Mi pequeña historia de Almendralejo

domingo, junio 15, 2025

 

CONVENTO DE FRANCISCANOS DESCALZOS



Nuestras pequeñas historias de Almendralejo que aparecen de pronto en un cajón y son curiosas de saber para sus habitantes que caminamos, paseamos , visitamos lugares tan emblemáticos de nuestra ciudad.

Convento San Antonio, te invito a entrar en el túnel del pasado, utilizando tu imaginación puedes viajar e imaginar, entorno y moradores que participaron en la vida de este lugar.

En el que hubo personajes como fray Pedro de Almendralejo, primer escritor de este lugar, su obra sería impresa, en la imprenta de Hijos de Pedro Gutiérrez, haya por 1600 en nuestra ciudad.

Fray Francisco de Almendralejo, solía mortificarse, liando sobre su cuerpo alambres y cubriéndose con un chaleco de piel de cabra y rehuía mirar a las mujeres, el pobre murió de un enfriamiento.

Pero los religiosos tuvieron una gran preocupación por la cultura, se esforzaron por enriquecer la biblioteca del convento, llegando a tener a finales del siglo XVIII, 1871 libro, diez libros de folios y catorce legajos, que los frailes habían ido recopilando a lo largo de los años, esfuerzo que sería baldío, al estallar la guerra de la Independencia, al entrar en el pueblo las tropas napoleónicas que se adueñan y convierten el convento en cuartel, expulsan a los frailes de él.

Cuando termina la contienda los religiosos regresan al convento que ven destrozado y amenazando ruina, la congregación después de una guerra queda en condiciones precarias, intentan salir adelante, pero en 1835 con la ley de desamortización de Mendizábal el edificio es expropiado por el estado y el 9 de septiembre de 1836 dejan el convento, al que se le da diversos usos, como fue viviendas para familias pobres, pajares o almacenes de trigo.

 Una parte sería convertida en fabrica de harina, panadería, época en que se hace la chimenea que hasta hoy se a conservado, fabrica de jabón o de aceitunas de verdeo de Gabancito

 Usado por el ayuntamiento para guardar objetos embargados, de hospedería para misioneros, como cárcel para sacerdotes contrarios al absolutismo que por firmar un manifiesto oponiendo se, serían recluidos en 1824 en el.

 Me cuentan que también fue una fábrica de fideos con tecnología avanzada, que no llegaría a funcionar.

 En 1881 empezaría a funcionar el colegio de secundaría de N,S de la Piedad de enseñanza privada, trasladada a Cultural Santa Ana.

En una de las habitaciones de la parte superior, cedidas por el ayuntamiento vivió Pascasio Fernández, que vivía en la miseria, todo se lo daba a los pobres, murió en soledad.

La iglesia continuaría abierta para el culto y en ella sería enterrada la madre del poeta Meléndez Valdez, escritor que vivió y curso sus primeros estudios en Almendralejo antes de marchar a Madrid.

El convento sería comprado por los ascendientes de Félix García de la Peña. La huerta adquirida entre los Marqueses de Monsalud y Fernando Villalobos.

La casa de labranza de los frailes en la dehesa de los Descalzo, asta hace unos años estuvo en pie, a la izquierda de la curva de la carretera de Alange, enfrente de la finca de Bonnaval, la vivienda de los religiosos estaba pegando al puente y al regacho, recuerdo que la huerta tenia un cenador y un pozo, nada queda de lo que fue solo es tierra "Villaara.

A último del siglo XVIIII, Don Jerónimo Caballar intento restaurar el convento, mal traído por los avatares de la vida, haciendo mejoras como la casa de la ermitaña en 1900.

Como cuidadora estuvo durante años Paca Calero de la ermita de San Antonio.

Todas las edificaciones antiguas, los años van envolviendo sus paredes y entorno en historias llenas de misterios, como el decir popular que siempre a dicho que en él hay un pasadizo secreto, usado por los frailes en caso de acoso para abastecerse ect.

 La huerta fértil huerta de los frailes, hoy es el rincón que José de Espronceda y Carolina Coronado hubieran querido para soñar su romanticismo.

Y en 1823, una riada llega hasta San Antonio, llevando se los postiles del puente de madera, que debió haber en el lugar.

Y en 1824 algunos sacerdotes hacen un manifiesto contra el absolutismo siendo recluidos en el convento.

El 19-11-1832, se hospedan misioneros en el convento, dando le el ayuntamiento treinta reales para su mantenimiento,

ISABEL CORONADO ZAMORA

sábado, junio 14, 2025

 

LUIS REINA TORERO DE ALMENDRALEJO

 

 


Luis Reina nace en Almendralejo el uno de abril de 1958, Su vocación taurina se debe principalmente a su entorno familiar, motivado siempre por su padre, “Curro Echevarria” que fuera banderillero y su mejor maestro y que solía acompañarles a todos los eventos.

 

 Contaba cinco años, en la becerrada del 19 de marzo de 1963, en el que se anunció como Luis Echevarría.

 

 Haciendo toreo de salón y siendo la primear vez que aparece anunciado en un cartel.

 


La afición de Luis,  se afianzara una tarde de toros del día quince de agosto, de 1973 cuando asiste,  con su amigo de la infanta Francisco Ortiz Ceballo, (chenchi) que años después seria un afamado mozo de espadas y Francisco García.

 

  En 1974 en las fiestas de Nuestra Señora de la piedad, en el cartel taurino es anunciado al final del festejo, toreando un “eral”.

 

Será en 1974 y 1975 cuando vuelve a torear en una becerrada.

 

 Debutando, con picadores, el 2 de febrero, de 1976, en Almendralejo, con los diestros: López Heredia y Manili, con novillos de “Avellaneda y Cívicos”.

 En Madrid lo haría por primera vez, con picadores el dos de junio de 1979,

 

El padre de Luis solía ir al ya desaparecido Bar España, y hablando un día con sus dueños Juan e Isabel, que se quejaban que debido a su negocio no podían ver torear a Luis y su evolución, al ser los festejos los fines de semana y no podían cerrar el negocio.

 Y le proponen a Garcia de la Peña, comprarle un novillo y pagarlo entre todos y que lo toree, en la finca de Don Félix de “Cruces” un día de diario para verle los progresos a Luis.

 

 Surgiendo por parte de Juan e Isabel la idea de formar la peña “Luis Reina”.

 

Sede que durante años estuvo en su local, en el ya desaparecido “bar España “en la calle real al lado del circulo mercantil.

 

Toreo 108 novilladas, siendo ya puntero, en este difícil arte. En el coso de la Piedad toreo con novilleros que como él empezaban en el mundo de los toros.

 

Como la tarde que formo cartel con Limeño II, y Luis Francisco Espla, los tres diestros estuvieron a cual mejor, teniendo la fortuna de presenciar, viendo a un Nimeño que era un junco a un Espla con cara de niño y Luis valiente como siempre. Tarde para el recuerdo, donde la plaza se llenó hasta la bandera y fui testigo de lo que cuento.

 

El pueblo se volcó con Luis y le acompañaba en autobús, por donde actuaba, viajes promovidos y realizados por la peña taurina, para seguirle,  a los lugares donde toreaba.

 

Cuando toreo en Espartina lo hizo con un torero que al igual que él, empezaba en el arte del toreo, llamado Juan Antonio Espartaco.

 

 Al tomar la alternativa, su peña acordó regalarle el traje de luces, que era, rojo y oro, que fue expuesto en la cristalera de Paco Amaya, donde todo el pueblo pudo contemplarlo.

 


 La alternativa, la tomo Luis en la feria de San Juan de Badajoz, el 24 de junio de 1980, de la mano de Ángel Teruel  y Curro Vázquez y la ganadería fue la de  Bernandino Piriz.

 

En su dilatada trayectoria taurina toreo con todas las figuras de su época como Ruiz Miguel, Espartaco, Curro Romero, Manzanares, Víctor Méndez, Tomas y José Antonio Campuzano, Capea, Paquirri, el Yiyo y un ect muy largo.

 

 En Almendralejo toreo, una de las corridas más importantes que se hayan podido haber  dado en el coso de la Piedad. Tan gran acontecimiento tuvo lugar el 16 de agosto 1983, con toros de la ganadería de don Francisco Javier Arauz, alternando con los diestros, Juan  Antonio Espartaco, y José Cubero el “Yiyo”.

Tarde, que la plaza puso el cartel “no hay billetes”. Y por desgracia fue cogido, Luis  por el quinto toro de la tarde.

 

Tuvo muy buen cartel en las plazas de primera, entrando en las fecha más importante, como la de San Isidro en Madrid, alternando en varias ocasiones.

 

  Toreando también en la maestranza de Sevilla, y en la Semana grande de Bilbao, alcanzando un gran triunfo al igual que en Valencia, Almería  plaza muy querida para Luis, teniendo un gran éxito y en Barcelona un gran triunfo,  al igual que en otros lugares.

Sin embargo, tuvo mala suerte por la gran cantidad de veces, que se lesiono, pues estas cogidas tenían lugar cuando el torero estaba en su mejor momento y resultando la mar de inoportuna, por ser la culpable que Luis no llegar a lo máximo en su carrera.

 

Torero que nunca evito ni le importo los revolcones ni el nombre de la ganadería, toreando  Pablo Romero, Victorino”, incluso con los temidos  “Miuras”.

 

 Con toros de cinco y seis años.

Le daba igual el tamaño, peligro, o la listeza del animal, él salía a la plaza, con la ilusión de demostrar, al publico que podía y que quería triunfar.

 

También era muy común en este torero, encerrarse en la plaza con seis toros.

 

Fueron varias las veces en que intervino toreando en concurso de ganadería.

 

En nuestra plaza los aficionados pudieron verle muy buenas faenas, pero también las realizo en plazas de nuestra comunidad, Mérida toreando con los diestros José Maria Manzanares, y Paco Ojeda, corrida que también tuve la oportunidad de asistir.

 

  Resultando una buena tarde de toros y trágica al ser corneada tanto Paco

Ojeda como Luis Reina, estuve en esta corrida acompañando a mi madre gran admiradora de Luis.

Al escrivir este resumen de una vida torera, me ha servido para recordar las muchas veces que lo vi, en el difícil arte del toreo.

ISABEL CORONADOZAMORA

 

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martes, junio 10, 2025

 Narración



El viento son los susurros de un encuentro en nuestras vidas.

El viento habla, nos hace sentir los murmullos y caricias olvidadas.

Sentir el viento es traer recuerdos de un tiempo, que de pronto aparece en nuestra memoria.

La mente es un viento que abate nuestros pensamientos, que se quedan en rincones de un espacio que olvidamos en un punto que de ninguna manera creímos que lo íbamos echar de menos .

Rehacer el recuerdo, que la duda hizo por  correcciones,  echas en una gracia que se derramo sin llegar a ninguna calle, que donar nuestros recuerdos, que se fueron al encuentro de la montaña, que un día con un amigo, subiste, volviendo a recodar el olor de  la jara caminando hacia la cima.

Sintiendo el sol derramando sus calores sobre nuestro cuerpo, sin saber, la juventud acertada, sin un por favor perdido, en correr hacia el encuentro que una mano.

 Sentimos sobre nuestro cuerpo, los encuentros de un día, que se quedo en el rincón del recuerdo.

Aquel día, que salimos temprano todos contentos hacia la mina de los tierra blanqueros, que felices íbamos oliendo  la campiña, hacia el encuentro de caminos que habían desaparecidos, comidos y devorados por fincas que se había apropiados de ellos.

Que difícil fue llegar y como descansamos sobre aquella gran roca, el sol nuestra cara sonrosada,.

Cada cual son sus gracias y curiosidades buscando cualquier descubrimiento, que nos hicieran diferente.

Tambien había problemas al descubrir bacas bravías, que pactaban, poco interés tenían de nosotros, mientras con su cola siempre en movimiento para espantar moscar y con sus rugíos, mientras rumiaban el heno,  para hacerse notar y darnos un aviso de que no abusáramos de su tranquilidad.

Subimos hasta la cima y descubrimos, una antigua mina olvidad de tierra blanca, nos encanto y empezamos a descubrir cada rincón, que desprendía historia.

Aun estaba el pozo donde apagaban la tierra blanca, su agua brotaba del fondo queriendo evocar al recuerdo, de un tiempo de quehaceres, a sus dueño que un día dejo de ver.

Aun estaba señaladas, el camino uno para el pueblo y otro bajando la montaña hacia el sendero que iba surcando fincas, que lo habían devorado, daba idea la a veces que fue transitado para ir y venir a vender su mercancía.

Se divisaban los restos de casitas que hubo en un camino lleno de un ir y venir hacia los distintos lugares.

El viento hacia mover las hojas de los arboles que fueron sembrado por aquellos hombres, que habitaron en el lugar, los restos de paredes a un en pie, llena de señales de vida, que daban a pensar en las vidas tan abatida por una dura existencia.

El lugar nos fue llenando de emociones, como las señales del redil donde había estado el ganado que le servían, para sacar la tierra blanca y trasporta.

 la cima de aquel monte nos hizo pensar en sus moradores que era como tocar el cielo en noches estrelladas, el frio junto con la sequedad del verano, fríos de invierno que reflejaba la pared de la casa, don debió haber habido una chimenea.

Los miedos y historias que aquel fuego habría compartido, tal vez amores risas y carencia.

Era un lugar para sentir, hacerte que todo un lugar lleno de historia de supervivencia de un pasado, que quedo olvidado, que de pronto se hizo presente.

 Como si nos hubiéramos, llevado al lugar, después de tan difícil acceso, nuestro empeño por lograr llegara al lugar.

Era un encuentro de comprender que la vida abecés se derrama sobre el lugar donde sobrevivimos.

Isabel Coronado Zamora