Mi pequeña historia de Almendralejo

jueves, octubre 25, 2018


                                     LA ESPERANZA DE UNA VUELTA -----TIERRA DE BARROS




Esperanza donde encuentras los sentimientos, un mundo que camina al lado. Días que se rompió andando  hacia las colinas de montes donde las cumbres se unen en el horizonte.

 Miedos en  las tiniebla de los corazones apagados en los sentimientos re caminos sin fondos, no miedos por volver a ver e aquel camino donde el perrito nos esperaba cada día.

 Sol que brillaba caminando, se iba al  espacio  andantes como fue todo, donde ni tu ni yo hablamos, por que todos se perdió.

 Los años se fueron sin convivencias ni amor, por saber  mi mano vacía sobre un puñado de arena, deposito de caricias de  figuras mirándome de tras.

Mil amores  son los que sentí cuando te vi por primera vez.  Una noche, te pusieron en mis brazos, como el ser que venia hacia mi, con la suerte de aquel pasillo frío,  nos miraban con ojos compasivos, pensando que venias de paso.

 Lejos quedaban el volar de mi amor, que se fue, dando con aquellos gestos, de días que quisiera recoger en la palma,¡ de mi mano,  sin vorer  se deslice sobre la luz de aquel camino,  junto a hablar conversaciones debatidas llenas de sapiencias.

Quien fue el culpable, tantas veces pienso que fue la luna o tal vez aquella cometa de la vida que se liaba, en los formas equivocadas de la cobardía.

No quiero seguir dando paso por un acantilado, sin retorno, donde pueda volver  recuperar el llano  junto a ti, volviéndote  a ver, hablar y debatir.

No dejar nunca de ver la estrella o tal vez ser astro,  verte des de el firmamento de mis sentimientos, quiero verte, volver a sentir un pensamiento,  ver las lineas de sentimientos, perdidos sin ver  que dejamos de ver.

No dejar de tener esperanza en ti, no tener sueños, que cuelgan del hilo de un globo, donde me sujetó    sin saber, que los amarillos hubieran sido una pregunta y respuesta a tiempo.
 .
Quizás este en  una dimensión perdida, en sentir que  estas viendo solo en mis deseos de verte

ISABEL CORONADO

miércoles, octubre 24, 2018

       -------- Santiago Álvarez--- 




Conversación con  Santiago Álvarez, sus estudios  se los ha dado la vida y la naturaleza.

 Con setenta y nueve años contaba  aquel día, no había dejado  de cultivar sus tierras, A  las que  les trazo  líneos,  plantando en ellos las vides, que injertó, viendo convertirse en viñedos.


La primera vez que fue a trabajar al campo, lo hizo a coger aceitunas,  cuando llegaba la merienda, en medio del “Jato” ponían  una olla con la comida, los “avíos” para hacerla, los traían del pueblo, Manolo el  mandadero, encargado  de realizarla,  en esta ocasión era en el Cabezo Redondo, en el término  de Solana de los Barros.

 Se comía de pie, introduciendo la cuchara en el recipiente y paso atrás, para dejar sitio al siguiente. Dormí lo hacían en sacos rellenos de paja con su primo José y un vecino.

 En 1940 la vida en nuestro entorno  era mala, triste, tiempos muy difíciles.

El acarreo de la recolección se hacía con carros tirados por mulas,  el pesaje en baños enganchados  en ganchos clavados al arco de las puertas de las bodegas ( a un quedan algunos de estos).

El trabajo duraba todo el día, si la recolección  era mucha y se precisaba más personal, los mismos trabajadores, decían que no se encontraban personal, pues al hacer falta  en su casas el dinero, se mataban trabajando haciendo dos jornales en un día,  ganando más, (llamado “raspa” ) trabajo muy duro.

El padre de Santiago al ser manijero, lo quería llevar, pero él no quería, pues se quedaba con su jornal.

En 1950, marcha a la mili, aprendiendo a conducir en el ejército, sacándose el carné de segunda.

  A la vuelta se va a trabajar con su progenitor, que estaba  de encargado en la casa de García de la Torre.

 Su jefe al comprar el tractor, le pago el carnet,  de tractorista,  consiguiendo él sacarse el de primera,  que le costó 500 peseta.
  Al faltar su padre  se queda, en su puesto,  el año 1953 hasta su jubilación.

Los tractores de aquellos años han ido evolucionando mucho,  del  que tomo la primera vez,.

Su incomodidad: asientos  rígidos,  al tomar las ruedas las piedras del camino, la espalda se resentía  mucho, eran “mata personas” por los golpetazos que padecías los riñones.

El primer tractor que hubo en Almendralejo lo tuvo la empresa Montero en 1958 aproximadamente y Don Arturo.

Contaba que al hijo de su jefe le gustaba acompañarle en las tareas del campo, al que le enseño a descargar y podar.

Santiago me contaba que salía todos los días al campo a ver sus tierra un par de horas, haciendo lo que precisara la planta, se sentía con facultad con sus 79 años, limpiaba sus olivos y recogía su aceitunas.

Disfrutaba con sus tierras por haberla  visto des  el principio crecer y desarrollarse.

Al jubilarse formo parte de la directiva del Hogar de Mayores, de nuestra localidad, con Joaquín Merino, Pedro Bala,  Juan y José  Álvarez.

La directora  era  Doña Isabel, que les propone una serie  de actividades  entre  la que estaba, un estudio sobre la vinicultura, surgiendo la idea de hacer vino.

Para adquirir conocimientos visitaron bodegas tomando contacto con bodegueros, que les fueron informando.

El grupo estaba formado por  un mecánico, necesario para construir la presa, que todos ayudaron hacer en su casa donde tenían un tallercito, compraron las barras de hierro,  moldeando hasta conseguir la presa.

Luego estaba el bodeguero, cuya familia siempre había tenido bodega en la calle Condesa de la Oliva, no le era desconocido el tema y los  labradores conocedores de la materia prima.

La uva para el caldo la consiguieron del rebusco que ellos mismo realizaron,  terminada la campaña iban un par de horas, dejándola,  en un corralón, en  toldos  para  la transformación.

La uva la desbagaban, echándola en la presa realizad por ellos, igual que las tapaderas con que tapaban el torno, que presaban dando vueltas hasta que empezaba a salir el caldo que iba cayendo en la barrica, cuba  (pitarra) incorporando le productos aconsejados para su fermentación.

El vino,  antes de consumirlo, lo  llevarón a la Estación Enológica,  analizado se al consumo, valorándose en catorce grados.
Como vino, no estando picado y los análisis  correctos, la misma Enológica les dio un número de 60 botellas, con una máquina de embotellar les colocaron  los tapones, etiquetando con el nombre de “Hogar de Mayores”.

Al salir  de la junta del hogar, siguió  haciendo vino con los compañeros nombrados.

Me conto, que el amigo Juan Agudo Álvarez al manejaba bien la informática, con el ordenadores del hogar, confecciono  las etiqueta con el nombre de “Vino de Pitarra”.

 No formando parte de la junta del Hogar de Pensionistas, la elaboración lo pagaban ellos. Antes el hogar les aportaba subvenciones para comprar el material.

Esta actividad  les ilusionaba y la continuaban realizando, la experiencia la  debía haber continuado la junta entrante, que se hubiera nutrido del conocimiento adquirido y trasmitiendo.

Quedando aparcado a nivel de del Hogar del pensionista  que ellos seguían con la experiencia y reuniones por la mediodía.

Años ilusionados,  iban a los colegios, a dar  charlas  sobre la agricultura y aprendizaje teniendo mucha  aceptación.

Después de probar el buen vino por ellos envarado, les felicito brindado con él.

ISABEL CORONADO
 




                                         

                   Santiago Álvarez







                                             

Una savia conversación con  Santiago Álvarez, sus estudios  se los ha dado la vida y la naturaleza.

 Con setenta y nueve años contaba  aquel día, no había dejado  de cultivar sus tierras, A  las que  les trazo  líneos,  plantando en ellos las vides, que injertó, viendo convertirse en viñedos.


La primera vez que fue a trabajar al campo, lo hizo a coger aceitunas,  cuando llegaba la merienda, en medio del “Jato” ponían  una olla con la comida, los “avíos” para hacerla, los traían del pueblo, Manolo el  mandadero, encargado  de realizarla,  en esta ocasión era en el Cabezo Redondo, en el término  de Solana de los Barros.

 Se comía de pie, introduciendo la cuchara en el recipiente y paso atrás, para dejar sitio al siguiente. Dormí lo hacían en sacos rellenos de paja con su primo José y un vecino.

 En 1940 la vida en nuestro entorno  era mala, triste, tiempos muy difíciles.

El acarreo de la recolección se hacía con carros tirados por mulas,  el pesaje en baños enganchados  en ganchos clavados al arco de las puertas de las bodegas ( a un quedan algunos de estos).

El trabajo duraba todo el día, si la recolección  era mucha y se precisaba más personal, los mismos trabajadores, decían que no se encontraban personal, pues al hacer falta  en su casas el dinero, se mataban trabajando haciendo dos jornales en un día,  ganando más, (llamado “raspa” ) trabajo muy duro.

El padre de Santiago al ser manijero, lo quería llevar, pero él no quería, pues se quedaba con su jornal.
En 1950, marcha a la mili, aprendiendo a conducir en el ejército, sacandose el carné de segunda.
  A la vuelta se va a trabajar con su progenitor, que estaba  de encargado en la casa de García de la Torre.

 Su jefe al comprar el tractor, le pago el carnet,  de tractorista,  consiguiendo él sacarse el de primera,  que le costó 500 peseta.

  Al faltar su padre  se queda, en su puesto,  el año 1953 hasta su jubilación.

Los tractores de aquellos años han ido evolucionando mucho,  del  que tomo la primera vez,.
Su incomodidad: asientos  rígidos,  al tomar las ruedas las piedras del camino, la espalda se resentía  mucho, eran “mata personas” por los golpetazos que padecías los riñones.

El primer tractor que hubo en Almendralejo lo tuvo la empresa Montero en 1958 aproximadamente y Don Arturo.

Contaba que al hijo de su jefe le gustaba acompañarle en las tareas del campo, al que le enseño a descargar y podar.
Santiago me contaba que salía todos los días al campo a ver sus tierra un par de horas, haciendo lo que precisara la planta, se sentía con facultad con sus 79 años, limpiaba sus olivos y recogía su aceitunas.
Disfrutaba con sus tierras por haberla  visto des  el principio crecer y desarrollarse.
Al jubilarse formo parte de la directiva del Hogar de Mayores, de nuestra localidad, con Joaquin Merino, Pedro Bala,  Juan y José  Álvarez.
La directora  era  Doña Isabel, que les propone una serie  de actividades  entre  la que estaba, un estudio sobre la vinicultura, surgiendo la idea de hacer vino.
Para adquirir conocimientos visitaron bodegas tomando contacto con bodegueros, que les fueron informando.
El grupo estaba formado por  un mecánico, necesario para construir la presa, que todos ayudaron hacer en su casa donde tenían un tallercito, compraron las barras de hierro,  moldeando hasta conseguir la presa.

Luego estaba el bodeguero, cuya familia siempre había tenido bodega en la calle Condesa de la Oliva, no le era desconocido el tema y los  labradores conocedores de la materia prima.

La uva para el caldo la consiguieron del rebusco que ellos mismo realizaron,  terminada la campaña iban un par de horas, dejándola,  en un corralón, en  toldos  para  la transformación.

La uva la desbagaban, echándola en la presa realizad por ellos, igual que las tapaderas con que tapaban el torno, que presaban dando vueltas hasta que empezaba a salir el caldo que iba cayendo en la barrica, cuba  (pitarra) incorporando le productos aconsejados para su fermentación.
El vino,  antes de consumirlo, lo  llevarón a la Estación Enológica,  analizado se al consumo, valorándose en catorce grados.
Como vino, no estando picado y los análisis  correctos, la misma Enológica les dio un número de 60 botellas, con una máquina de embotellar les colocaron  los tapones, etiquetando con el nombre de “Hogar de Mayores”.

Al salir  de la junta del hogar, siguió  haciendo vino con los compañeros nombrados.
Me conto, que el amigo Juan Agudo Álvarez al manejaba bien la informática, con el ordenadores del hogar, confecciono  las etiqueta con el nombre de “Vino de Pitarra”.

 No formando parte de la junta del Hogar de Pensionistas, la elaboración lo pagaban ellos. Antes el hogar les aportaba subvenciones para comprar el material.

Esta actividad  les ilusionaba y la continuaban realizando, la experiencia la  debía haber continuado la junta entrante, que se hubiera nutrido del conocimiento adquirido y trasmitiendo.

Quedando aparcado a nivel de del Hogar del pensionista  que ellos seguían con la experiencia y reuniones por la mediodía.

Años ilusionados,  iban a los colegios, a dar  charlas  sobre la agricultura y aprendizaje teniendo mucha  aceptación.

Después de probar el buen vino por ellos envarado, les felicito brindado con él.


ISABEL CORONADO
 


lunes, octubre 22, 2018



                                     BUENAS NOCHES
                      


Buena guitarra y cante en la quietud de la estancia mientras escribo la próxima historia para la radio el próximo martes.

Dice la canción: solo que da con los años la Esperanza.
Las agujas del reloj, marcan los pasos de nuestras vidas, mientras el minueto con armonía van dejando pasar los segundo, tomando los latidos de vivencias.

Mirando las agujas de aquel reloj, que el sonido va latiendo como nuestro corazon.
Sentir las horas, viendo marcar cada momento vivido, las personas que en cada hora de nuestras vidas estuvieron, marcando vivencias.

Viendo las agujas del reloj, su sonido al ir lentamente, marcado sus agujas gastadas, las horas llenas de sentimiento, por la ventan de su esfera.
La vida es un reloj, que camina hacia el segundero que eres tu, el minuteros tu corazon, las horas tus vivencias.

Que cancion cada día mas vigente en la vida diaria.
Cuantos CHUS CHUS, vivimos al cavo del día.

Si Montarnos en cada sílaba de la letra de la canción, mientras galopamos, viendo la violencia que utilizamos cada día, en tantas cosas innecesarias .

Cuantos" Cucuchcuc" tendríamos que borrar de las estrofas diaris, patadas que damos en el caminar diario.
Escuchar esta canción, es marcar el final del día y pensar hacer el próximo un pasito mejor.
ISABEL CORONADO ZAMORA

viernes, octubre 19, 2018



                                   AMOR QUE CAMINAMOS





A nuestra edad, después de medio siglo,

el amor ya corrió caminos, dobló esquinas y optó por encrucijadas…

ya erró, ya acertó, ya resbaló,

ya se arrepintió e inevitablemente el tiempo se fue.

Se vivió el amor, se perdió el amor, algunos por la mano de Dios,

otros por el debilitamiento de la vida en pareja.

Hoy nuestra mirada en la dirección del amor continúa más linda,

pues en el largo camino de los sentimientos,

aprendimos a sumar, a dividir y a multiplicar,

sin oportunidades de disminuir en el conocimiento del sentimiento del amor.

El amor maduro llega despacito,

se aloja en nuestra vida, sin tiempo para acabar.

La caminata entre dos es más serena,

existe la complicidad, el cariño es más espontáneo,

no nos inhibimos frente al querer, la sintonía es completa

y los recuerdos son depositados en el álbum de las nostalgias,

que guardamos de un tiempo que no volverá.

Enamorarse a nuestra edad es llevar la ternura en la mirada.

El brillo es más intenso, el deseo de no equivocares es más fuerte.

La construcción de la caminata entre dos es la suma del querer,

es el encuentro de dos almas aplaudidas por dos corazones

que dividen la emoción de amar.

Las actitudes menudas, los gestos y los detalles

son los alimentos que sustentan ese amor.

Vivir en pareja es la alegría de la compañía,

caricia tierna, de los besos todavía calientes,

miradas insinuantes cuando el deseo se manifiesta

y la promesa en la mirada de que, cada amanecer,

¡Será el día más bello entre dos seres que encontraron el amor!

ISABEL CORONADO

miércoles, octubre 03, 2018


                                                 COMO EMPIEZA UN PROBLEMA




Una gota de agua, con otras forma un charco, que al llenarse de la lluvia corre, formando un surco de 

agua,
 Que va hacia un riachuelo, formando un  arroyo, abriéndose camino va al encuentro de los ríos que el 

salmón remonta para volver a su origen.

ISABEL COROANADO





martes, octubre 02, 2018


PADRONES REFUGIOS DE SENDEROS  EN EL BARRO DEL ENCUENTRO




No saber que camino arcilloso pisado en un surco de vides, pensando sin vivir en el espejo del sol.

 Ver tu mirada, las personas no existen, sola, ver mas que los ocre sobre el verdor que la llanura de un valle perdido colmado de hojas caídas, surcos de imágenes, llenas de toques sobre espaldas en soledad.

No hay nada mas dificil que tu ausencia en soledad. sin  nadie mas que el árbol del camino,  junto a tus pisadas .

Quien fue las persona que sin ver, cabalga sobre la vida, sedienta de sentir las diferente risas,  abrazos, de pámpanos de cepas, nada  es difícil, como ver caer las hojas, pisar los riscos, mirados por aquellos ojos, que clavados en mi llanura inmensa del alma, se pierden por el collado donde descansamos,  sintiendo el frío del atardecer de pensamientos rencorosos.

Junto fuimos y vinimos, sin ti nada palpita, sintiendo miradas perdidas, deseosa,  de saber donde el sol sale cada mañana, después de la madrugada, de la indiferencia, que cese que mas da las gentes que poco importan en una canción imprecisa que se siente diferente sin ver tu sombra, que llenaba tanto me siento tan falta de un toque en mi espalda que diferente todo en sintiendo la helada sobre mi pensamientos.

 No veo miradas sin latidos,  nada percibo, buscando la diferencia que tu felicidad me daba, no hay mas ingrato que tu ausencia en la oscuridad de no verte en un día de sol, buscas y encontrar lo sin saber que la rabia anidada la crueldad,  la espera de una palabra que forme la conversación deseada.

La rabia de el yo oculto que se perdió en el paisaje de la vida donde cada día la idiotez se marcada por un reloj, que no es mas que el hechizo de ver la vida pasar sin palabras, falto de contestación,  con aroma falto de amor.

El agotador aire solano, moviendo la tierra del camino, que busco  saber donde estas y cruzarse contigo, en aquel sendero tan transitado, solo llenos de palabras que  fueron sarmientos depositados a un lado del padrón.
 Cuesta de gran pendiente, llena de rodadas de carros de yuntas,  tiempo que pasa y nunca mas las agujas del reloj marcara el tiempo hacia atrasa.

ISABEL CORONADO