Mi pequeña historia de Almendralejo

sábado, febrero 10, 2007

1 DE FEBRERO LAS CANDELAS EN ALMENDRALEJO, LUZ Y RESPLANDOR EN LA NOCHE DE ALMENDRALEJO, VIVETELO Y VISITANOS








LAS CANDELAS Y SAN BLAS
Llegó Febrero prometedor y consentidor, a su madre engañó cuando fue a lavar.
Por San Blas cigüeñas y golondrinas verás.
Febrero refranero y Candelero. La noche del uno de febrero se celebra las candelas en Almendralejo, tradición antigua como el pueblo arraigada en sus habitantes y declarada de Interés Turístico. Fiesta que a último de 1960 y los setenta decayó deteriorando el evento por las trabas puestas a vecinos, que a lo largo de su vida las habían hecho delante de sus casas.
La candela se empezaba casi un mes antes, cuando la dueña-ño ponía leña en la calzada cerca de su puerta, invitando a los demás a sacar de doblados, cuadras y corrales palos y desvencijados muebles que habían ido guardando para quemar en las Candelas. El poder adquisitivo era poco y el mobiliario de las casas escaso, la silla que se rompía se llevaba al carpintero o el mañoso de la casa la reparaba, si el hondón era de juncia y se hundía se esperaba al sillero y lo reponía.
Los niños acarreaban sarmientos, cuernos de cepas y vides viejas que se arrastraban hasta la candela.
La leña era la principal fuente de calor para calentar las casas, con los sarmientos y ramón de la descarga (poda) se hacia picón, vendido por las calles para calentar las vivienda. En el Tinaón (cobertizo) se almacenaba leña para la candela de la cocina, hecha en el suelo debajo de una enorme chimenea con topetón, para calentarse y secar la ropa de los hombres de campo, cuando la lluvia los empapaba hasta los huesos, montados en sus borriquillos o en mulas arropados con pellizas (chaquetón de paño), envueltos en mantas, sin más refugio que un paraguas Portugués, aguantando el temporal encima de la bestia hasta llegar a casa.
El ramón y sarmientos de la descarga, cuando no se precisaba, el dueño lo dejaba en las lindes y caminos para quien lo quisiera.
En cada calle había varias Candela, los niños competían por no dejarse quitar una brizna de leña, cuando ocurría provocaba peleas entre ellos. Mientras los demás acarreaban uno se quedaba de guardia, afanados y picados porque la suya fuera las más grande y duradera. Cuando ya estaba lista se remataba con un pelele pinchado en un palo, vestido con los harapos de la ropa que había sucumbido en la dura recolección de la vendimia.
A nadie se le ocurrió nunca prender fuego a la del vecino antes del uno de Febrero a las ocho de la noche. En la torre de la Purificación se encendía una fogata y las campanas daban la señal y todas las del pueblo empezaban a arder. Los vecinos jubilosos la veían y se calentaban conversando entre ellos, los niños contemplaban las llamas de la leña que tanto había costado arrastrar hasta la candela, esfuerzos e ilusión que les llevaba a no querer ir a la escuela, costándoles riñas y la zapatilla de la madre que dejaba caer en las nalgas.
Una vez comenzaba a quemarse la candela los vecinos se calentaban y conversaban mientras los niños se divertían quemando ramas que refregaban por el suelo, soltando brasas que decían que eran fuegos artificiales, los padres les reñían y les decían ( Muchachos no andéis con fuego que os vais a mear en la cama) era igual ellos seguían con sus diabluras. Contaba mi madre, que de niña cuando el rescoldo estaba como una grana los jóvenes con las varas del vareo, saltaban sobre las brasas, con habilidad y espectacularidad.
Con el borrajo de la candela, los vecinos llenaban los braseros para calentar sus casas. Son tradiciones mantenidas por el empeño de personas del pueblo. Mi padre no dejó de hacerla, no le importaba el coste de su osadía, disfrutaba viendo ilusionados a los chiquillos de la calle acarreando leña. El ultimo año que se hizo en la puerta de su casa fue tan grande que acudieron gentes del todo el barrio a verla y llenar los braseros, quedando para que se calentara algún rondador.
En el pasado fiesta de convivencia entre vecinos y amigos con mucha conversación y poca panceta y chorizo que asar.
Todos los años hago una candelita en la puerta, pidiendo paz y concordia y las llamas se lleven enfermedades, guerras y discordias.
El tres de febrero San Blas, en Almendralejo día del Chorizo. Antaño los niños con una cestita de mimbre rojo, donde las madres ponían un trozo de chorizo, salchichón, huevo cocido y un Pero (manzana), al llegar la tarde con la merendilla (merienda) se iba a la Era a comerla y jugar los niños al balón, las féminas saltar con una soga de esparto o a la Bola, que consistía en ver quien lanzaba la pelota más alta y cogerla.
Mi tío Dionisio contaba que en San Blas, entre la alberca vieja y la nueva, había una feria con puestos de golosinas.
Gracias a los habitantes de Almendralejo, en su entusiasmo por esta fiesta que a permanecido, luchando contracorriente cuando autoridades de antaño pusieron trabas a que se llevara cabo, según ellos previniendo posibles altercados. Hoy es una fiesta muy bonita que todos los años el uno de febrero puedes venir y ver el cielo en la noche como se llena de un resplandor divisado desde muy lejos. Alrededor de las candela que este año han sido sesenta se puede degustar chacina típica de Almendralejo y sabrosas viandas a la planchas.
Si me lees dime lo---- correo---coronadozamora@yahoo.es

MEMORIA HISTORICA DE INÉS ZÁNCHEZ TORRE







VIVENCIAS DE INÉS

La historia que vais a leer es dura pero oída por el personaje es escalofriante, es una memoria histórica narrada en primera persona.
Inés Sánchez Torres, mujer decidida y luchadora de ojo claros que al sonreír iluminan su rostro con un rictus de tristeza, por ausencia que en el camino de la vida se han ido quedando, como su hijo, nieto y marido, revés duros que da la vida.
Su vida, comienza cuando nace en la calle Zorrilla, en una familia de cuatro hermanos. Su padre Antonio Sánchez, conocido por Marino, era camionero y dueño de dos camiones y solía reunirse, con su gremio a tomar unos chatos de vinos en la taberna de la señora Tulipa, los amigos le animan a que la compren y haga un bar en condiciones que le puede dar beneficios, lo convencen lo adquiere derribando la tasca y construye un bar bien hecho poniéndole de nombre “Bar las Flores” conocido más por el bar de Marino, al frente puso aun cuñado, y pasado un tiempo lo traspasa a Andrés Ramo, que le llamaría“ Bar Zara, esquina carretera de Alange, con Sevilla antes de llegar al paso a nivel
Inés, memoria histórica de la época que le toco vivir, dice que en 1936 tenia cinco años y no ha podido olvidar los horrores de una guerra que nunca más debiera repetirse. Recuerda que su padre el seis de agosto del año mencionado, era el encargado de vigilar los vehículos requisados en la Parroquia que era utilizada como garaje. Como todas las tardes, salio de su casa y se encamino al lugar y estar al tanto también de sus camiones, cuando en el camino empieza un atronado y terrible bombardeó y las gentes del pueblo aterrada empezaron acorrer sin rumbo buscando refugio, otros como un joven de 19 años que venia del campo, en la calle Arnina un proyectil le dio de lleno matando le junto a la mula donde venía montado.
Su padre con las personas despavoridas busca refugio en la iglesia de la Purificación. Allí permanecen cuando le prenden fuego a las paredes con paja mojada en gasolina, que los encerrados apagan con sus propias manos, buscando refugio suben hacía la arriba de la torre que empieza a ser bombardeada con un cañón que ponen en la calle la fuente, ante tal asedio, les .piden que se rindan y salgan que no se les va hacer nada, poniendo por testigo a la Virgen de la Piedad, el hambre y la sed les convence y a salen las cuarenta y tres personas, solo le perdonan la vida Antonio Sánchez que según su hija fue la voluntad de las personas del pueblo que estaban allí que piden que sea Marino el que se salve, los demás son llevados a la cárcel que había en la plaza de Espronceda, su padre lograría que dos personas uno llamado Frasquito y el otro Ramón, se les perdonara la vida, los cuarenta restantes son llevados al cementerio y fusilados.
Cuenta que la represión terminada la guerra fue grande y dura, que le toco ver pasar por la puerta de su casa los cadáveres de las personas que estaba presos en un almacén de cereales que hubo en la carretera Santa Marta esquina a León XIII y Condesa La Oliva, utilizada de cárcel, donde encerraban a personas del pueblo y alrededores, que en este lugar morían de hambre y en carros eran llevados a enterrar en fosas comunes en el campo santo. Sabe que esto que cuenta es tocar la herida que aun no se a cerrado por una contienda que nunca debió haber ocurrido, pero quiere que los jóvenes sepan la crueldad del ser humano sea del color que se procese y una guerra solo lleva a la destrucción.
Si cierra los ojos le parece ver a los soldados lavando la ropa con el agua del pozo que estaba en la carretera Sevilla, hoy bodegas Botes, entonces una zona abrupta, llena de rocas: Las tropas estaban en la estación Enología y el rancho que sobraba lo repartían a alas personas que hacían cola con unas latitas para un poco de comida.
Cuando termina la guerra su padre compra una casa en la calle la Cruz, dice que todos los entierros de esa zona del pueblo pasaban por ella. Recuerda que en la esquina de esta calle estaban la bodega de Manolo y Paquino Nieto, en Francisco Pizarro solo había pajares, puertas falsas y la fabrica de harina de Sánchez Grande industria importa de la época de Almendralejo, Talleres Bote y algunas más, en Plazoleta la Hierba la Taberna del Navajero, que hacia navajas para el injerto (mi padre tiene a una de ellas). Tan solitaria era esta plazuela que de noche si un conocido de la familia estaba en esta tasca la pasaba hasta la calle la Cruz, daba miedo por lo oscuro y solitario del lugar. Cuenta que al final de la calle mayorazgo estuvo el baile llamado de los labradores y en la calle San José en la parte baja una fabrica de tocas, en la calle Palacio el pajar de Cándido criador de ganado en él.
La guerra y la década de 1940 estaria llena de penalidades, hambre y enfermedades. Como las calenturas maltas que la hermana de Inés el catorce de agosto de 1947 caería enferma que era mortal, su padre intenta a través de Juan Navía adquirir penicilina que consigue en Portugal, no sirve para nada, la criatura con dieciséis años muere el día 23 del mismo mes. Ella y su madre sufren el mismo mal, que para sanarlas su apdre vende parte de sus bienes para salvarlas. Cuando logran recuperarse el doctor Don Santiago Tobar les da como medicina, que se vallan al campo, alquilando una casita, en San Marco en el llamado Cerro de los Ángeles, donde Isidro el Músico tenia unas casitas que alquilaba para pasar en ella temporadas, como familia de Castillo el fotógrafo, cadenas con su tío Enrique ect.
Cuando se caso fue de viaje de novios a Badajoz a cobrar las tres mil pesetas que daba Franco a los recién casados.
La historia de un pueblo la hacen las personas que vivieron de forma y maneras diferentes, cada uno la cuenta como le fue, versiones diferentes a saber.
ISABEL CORONADO ZAMORA. Si alguien la lee puede mandarme un mensague como que lo ha hecho a –coronadozamora@yahoo.es

miércoles, febrero 07, 2007

Ester Y AURELIA LUCHAN POR UNA SALIDA-CAPITULO-9º

CUANDO EL MIEDO ATACA CAPITULO 9º




Continuamos cuando Aurelia no dando crédito a lo que veía se pellizcaba hasta hacerse daño y ver si así se despertaba de una puñetera vez, cosa que no surtía efecto, todo estaba sucediendo y era real.
Acurrucadas para no ser vista, mientras los dueños de las capa embebidos en los rituales, no se habían percatado de ellas, que en cuclillas y despacio, oyendo los latidos de su corazón y pegadas a la pared, fueron saliendo de donde estaban para darse de cara con el altar, donde los enmascarados clavaban cada uno un cuchillo que al sacarlo salía lleno de sangre pasando por el filo la mano que luego se llevaban a la boca y lamían. Aurelia y Ester dominadas por el terror en el hueco donde la oscuridad las hacía invisibles, sacaron la cabeza a al altura de sus ojos aterrados y se fijaron en una grieta en la pares que estaba justo detrás del altar, ¿Cómo llegar hasta ella? ¿tendría continuidad para salir al exterior?, Aurelia no lo pensó más y empujando suavemente a la otra, le dijo que se tirara al suelo y empezara a reptar por el suelo de tierra detrás de los pies de los encapuchados, que levantaban los brazos en ofrecimientos y rituales con cantos que iban de más a menor atronadoramente, estaban llegando a la oquedad posible salida y huida, cuando de pronto Ester choca con los pies de uno que estaba delante, mirando las y bajando las manos para cogerlas como si fueran fardos, los demás encapuchados no dejaban de cantar con tanta fuerza que el eco de la cueva, devolvía una resonancia atronadora. Aurelia sintiendo se descubierta se incorporo y con la fuerza que da el miedo lanzo su puño cerrado a las entrepiernas de la figura que estaba delante, que debió hacer efecto pues el individuo se agarro con fuerza a la tela de la túnica, Ester como si tuvieran resorte en su cuerpo le dio un rodillazo en el mismo lado suficiente para que este cayera retorciendo se, al hacerlo alerto a los presentes, que miraron hacía donde este se lamentaba de dolor. Revuelo que las dos mujeres aprovecharon para meterse por la grieta y correr en una oscuridad que las hacía chocar con los salientes de la pared y techo que se a medida que iban avanzando se estrechaba, sin darse cuenta de nada se iban colando por la hienda sin saber a donde iban hasta que de pronto sus pies no encontraron suelo y cayendo a un vació os curo, donde oían sus grito mientras caían en aquel agujero negro que no tenía fin.

Continuaremos en capitulo 10º

ISABEL CORONADO