato" se depositaban agua y la  talega, donde iba  la fiambrera,comida para el día.,

Como ironía se decía, cuando el chozo no estaba bien realizado, que como era el chozo era el guarda y el melonar, En él no  podía faltar los espantapájaros que eran muñecos realizados por el agricultor con ropas desechadas que el bestia y figuraba que era el dueño y esto espantaba a los pájaros que cuando echaban las semillas solían comerse las y la plata recién nacida tiernitas le encanta.

La rapiña en el campo siempre ha sido muy común, antaño los guardas de campo montados en caballos los recorrían, pero los rateros robaban cuando estaban listos para ser cargado y  vendidos.
 Los meloneros tenían que hacer de guardia por la noche y luego y a venderlos a la plaza de abasto, donde los puestos eran mucho y único lugar de ventas.

Hubo un año que la cosecha fue tan abundante que fue necesario para tener salida de poner bagones de trenes cargados de esta fruta.

El melón de Cuelga en  en la comarca, este se le hacia una red trenzada, con juncia y era colgado del techo, al ser esta clase muy difícil de conservar y única forma en en aquellos años de tener fruta en invierno.

Los melones eran cargados en serones y llevados a vender a la plaza de abasto de Almendralejo donde venían meloneros de otros lugares cercanos y lejanos.
Todos los jornaleros tenían su melonar era la forma de pasar el el verano y mantener a su familia.

Comer un melón o sandía de la Comarca de Barros, Es saborear una fruta única, pues al estar sembrada en secano se saca  para adelante a base de mucho traba que es el que le hace que tenga  más azúcar.
La tierra se ara y allana una y otra vec par a que no le salgan grietas por dende etra el aire y le quita humedad.

La pieza de melones y sandias son de gran calibre, Una pieza puede piezar 19 kilos.

Isabel Coronado




lunes, octubre 07, 2013






HABLANDO CON ADRIÁN Y PABLO

Que pasa dijo Pablo cuanto jaleo,  voces, cristo, ruido y murmullos.  Adrián contesto, están contentos, siento emociones, Jiji, demos unas pataditas para que sepan que estamos aquí, Pablo fortachón, lanzo fuerte un patadita, no llego a dar,  Adrián, más dispuesto, se estiro y su pie, logro rebasar un líquido de mermelada que le impedía hacerse sentir.
Pablo cogió aire resoplo y con gran vigor rozo y logro tocar la pared traslucida, por donde se filtraba tenues transparencia, de pronto hacia ellos se dejó sentir un silencio, ó que pasa se han callados no habla nadie la voz chillona se ha quedado muda la ronca y potente, a enmudecido , la vos que me arrulla se acallado, ¿qué pasa se han ido nos han dejado solos?.
De pronto, sienten manos que tapan la luz que les llega del exterior  son manos que acarician sienten  el amor que pasa atravec de la pared,  se unen los dos y se acarician al sentir atravec del líquido amniótico el cariño, que traspasa hasta llegar a su corazones, son ríen, se dan vueltas y se columpian del cordón que les sale de su tripitas, se abrazan se sienten felices, al sentir las manos, la luz que se filtra entre los dedos que rodean el regazo donde ellos se sienten tan felices y cómodos.
Revoltoso y con  fuerzas, lanzar patadas, una y otra, se  estiran, sus manitas se empuñan y  van a la boca y las zunga, todo el amor que se filtra, por los poros de la piel de  de su Mama les gustan sentir los  latidos de su corazón potente que les acoge y les ama tanto, que solo sientne desos de verles y acariciarlos.
Pablo como eres? Quien ere tu para preguntármelo, contesta, tu voz me suena, soy quien te ve sin haber nacido, y derrama tanta ganas de verte,  que hoy lanzo estas filtrantes líneas para que me digas algo de ti.
¡A! soy como tu piensas, me veras y  me conocerás, cuando me tomes yo sabré que eres tu, y sentiré tus caricias, tan semejantes a las que mi Papa me de, serán las mismas manos  que a él le dieron lo que hoy retiene en su interior de amor a la vida .
Adrián y pablo empiezan a palpitar, sienten necesidad de conocer los sonidos del exterior, de sentir las suaves mano que con tan to amor les acarician.
Pablo se ríe constantemente, mientras Adrián,  tranquilo y afable juega sin cesar asiéndose, sentir. Piensa en el momento que vera a los seres que los espera con tanto deseos de estar junto a aellos.
Son dos niños divertidos y felices pues el calor que hasta ellos llegan es de tanto amor que tras pasa los poros  que los nutren.
Esta noche han soñado, con un lugar donde ven caras de satisfacción, que hablan sin cesar, eso a ellos les molestan, pues están tan tranquilos en su bullido mundo.
Adrián, dice que es el abuelo Pepe, que es un Don voces, tiene curiosidad por saber cómo será, si  le aportara todo lo que esperan de él.
Les gusta escuchar atraves de su liquido amniótico, las suaves canciones que el abuelo Manolo le canta.
Pablo quiere pronto aprender a caminar y  los caminos sentir, los surcos y palpar el aire al atardecer,  la suave brisa de unos lugares que se regocijan en las pupilas de su abuela, que no será más feliz que estar juntos ver el horizonte, sentir el valle y las montañas,  en la lejanía. Como un suspiro veran la nubes vagar, sobre sus cabeza refugio de ideas inteligentes.
Verán  surcos que se pierden en los horizonte, donde el sol cansado de vagar durante el día, se refugiara, para ir cayendo, sobre una línea plagadas de vides que  extienden su manto,  semejante   a un mar de esmeraldas.
Adrián escucha a pablo y siente el mismo deseo de caminar por esos caminos de  tierra ardiente, que en invierno, se llenan de suaves escarchas y absorben el  calor que los pobres rayos invernales, que  derraman sobre unos campos dormidos, llenos de cepas de cabelleras de sarmientos recortados, que como   en un escenario, están  listos para para una representación,  se alinean sobre los surcos , de una tierra aletargada,  esperando las lluvias que le aportaran la savia, para rejuvenecer en primavera y derramar su savia, sobre sarmientos poderos que volverán a ser prósperos  en cosechar y  prosperidad.
Andrián y pablo de la mano de Isa, irán por el camino, de la mina y se detendrán en aquel pozo,  donde el abuelo de su padre se reunía,  con su borrico “Perico”   para ir a emprender la peonada .
Allí esta esperándolos, sentirán su presencia y les bendecirá,  acariciara y enseñara sentir la tierra y el viento al atardecer, que derrama la brisa y el olor a hierba fresca, caminos por donde paso,  montañas que diviso.
 Os quiero aun estando en un zurrón lleno de ilusión, donde cada día vais siendo sorprendidos por nuevas sensaciones,  que van desarrollando vuestro menudo cuerpo.
Quien de los dos tendrá los ojos azules, quien sentirá la sensibilidad que yo os aporto, cuantas historias os tengo que contar,  cuentos que empezaran “Era se una vec” volverá , el cuento de la “Pata larga” La coguta”  y más cuando estemos juntos.
Me parece miraros y ver vuestras caritas, pendientes de narraciones llenas de  tantas imaginación, que os llenara de sabiduría y os ara buena gente.
Esta noche os he sentido, eras tu Pabo o tu Adrián. Que más da, se que estáis formando parte de nuestra vidas, que sois lo mejor que esta etapa de mi vida me puede dar.
Buena noches.
Palabras escritas que un día leerán derramadas en una noche que mi mano,  volví a sentir los lmovimiento……………………………

Isabel Coronado

sábado, octubre 05, 2013







PASADO QUE MAS DA PISA Y CRUZA EL UMBRAL DEL FUTURO.

Pasado presente de una circunstancia que vi sentir sobre aquella personas que junto a mi caminaron en mi vivir. En el mundo terrenal donde todos nos juntamos y vivimos separados,. Sino estas no te paras, seras aquel que siente sus paso pero nuca esa conciencia mal educada que no ve ni palpa, pues la ocultamos detrás de nuestros egoísmos.
Caminar es tomar un sendero donde cada cual vive en un presente y huimos de un futuro que es imprevisto lleno de hullas de un pasado lleno de nostalgias, de encuentros fortuitos, de un sentimiento llamado envidia, que el se humano lleva grabado en una frente llena de arrugas, de desear todo lo ajeno y despreciar su verdad tan valiosa y sencilla como una mirada.

viernes, octubre 04, 2013

                                                    ESCALESTRI DE MÉRIDA

HORIZONTE


Donde estuvo en aquella estancia, se fue esta en aquella calle que  la luz de la esquina, cada noche repicaba, chocando con la  lluvia.
 De un viento que nunca pense  ni vi nada como el atardeceres de tras de una ventana, sin mas marco que el de  la madera con los cristales, ni mas horizonte que la cera de enfrente.
Como se fue, te vas sin pensar jugando ,en volver con aquella mirada, que rozaba lo imposible queriendo regresar el ímpetu juvenil que le asfixiaba.

Calles en calada de blancura, deseos de horizonte, tapado por una barrera de barrancas que nublaban la puesta de sol.

 Solo el  anochecer  traía el olor de la hierba, que el  al atardecer derramaba para ser sorteba por el viento, que la hacia suya, esparciendo, sin poder rebasar algo tan fácil como una calle de pueblo.
ISABEL CORONADO ZaMORA