Mi pequeña historia de Almendralejo

miércoles, octubre 29, 2025

 EL SENTIR


Los navegantes de los sentidos, son espacios amparados en los limites de la inconciencia.

Los postes de la meditaciones, son las esquelas de un trabajo puestos en los demonios de los pensamientos, que dicen que nunca dejan subir hacia las esquenas de la mente.

Ver una puesta de sol es mirar el pasado y el futuro que llega dejando dormir la claridad del día,

La placidez, de tus sentimientos fijos en las olas llegar en la orilla queriendo apoderarse del infinito.

Coger con tus manos el puñado de arena que acaricia tus pies, bajo la plantas.

Son olas sin limitaciones, que amparan la llegada de los lamentos de las islas de la inconciencia, sin saber donde ir, por los puntos de llegadas, de idas y venidas de las lejanas  marismas de los sentidos.

Cara abatida por la brisa  de la suavidad del atardecer, viento de misterio que vate  todo obstáculo para llegar hacia el horizonte bajo la mirada del universos .

Cuando el misterio de la noche se va deslizando dejando caer los mechones de la oscuridad que dejara pronto la oscuridad apoderase de tan maravillosas puestas de sol.

Nunca se podrá ver y sentir,  los unos que van al encuentro de los pasos perdidos, de la sonrisa de la pareja que a tu lado se asoma de tras de tu hombro.

Truenos de la nostalgia, que galopan en las empatías de la conciencias, nunca vistos sobre los cauces de los lamentos de las olas que se resisten a dejar la playa que intenta apoderarse de ellas.

Soga de los lamentos de sirenas, que su canto emergen de las aguas  tentando a marineros y navegantes, hilo de música que va sobre las escamas de las aguas al encuentro de navegante.

ISABEL CORONADO









martes, octubre 28, 2025

 RADIO ONDINA



Hoy estoy disfrutando por algo que me agrada mucho . Conocer y escuchar en persona a Luis del Olmo,

A un recuerdo cuando lo escuche la primera vez. Recuerdo que era a ultimo de los años 60 del siglo pasado, Dios como han pasado los años.

Son de las cosas que nuca olvidas. Recuerdo la cocina de la casa de mis padres, la radio Ondina de lamparas que aun tengo.

Emitiendo el programa Protagonista Nosotros desde "Radio Nacional", era por la tarde, estaba sentada en la mesa camilla con mi abuelo, por las ondas salió la voz de Luis del Olmo.

Recuerdo hasta la hora que era, las seis de la tarde y el día frio, lluvioso, el calor del brasero de picón, que mi abuelo movió, con la badila, sacudir de las brasas, se arropo, acomodo y miro el cielo que se veia por la ventana, mientras comentaba, lo que se emitía, que era sobre la recolección del azafrán en la Mancha.

Los recuerdos son de cada cual y abecés es viajar en el tiempo. Al escribir esta líneas he estado en aquel momento como si lo estuviera viviendo, sintiendo el frio que entraba con las rendijas de la puerta del patio, el olor de las hierbas secas, que mi madre le echaba al brasero, para que oliera bien la casa.

Desde entonces Luis del olmo lo he seguido. Os contare la experiencia de hoy.

ISABEL CORONADO ZAMORA

domingo, octubre 26, 2025

 


Quisiera que estuvieras aquí.

                                       


 Ahora mismo puedes bajar.

 

 Sentir las olas del mar, el sol en su cresta, la armonía en el horizonte, logrando una armonía total.

 

 Su colorido, sintiendo la arena, el gruñir de las gaviotas.

 

 Un híbrido, en ese pasar de las olas, urgentes, pensativa, un ruido a lo lejos, el sol tan inmenso, que Ara sentirte bien, que el fallecimiento, pertenece al horizonte, tanto, qué bonito, eres ahora.

 

 qué círculo también hecho, la única cosa que da calor.

 El cambio del amor, porque he querido sol o conocido no nos deja que aprovechemos tu calor.

 

 Pulsamos para crecer, nosotros, estar caliente, para venir y ponernos modelos para sentir tu calor,

 

Aquí no tenemos que dar nada, eres tan barato,

 

querido sol, ríes claro, de nosotros.

 

 De esta pobre gente, que aquí a la vida, de esta playa.

 

 Temiendo, sin cesar, de esta pobre gente que quisiera ser arropada por la espuma del mar.

 

Al chocar sobre las rocas de la muralla.

 

ISABEL CORONADO

 

 


jueves, octubre 23, 2025

 CANCIONES DE UNA VIDA




Canciones de una vida que en la madrugada toman vida.
Que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban, las melodías de la época y mi padre le bajaba la voz, al emisor y le decía "Manuela" cántanosla, mientra ella iba cantando, el sueño nos iba venciendo,.
Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla, sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desenliava.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentaente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
Canciones de una vida que en la madrugada toman vida, que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban estas melodías y mi padre le bajaba la voz y le decía "Manuela" cántamela, mientra ella iba cantando. El sueño nos iba venciendo,. Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla y sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desenliava.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentamente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
DE MI NIÑEZ
Canciones de una vida que en la madrugada toman vida, que lejos están aquellas noches cuando la radio Ondina comprado en García Radio sonaban estas melodías y mi padre le bajaba la voz y le decía "Manuela" cántamela, mientra ella iba cantando. El sueño nos iba venciendo,. Cierro los ojos y veo la cocina con la camilla y sobre ella la jarra de agua.
En una silla el abuelo mirando a su hija con admiración, mientras la gorrilla se iba inclinando hacia un lado.
El liba el cigarro sacando la petaca el librito, con una mano lo sujetaba, el papel lo pegaba en el labio superior.
En una mano la petaca, que abría, la inclinaba y echaba el tabaco, en la otra el papel blanco sobre la palma de la mano donde derramaba las hebras de picaduras de tabaco, que iba liando muy finamente hasta quedar todo perfectamente rematado el pitillo liando sus extremo.
Colocaba el cigarrillo sobre la comisura del labio, lentamente se buscaba en el bolsillo, sacaba el mechero de mecha, que desliva.
Despacio e iba sacando le la mecha que arrimaba a la piedra y con la mano flotaba una y otra vez hasta provocar la chispa, que encendía la torcía que a soplaba para que se encendiera y tomara fuerza.. Ponía sobre ella el cigarro que se encendía mientras el chupaba con fuerza hasta que se encendía el pitillo y el mechero, la mecha que apagaba con el pulgar y liaba la torcía sobre el mechero que introducía en un bolsillo de la chambra y empezaba a fumar lentaente muy despacio tomando fuerza hasta dar la calada. Una vez fumado y escuchado la canción despacio se levantaba e iba a la cama.
JUAN ZAMORA
ISABEL CORONADO


lunes, octubre 20, 2025

 PUCHO Y CESAR VAN DE AVENTURAS


PUCHO Y CESAR VAN DE AVENTURAS
Como distinguir a veces lo real de los sueños, se preguntan unos niños, caminando al encuentro de su abuelos, que los espera en la puerta de su casa, con su movilette rojo con aguaderas de espartos.
Corren nada más doblar la esquina de la calle, hacia él, y rápidos se montan y meten los pies en los jaques, y se pegan uno con otro los hermanos y se agarran con fuerza a su abuelo, emprendiendo la marcha hacía la “Alberca vieja” donde esta el huerto, que al atardecer desprendía olor a tomate regado, con el agua del regacho “Palomino” cuyo fondo estaba llenos de pequeños peces cabezudos, renacuajos, ranas ect.
Que divertido es estar los tres juntos y ver al abuelo cultivando su pequeño sembrado y corren y juegan en la orilla del regacho, e ir contentos, hacia el chozo de caña, fabricado por su abuelo, que les sirve para guardar aperos de labranza y refrigerios para calmar el calor y tempestades y dormir la siesta, después de degustar las viandas realizadas por la abuela, que ha puesto en la fiambrera y guardada en una talega y colgado de una tranca, que sobre sale entre las cañas del chozo, ritual de la comida, que su abuelo hacía, sentándolos sobre unas piedras alrededor de la fiambrera, dentro, del chozo, sabores recordados de la comida, su guste y disfrute.
Al termino, su abuelo tiende la manta sobre el suelo de tierra del chozo y se tendían junto a él, que les narra cuentos, mientras el sueño, con lentitud, comenzaba y la realidad se convierte en irreal y deja pasar la ficción, de los sueños de César e Isaac, mientras dormitan en el chozo.
De pronto se ven solo y una brisa que empieza a levantarse y sorprendidos ven lo rápido que se convierte en un remolino, que levanta tal polvorera que les ciega los ojos, apenas ven y se sienten absorbido por una fuerza tal que los eleva sin dejar de girar, dentro de aquella fuerza centrifuga que les hace pegarse a sus paredes.
César e Isaac los dos juntos ..............................................

domingo, octubre 12, 2025

 Los Nietos.



Los nietos son las bendiciones que los años nos regalan, son cositas que se qu mi deieren, te divierten y te hacen con sus ocurrencia  despertar de cosas que de pronto con ellos vuelven al presente.

Este fin de semana he tenido a mis adorables nietos, dos soles, encantadores, ocurrentes y divertidos. Hemos disfrutado  viéndolos lo espabilados que son, el cariño y amor que radian.

Contándole historias, sobre todo, a la hora de dormir, haciéndome gracia lo atento que estaban con ellas y cuando me paraba  me alentaba a proseguir.

Son listos como lo son para los abuelos todos los nietos. Te hacen feliz de ser abuelo, de poder jugar con ellos y dedicarle todo el tiempo que se pueda y darle gracias a la vida por estos tres soles que son ángeles.

En esta fotografía tendría la edad que hoy tienen mis nietos,

. estoy con mi querido tío Fernando con el carnero que criaron para su Boda.

Isabel Coronado