Mi pequeña historia de Almendralejo

martes, enero 31, 2017




 DE PRONTO TE SENTÍ




Al morir nos mantenemos entre dos mundos hasta el momento de la partido, solo  cuando el amor es tan grande, que  los terrenales nos nos deja partir, el cariño nos hace permanecer cerca de los seres queridos, viendo el trascurrir de sus vidas, sus, desventuras, alegrías, aciertos.

Hay personas que empiezan con pocos años a percibir, lo que los demás no se fijan, este don se va desarrollando, llamas-mole un instinto que se rechaza, cuando se descubre.

En los hospitales, según las que las ven son  blancas, a veces el cansancio les  hacia sentir las tan cercas que un aire frió envolvía su cuerpo haciendo y confundiendo lo real con lo irreal.

 Pegándose al asiento y mirando al enfermo dormido  y sintiendo  como una gasa flotante pasearse delante de él las sombras blancas, viéndolas  que salían por la puerta.
 Mientras un sueño les hacia dormir mientras veia un gran monstruo que se apoderaba del enfermo dormido,  de tal forma que le pedía ayuda, sin poder apartarlo del monstruo, del que luchaba por separa lo, sin poder,  que desaparecía sintiendo se  despertar de una pesadilla.

Las sombras negras, presagio  de peligros a niveles altos y muertes, venciendo los avisos con invento que funcionan para vivir mejor cuando las sombras se hacían fuertes, logrando hacerlas difuminar y desapareciendo, pero no el sentirlas.

 Y todo esto llevarlo a el hilo de plata, bonita visión que hay que despertar rápido, vi a su madre que desde su muerte no la había presentido.  La hacia volver a la casa familiar.
 Me veia llegar y abrir la puerta y ella asomarse y hablar de pronto la noche aparecía entre los cristales, de una puerta que antaño tuvo la casa que no es la actual, atravesar de ella la luna llena asomarse  al tiempo que me despertaba.

Estaba intentando poner un cuadro, no encontraba alcayata alguna, mientras pensaba en su madre, como si estuviera a su lado, vio que era imposible colocar el titulo recibido y costado conseguir.

 Ya dispuesta a dejar el cuadro en el suelo en cima de la mesa  sonó un ruido, volvió la vista hacia el lugar del sonido,  una alcayata estaba en la mesa y un suave frió, como una caricia flotaba.

 Sintió que  dos mundos estaban luchando el amor   obligaba a no marchar.

Empezó a escuchar a Cho-pin - Nocturno Op 9 N. las letras que corrían por formar palabras, que dieran pensamientos. Las teclas del piano cuando los dedos buscan el ritmo que trasmitía  al corazón la quietud de una espalda, que sienten miradas clavadas que son nuestros pensamientos navegando en pro de una sonata, que es refugio de un sonido hallado en la música, que impregnaba la estancia de verdad.
 El cristal de la ventana que es nuestras vidas, reflejo de un espejo que navega por el horizonte, detrás de un ritmo musical, que busca la salida de la naturaleza navegante de barco sin mar y lago sin peces.

ISABEL CORONADO ZAMORA .


martes, enero 24, 2017


                                                               AVECES UN SARMIENTO CRUGE




A veces la sensación se une a una suave y no estar a ver y comprender y asumir las nubes que a veces aparecen en tu ser. 
Con la suavidad de la nostalgia, donde aparecen notas en nuestra frente y las tomamos y las hacemos sonar, sentir y pervivir en los oídos.
Las notas, se van esparciendo, se deslizan y detrás de ellas me voy y viajo, posándome, junto a ellas en un suave prado que el viento hace que vuele y la brisa las van alejando y de pronto los picos nevados de una cumbre nos hace vislumbrar, tanta blancura que nos ciega y nos detenemos, sobre las laderas cubiertas de blanca nieve, que pisamos y tocamos y apretamos con las manos y la dejamos en libertad.
Las notas nos arrastran falda abajo de la montaña hacia un pueblecito de pocas casa, de sus chimeneas sale humo y un suave olor a pino.
Y caminamos por sus calles y con las notas vamos chocando con sus paredes y de pronto vemos la salida del pueblo y caminamos por helados senderos y nos posarmos sobre trineos, que inician una marcha por una loma y tomamos velocidad e impulso, Que nos hace volar y pasarnos en un lago helado, que dejamos y volando divisamos, un bosque de conifieras, tan altas, que sus copas tapan el cielo y el viento las hace quejarse y dejar caer una suave aroma que se une con el musgo y la hojarasca .
Andamos por veredas mirando los troncos caídos y quemados por rayos.
Pasamos por encima de ramas, para pasar pequeños riachuelos, cantarines, que alegres bajan, corriente que los lleva a unirse con otro manantial del que bebemos, una rica agua fría, con sabor amargo.
Las orillas están llenas de plantas olorosas y de pronto un ruido y he despertado de un viaje que me ha llevado con mi subconsciente, al encuentro de sensaciones, que relajan el espíritu y el alma.
 ISABEL CORONADO ZAMORA

domingo, enero 01, 2017

UN AÑO MAS



MERIDA ORILLAS DEL GUADIANA

Un año nuevo, una flor llena de pétalos en desierto lleno de belleza, creyendo que pueda ser distinto, que lo que empieza, fueran pétalos lleno de esperanza.

 Bonitos días de amor, de comprensión, dejándote llevar de un andar sin rumbo, donde el sueño mejor estaría en la soledad,  encima de una montaña batida por el viento, que las flores movieran.

Que bonito es todo cuando las campanadas de un nuevo año, hace que las uvas vayan siendo tragadas.

 Pidiendo con una copa de cava que tu puedes, que el andar es lento de pisadas con un sueño en el horizonte, lleno de hormigas que ocultan los llanos que se entiendes en una frente quejosa que busca los pétalos de la flor refugiada en tu alma.

Que bonito nos hace ver esa ultima noche de año, que olvidas en decir que el cariño esta bajo las raíces de un árbol, quejoso perdido en el llano del monte, cuando  se ciñes sobre colina llenas de pensamientos, depositados y olvidados por otros, que van ocupando la belleza de un ser que busca debajo de la tierra los encuentros que nunca están llenos de ser, ni sentir sin ver un  día que  nació vivió, se engendro,  por un horizonte que no dejaba mas que senderos y estelas en las aguas de la nostalgia.


ISABEL CORONADO ZMAORA