A VECES HAY QUE SER UNO MISMO

Cuando camino  mis ideas se hacen dueñas de mis pensamientos y me hacen mirar hacia el suelo donde solo veo las puntas de mis zapatillas, que caminan por un suelo lleno de baldosas donde el ganarle al pavimento me hace dar el paso cada vez más grande.

 De pronto me paro y me revelo y surge ese yo enterrado en nuestro subconsciente, ese que pocas veces sacamos, el que esta prisionero y encerrado en una mente cansina que siempre esta revelándose.

 Es el momento en que hay que decir vasta , y hacer nuestro el día su mañana,  atardecer unida a un anochecer, que merece ser visto con una mirada luminosa que nos haga descubrir  las cosas bellas que nos rodean.

De pronto haz  un parón y mira tu entorno y siempre descubrirás, algo nuevo que había pasado en tu caminar, desapercibido y te resultara bonito descubrir y hasta encantador, como es una puesta de sol sobre la campiña de TIERRA DE BARROS. 

O ese pozo que pacientemente espera saciar al sediento y descanso del caminante

ISABEL CORONADO ZAMORA